Bien, pues vamos a continuar con la fragmentación. En este vídeo os voy a explicar cómo formar fragmentos y la verdad que el cómo se forma un fragmento depende de la materia que uno está estudiando, depende también de si lo que uno está aprendiendo es del mundo intelectual o está aprendiendo más bien actividades físicas. Pero en cualquier caso, los principios son comunes. Vamos a empezar con el primer paso. El primer paso es el de concentrarse, ponerse en modo de atención focalizada. ¿Y por qué? Porque, de nuevo, cuando aprendemos es una actividad física, estamos tratando de hacer conexiones neuronales, construir esos eslabones, que veíamos en vídeos anteriores. Y esas conexiones neuronales requieren esfuerzo y ese esfuerzo se consigue de manera mucho más eficaz cuando estamos en modo de atención focalizada. Bien, pues una vez que hemos apagado la televisión, el móvil y demás elementos de distracción, estamos ya en situación de pasar al segundo paso para la formación de nuestro fragmento: se trata de lograr una comprensión básica de lo que vamos a estudiar. Muchas veces esto se puede conseguir repasando el capítulo del libro de texto y ver un poco cuáles son los temas y cómo están relacionados entre ellos. Y este enfoque de llegar a un nivel de comprensión suficiente, antes de entrar en el detalle de la materia, es absolutamente importante y da igual la disciplina en el que uno esté, da igual si estamos tratando de entender cómo se mueven las plataformas continentales o si estamos tratando de entender la ley de la oferta y la demanda. En definitiva, gracias a la comprensión, estamos como creando un súper pegamento que hace que esas neuronas y esos eslabones estén realmente unidos. De nuevo, en este tema, solo hacer una pequeña aclaración importante. Entender no es aprender. Cuántas veces os habéis encontrado que salís de una clase o salís de una conferencia y os ha parecido todo perfectamente lógico y coherente y, sin embargo, cuando tratáis de utilizar esas ideas o incluso de explicárselas a alguien más, parece como que faltan piezas, parece como que ya las cosas no son tan lógicas. Pues la comprensión es una parte importante de formar fragmentos, pero no es suficiente. Dejadme que, volviendo a unos de los ejemplos que utilizábamos ahora, que ilustremos a qué nos referimos con este concepto de comprensión básica. Si cogemos la ley de la oferta y la demanda, ¿qué es lo que tenemos que entender a un nivel muy esencial? Bueno, pues la ley de la oferta y la demanda, para aquellos que no sois economistas, nos permite relacionar dos variables y entender cómo cambian entre sí al cambiar una de ellas. Entonces, tenemos la variable "precio" de un bien o de un servicio y la variable "cantidad". Y la curva de la demanda, que tiene esta pendiente, nos permite entender cómo varían las cantidades demandadas al variar el precio y, en general, yo creo que podemos intuitivamente explicar la forma de esta curva, porque sabemos que el ser humano es un ser racional y, en general, prefiere pagar menos que más y, por lo tanto, cuando baja el precio, pues tienden a demandar más. De manera no sorprendente, la curva de la oferta tiene una pendiente inversa y es aquellos fabricantes o aquellos proveedores de servicios o fabricantes de bienes tienden a fabricar más cuanto más alto sea el precio. Bueno, pues hemos entendido que la ley de la oferta y la demanda nos relacionan el precio y las cantidades de un bien o de un servicio. Hasta ahí, fenomenal. Bueno, ahora tenemos que pasar al tercer paso para formar ese fragmento, que es el de contextualizar. Esto es como cuando tenemos una caja de herramientas con muchas cosas dentro, tenemos que saber cuándo utilizamos qué herramienta. Demos de nuevo un pequeño paso atrás y sepamos cuándo podemos usar estos conceptos. En este caso y cogiendo o volviendo a nuestro ejemplo, pues esto nos puede ser de interés para determinar, por ejemplo, si soy una empresa, pues el precio del bien que quiero producir. Pero, a lo mejor, esto no nos sirve tanto para determinar cómo determinó la capacidad de la fábrica de ese bien, me da igual si son rotuladores o son galletas, ¿de acuerdo? Bueno, pues una vez que hemos contextualizado y que entendemos cuándo podemos usar este concepto, luego se trata de ponerlo en práctica y solo entonces ese fragmento es un fragmento útil. Vamos a coger un ejemplo. Hablábamos de que esta puede ser una herramienta interesante para la fijación de precios y vamos a imaginar el caso del pan o del agua o quizás de una medicina. En estos casos, ¿sabéis qué pasa? Que muchas veces nos encontramos con una curva de demanda que es un poco especial, porque cuando estamos a este nivel de precio y el precio sube, este es P1 y el precio sube a P2, ¿qué es lo que vemos? Que apenas se reduce la demanda. ¿Por qué? Porque son bienes de primera necesidad y, en general, aunque nos suban el precio del agua, seguiremos consumiendo agua o, por ejemplo, si somos diabéticos, pues aunque nos suban un poco el precio de la insulina, seguiremos necesitando esa insulina. Entonces, hay determinados tipos de bienes que tienen una curva de demanda que llamamos inelástica, pero un poco distinta. Pero es a través de la práctica de estos conceptos que empezamos a entender los usos y limitaciones de esta curva y de esta ley de oferta y demanda. Por cierto, ¿sabéis que también hay unos bienes que, paradójicamente, conforme subimos el precio, sube la demanda? Se trata, un ejemplo de esto pueden ser, los vehículos de lujo. Hay un determinado segmento de la población que cuanto más cuesta una cosa, más quieren y se vio ya hace años, que en determinado tipo de coches, por ejemplo, al subir el precio, subía la cantidad demandada y, por lo tanto, tendría una curva de demanda con una pendiente positiva. Lo que quiero explicar es que a través de la práctica y a través de la aplicación de estos conceptos y de conocer los casos excepcionales, uno va realmente formando esas conexiones neuronales, formando esos eslabones de los que hablábamos antes. Entonces hemos hablado, por recordar, de cuatro pasos: el primero, el de entrar en modo focalizado; el segundo, el de llegar a un nivel de comprensión de la idea al nivel más básico antes de empezar a tratar de contextualizar y ver cómo y cuándo podemos usar estos conceptos. Y por último, como no os sorprenderá, la idea de practicar, practicar y practicar y utilizarlo en distintos contextos para entender las limitaciones y bondades del tema nuevo que habéis aprendido. ¿Y todo este tema de fragmentación, recordamos, para qué servía? Bueno, como nos explicaba el profesor Gil-Nagel, tenemos una memoria de trabajo limitada y somos capaces de utilizar, quizás empezábamos de nuevo en los brazos de los tentáculos del pulpo, todo este concepto de ley de oferta y demanda, de cómo se construye y cuáles son las variables que relacionan, de la casuística excepcional de determinados tipos, todo esto nos cabe en un solo tentáculo. Tienen muchos eslabones, pero como tiene sentido, nos basta usar una sola ranura de nuestra memoria de trabajo. De nuevo, el concepto de la fragmentación es un concepto muy importante para que podáis aprender con eficacia. Espero que estos pasos, que acabamos de repasar, os sean útiles a la hora de formar vuestros propios fragmentos. Soy Teresa Martín Retortillo. Gracias por aprender a aprender.