Una de las mejores maneras de ser eficaz en tu aprendizaje es usar herramientas y trucos mentales para inspirarte y para motivarte. Lo primero, déjame que empiece diciéndote que es perfectamente normal que cuando empiezas una sesión de aprendizaje tengas sentimientos negativos. Lo más importante no es si los tienes o no, sino cómo los manejas. Los estudios hechos hasta la fecha han encontrado que la gente que no procrastina, se anima a sÏ mismo, son capaces de vencer esos sentimientos negativos con cosas como decirse a uno mismo, "deja de perder el tiempo, ¡venga!", "eres capaz de hacerlo, sigue adelante". Y la realidad es que lo que demuestran estos estudios es que, una vez que se pone uno a ello, esos sentimientos van desapareciendo. Si descubres, por lo tanto, que evitas ciertas tareas porque te hacen sentir incómodo, debes saber que la forma útil de reformular estas cosas es pensar en el proceso, no tanto en el resultado final. Proceso significa la combinación de flujo de tiempo y de una serie de acciones asociados a ese tiempo. Por ejemplo, voy a pasar 25 minutos trabajando, el producto es lo que salga después de esos 25 minutos. Pero eso es menos importante que el hecho de sentarse los 25 minutos. Para evitar la procrastinación no debes concentrarte en ese resultado final. En su lugar, pon tu atención en empezar la acción. Por ejemplo, digamos que no te gusta hacer los deberes de una clase en particular, así que vas posponiendo esos deberes. Piensas, "bueno, si solo son cinco preguntas, ¿cuán difícil puede ser?, ya lo haré en el último minuto". Sin embargo, en realidad sabes que responder a esas cinco preguntas podría ser un trabajo muy, muy largo. Por lo tanto, es mucho más fácil vivir en un mundo donde empiezas las preguntas, las vas resolviendo y se puede ir haciendo y avanzando paso a paso, minuto a minuto. Tu reto, por lo tanto, es evitar concentrarte en la contestación, en la respuesta a esas preguntas. Lo importante es empezar y que eso desencadene la acción. Debes concentrarte, por lo tanto, y repito, en el proceso que te lleva al resultado final, no tanto en conseguir ese resultado final. Observa cómo, en esta foto, el físico y surfista Garret Lacy se centra en el momento, no en el logro de haber surfeado la ola, sino en empezar a cogerla y saber subir. Para ti, verás que hay maneras más fáciles de enfocarte en el proceso y hemos hablado ya de ellas. Se trata de usar tu Pomodoro, esos famosos 25 minutos, donde lo que haces es centrarte en estudiar, en resolver el problema en el que te tienes que concentrar. La idea esencial aquí es que puedes activar y poner en marcha esos zombies en tu cerebro a los que tanto les gustan los procesos, porque marchan hacia adelante sin pensar. Al concentrarte en el proceso más que en el resultado final, te permite a ti mismo alejarte de la crítica, dejar de pensar, "hay, todo el tiempo que llevo y no he resuelto esto" y cuanto más me hace falta. En su lugar puedes permitir relajarte, disfrutar del flujo de trabajo y seguro que así, paso a paso, llegas al resultado final. Algunos estudiosos de psicología animan a los estudiantes a utilizar el concepto de "todavía no", como una forma de destacar el hecho de que es sólo una cuestión de tiempo, de que son perfectamente capaces de llegar al resultado final. Por ejemplo, yo misma he cometido la locura de empezar a aprender programación. Acabo de empezar, estoy estudiando Python, y la verdad, me está resultando difícil, pero no dejo de repetir cuando la gente me pregunta, y la verdad, me lo digo a mí misma, si ya sé Python y la respuesta es, "todavía no". Pero estoy en ello. Estoy convencida de que llegaré al menos a conocer lo que aspiro a conocer de ese lenguaje de programación. La clave es que cuando surge una distracción, que van a surgir inevitablemente, debes entrenarte para dejarla fluir. Por supuesto, también es una buena idea prepararte en una situación donde tengas las mínimas distracciones posibles. Ya hemos hablado de algunas de estas cosas, pero muchos estudiantes observan que es mejor y les rinde más el estudio, si se sienta uno en un espacio tranquilo o si utiliza auriculares con cancelación de ruido. Todos estos son pequeños mecanismos que hacen que ese proceso pueda ser más eficiente. Otras personas, por ejemplo, escogen practicar la meditación, el concentrarse para aprovechar al máximo ese tiempo que tienen para estudiar o para resolver problemas. Dejadme que os haga un breve comentario sobre el estrés. Es posible que os resulte difícil encontrar tiempo para estudiar debido a que tenéis muchas cosas que hacer y que no es fácil encontrar esos momentos de tranquilidad para preparar el examen o terminar el proyecto en el que habéis estado trabajando. Como hemos mencionado antes, la meditación, la atención focalizada pueden ayudaros a mantener el estrés bajo. Pero también debéis saber que hay un estrés malo y un estrés bueno. Uno de mis autores favoritos, con el nombre imposible de pronunciar de Mihaly Csikszentmihalyi, ha realizado una extensa investigación sobre el fenómeno de la felicidad y sobre las actividades que producen disfrute, y analiza muy bien qué se siente cuando uno las lleva a cabo. Él ha acuñado el término de "fluir", es ese estado óptimo en el que uno tiene un cierto nivel de excitación, incluso de estrés, porque está uno ejecutando una actividad difícil. Es un desafío que hay que superar. Por otro lado, en ese estado de flujo, siente uno una cierta satisfacción porque observa uno que está progresando. El conseguir ese justo equilibrio entre excitación y estrés y satisfacción, ese es el estado ideal de fluir del que habla Csikszentmihalyi. Dejadme que os dé un ejemplo. Por ejemplo, María, María está aprendiendo a jugar al tenis y vamos a ver cómo evoluciona María. Dejadme que os haga un gráfico con dos ejes, el eje del reto y un eje de habilidades. Cuando María está empezando a jugar está en un estado "A1" con bajas habilidades y un nivel de reto bajo, lo único que tiene que conseguir es pasar la pelota por encima de la red. Una vez que María sigue practicando, pasa a un nivel "A2". ¿Os acordáis eso que veíamos del sobre aprendizaje? Bueno, ha pasado ya la pelota por encima de la red tantas veces que el 99 por ciento de las veces ya llega al cuadrante donde ella quiere. Y este, es un estado "A2" de un cierto aburrimiento, la verdad. Entonces, ¿qué tiene que hacer María para volver a ese estado donde ella fluye, dónde encuentra ese estado óptimo entre estrés y satisfacción? Bueno, pues María puede conseguir eso buscando un oponente de mayor nivel. Aquí, es donde María está en ese estado de flujo, está mejorando sus habilidades y va viendo que va saliendo de su zona de confort y eso le requiere una cierta tensión y un cierto estrés, pero va viendo que va mejorando. Entonces, está en un estado donde el reto que ha asumido está en línea con dar un paso más en esas habilidades que ella ya tiene. Ahora bien, si María intenta ponerse un reto demasiado grande, demasiado pronto, nos encontramos en un estado "A3". En este estado "A3", María está en un estado de ansiedad, de estrés, ¿por qué? Porque el tamaño del reto no está en línea con sus habilidades. Entonces, en "A3" María está en un estado de estrés, en "A2" está en un estado de aburrimiento y el óptimo es ese estado donde María fluye, porque va consiguiendo ir empujando sus habilidades a la par que va empujando el nivel de reto que va asumiendo. Os invito a que, a la hora de poneros a estudiar, encontréis ese estado donde fluyes. Usar un poco de estrés como una de las de las técnicas que os puede hacer el aprendizaje más productivo, incluso, más fácil de disfrutar. Si veis que el nivel de reto es muy grande, no os preocupéis. Dividir el aprendizaje en fragmentos más pequeños, concentraros en ese proceso de ir poco a poco modulando vuestro camino de aprendizaje y utilizar ese estrés a vuestro favor. Soy Teresa Martín-Retortillo. Gracias por aprender a aprender.