En este vídeo vamos a ver qué es un fragmento. A veces, cuando miras por primera vez un concepto nuevo, no tiene mucho sentido, se parece a una pieza de un puzle que no sabemos encajar. Pero conforme vamos añadiendo otras piezas y conforme las vamos colocando en la parte del puzle donde pertenecen, todo empieza a coger más sentido. La fragmentación es como un salto mental que te ayuda a unir pedazos de información a través del significado. El nuevo conjunto lógico hace que el fragmento sea más fácil de recordar y también facilita la inserción de este fragmento en un esquema general de lo que estás aprendiendo. El solo hecho de memorizar un dato sin entenderlo y sin contexto no te ayuda a comprender lo que realmente está sucediendo. Tampoco te ayuda a ver si el concepto encaja con otros conceptos que estás aprendiendo. Fíjate, la pieza del puzle que acabamos de ver. No tiene sentido por sí sola. Solo cuando las vas entrelazando y las vas colocando dentro del contexto general, vas entendiendo para qué sirven. Hablamos antes sobre la memoria de trabajo. En definitiva, la fragmentación nos va a permitir, entre otras cosas, hacer un mejor uso de la memoria-trabajo. ¿Recuerdas nuestro pulpo de la memoria? ¿Cuántos tentáculos tenía? Tenía cuatro tentáculos. Son las cuatro ranuras de la memoria de trabajo que parecen ubicarse en la parte del cerebro justo detrás de la frente, conocida como corteza prefrontal. Cuando enfocas tu atención, el pulpo se desliza y coge sus tentáculos, las mete en las ranuras de la memoria y va llegando y haciendo conexiones con otras partes del cerebro, de tal manera que va dando sentido a esas nuevas piezas y a esos nuevos fragmentos. Como recordarás, esto es diferente a las conexiones aleatorias que se van formando en el modo difuso. Concentrar tu atención para conectar áreas de tu cerebro, para unir ideas es una parte importante del modo de aprendizaje focalizado. También es a menudo lo que te ayuda a empezar a crear un fragmento. Es interesante saber que cuando estás estresado, tu pulpo de atención comienza a perder la capacidad de hacer algunas de estas conexiones. Esta es la razón por la que tu cerebro no parece funcionar muy bien cuando estás enfadado, cuando estás asustado, cuando estás estresado. Los fragmentos son piezas de información en términos neurocientíficos, que están unidos a través de significado y uso. Puedes tomar, por ejemplo, las letras P-O-P y unirlas en un solo fragmento conceptual fácil de recordar, la palabra POP, pues, es como convertir un archivo pesado de un ordenador en un archivo zip. Debajo de ese fragmento único POP hay una sinfonía de neuronas que están aprendiendo a cantar armoniosamente unas con otras y nos traen a la memoria un sonido para algunos, pero también para otras personas, esas mismas tres letras puede traer la música de los Beatles o de Madonna y, para otros, incluso una serie de líderes políticos denominados populistas. La compleja actividad neuronal en nuestros fragmentos abstractos son simplificaciones de pensamiento que nos permiten que ese pulpo de la memoria pueda coger cada vez cargas cognitivas más pesadas con un solo tentáculo. Digamos que quieres aprender a hablar inglés. Si eres un niño que vive en un hogar de habla inglesa, aprender inglés es tan natural como respirar. Ves a tu madre y le dices, ''mum'', y tus neuronas se disparan y se conectan en un brillante circuito mental que consolida la relación en la mente entre el sonido ''mum'' y la cara sonriente de tu madre. Ese centelleante circuito neuronal es una huella de memoria que está conectada, por supuesto, a muchas otras huellas de memoria relacionadas. Este circuito neuronal también se puede representar como los eslabones de una cadena. Resulta que uno de los primeros pasos para adquirir experiencias en temas académicos es crear fragmentos conceptuales. Son como estos saltos mentales que aúnan fragmentos dispersos de información a través del significado. Se trata de ir construyendo los distintos eslabones de tu cadena. El concepto de fragmentos neuronales también se aplica a los deportes, a la música, a la danza, en realidad, a casi cualquier cosa que los humanos pueden hacer bien. Básicamente, un fragmento es una red de neuronas que están acostumbradas a disparar, a conectarse juntas para que puedas tener un pensamiento o realizar una acción de manera fluida y efectiva. La práctica y la repetición enfocada de creación de huellas de memoria fuertes te ayuda a generar fragmentos. El camino hacia la experiencia se construye poco a poco, con pequeños fragmentos uno a uno y estos fragmentos se pueden hacer cada vez más grandes para apuntalar conceptos cada vez más complejos y más complicados. En otras palabras, como vemos más adelante, la práctica y la repetición en la construcción de fragmentos es todo lo que necesitas para convertirte en un verdadero maestro creativo del material que estás aprendiendo. Fragmentar ayuda a que tu cerebro funcione mucho más eficientemente. Una vez que fragmentas una idea, un concepto o una acción, no necesitas recordar todos los pequeños detalles subyacentes. Tienes la idea principal y el fragmento y eso es suficiente. Es como, por ejemplo, vestirse por las mañanas. Solo tienes un simple pensamiento, ''me voy a vestir'', y no es necesario que pienses que tengo que abrir la puerta del armario, sacar el pantalón, meter primero una pierna, luego la otra. Es realmente increíble cuando te das cuenta del complejo torbellino de actividades subyacentes que ocurren con ese simple pensamiento. Esa es la belleza de fragmentar. A continuación, hablaremos de cómo puedes formar un fragmento. En mi caso, me ayuda a pensar que puedo crear fragmentos complejos, fáciles de recordar si primero he construido los fragmentos básicos, esto es muy importante. Cuando se trata de un tema nuevo, es fundamental. Necesitamos crear la estructura conceptual que puede ayudar a dar sentido a los nuevos fragmentos, a los nuevos conceptos. Yo tiendo a pensar en esa estructura conceptual como un armario. Primero, tienes que ver si hay estanterías, cajones o espacio para colgar la ropa y, una vez que entiendes qué es lo que hay, es mucho más fácil almacenar las diferentes piezas de ropa o ideas a medida que las vas adquiriendo. Por ejemplo, yo estudié Administración de Empresas en la universidad y, en nuestro caso, uno de los primeros conceptos que debíamos entender era, por un lado, la cuenta de pérdidas y ganancias, que describe la estructura de los ingresos y de los gastos de tu actividad y, por otro lado, el balance, que captura los activos y los pasivos que utilizas para desarrollar esa actividad. Solo con estos dos conceptos bien claros podíamos pasar a entender y calcular los flujos de caja, un concepto absolutamente crítico en el mundo de la empresa. Dicen que sin caja las empresas no sobreviven. De la parte del armario donde tenemos almacenados los conceptos de pérdidas y ganancias sacamos el resultado operativo, antes de depreciación, de intereses y de impuestos. Luego, nos vamos a la parte del armario donde está el balance y ahí tenemos que buscar conceptos como depreciación, como cambios en el capital circulante o como inversiones, para así poder encontrar la caja que genera la actividad económica que estudiaremos. Por lo tanto, la cuenta de pérdidas y ganancias y el balance pueden ser fragmentos conceptuales, la estructura del armario. En ellos puedo tomar decisiones sobre el negocio o la actividad, ya sea del precio de los productos, de los gastos operativos en los que se puede incurrir. Generalmente, todo eso está en la parte del armario de cuentas de resultados. También puedo tomar decisiones sobre la estructura de capital y eso, generalmente, lo tomaré en la parte del armario donde está el balance. Asimismo, cuando se aprende, por ejemplo, neurociencia, es útil empezar con los fragmentos básicos como el cerebro y sus partes, el sistema nervioso, el sistema motor. Cuanto mejor sea la estructura del armario, más fácil será recordar los fragmentos que cada vez los podemos ir haciendo más complejos. Invertir tiempo en montar el armario puede ahorrar mucho tiempo a la larga. Uno sabrá mejor dónde buscar los fragmentos y cómo hacer fragmentos cada vez más potentes al relacionarlos mejor entre ellos. A veces, lo puedes encontrar fácilmente en el índice de tu libro o en el ''syllabus'' de tu curso. Dicho de otra manera, en el armario puedo ir metiendo eslabones de la cadena que voy formando. Conforme más practico, más fuerte se hacen esos eslabones. Conforme voy aprendiendo más información, más larga se hace la cadena. Conforme mejor voy entendiendo los conceptos, mejor puedo conectar cadenas entre sí. Después de que nuestra atención ha traído información a nuestra conciencia, podemos mantenerla en la memoria a corto plazo o memoria inmediata, una función que se desarrolla en los hipocampos. La memoria a corto plazo tiene dos limitaciones importantes que para la mayoría de nosotros son bastante frustrantes: no duran mucho tiempo y tienen una capacidad limitada. La memoria a corto plazo dura como máximo dos minutos. Después de este tiempo, la información se transfiere a la memoria a largo plazo o se pierde. Solo hay, además, unos pocos elementos que podemos mantener en nuestra memoria a corto plazo, tres o cuatro para la mayoría de las personas. Esta es la razón por la que es difícil recordar un número de teléfono dígito a dígito, pero sin embargo es fácil si lo dividimos en tres números de varios dígitos. La buena noticia es que no hay límite en la complejidad de los tres o cuatro elementos que podemos manejar al mismo tiempo, siempre y cuando estemos familiarizados con ellos. Así, por ejemplo, un matemático puede mantener tres o cuatro fórmulas complejas a las que conoce bien durante un corto plazo y al mismo tiempo y, por ejemplo, un músico puede manejar arpegios y escalas complejas con las que está familiarizado. Y esto es así porque nuestra memoria a corto plazo utiliza redes preestablecidas, que ya hemos creado, y las mantiene activas durante esos períodos de tiempo breves. Y así es capaz de conservarlas durante el tiempo necesario para que se produzca la consolidación o la pérdida. De esta forma se explica por qué es más fácil aprender temas familiares sobre los que ya tenemos una serie de redes neurales formadas, y los que hay ya una masa crítica de actividad neuronal funcionando. Gracias a esta base de conceptos adquiridos previamente, es más fácil introducir elementos complejos en nuestra memoria inmediata, generar un nuevo elemento que memorizar una engrama y almacenarlo en nuestra memoria a largo plazo en forma de nuevas dendritas, que establecen nuevos puentes de comunicación entre neuronas cercanas, que quizás ya tenían previamente alguna relación que las había conectado con vivencias y experiencias y recuerdos previos. Nuestros hipocampos establecen relaciones con otras redes que contienen recuerdos similares y allí insertan el nuevo engrama. Gracias a esta base de conceptos ya adquiridos, es más fácil introducir elementos complejos en nuestra memoria inmediata, generar un nuevo elemento que memorizar un engrama y almacenarlo en nuestra memoria a largo plazo en forma de nuevas dendritas, que establecen nuevos puentes de comunicación entre nuestras neuronas cercanas, que quizá ya tenían entre ellas, de experiencias previas, una relación. Nuestros hipocampos establecen relaciones con otras redes que contienen recuerdos similares y, allí, insertan el nuevo engrama. Hablaré a continuación de la importancia del sueño para la memoria. Pasados unos días, ¿por qué recordamos algunas cosas y hemos olvidado otras? Bueno, esto tiene que ver con la relevancia de esta información y el efecto del sueño sobre ello. Durante el sueño, nuestras conexiones neuronales, las dendritas que conectan neuronas entre sí y generan redes, son eliminadas o reforzadas o, como se dice en neurología, podadas o potenciadas. Las dendritas relacionadas con datos irrelevantes que no merece la pena recordar, como por ejemplo, lo que comimos un día cualquiera, las conversaciones irrelevantes, etcétera, son podadas, son eliminadas. Por otro lado, aquellos elementos que nos esforzamos por recordar o que eran especialmente relevantes por su impacto, por su relevancia, por su contenido emocional, se hacen más fuertes y duraderos, por lo tanto, el sueño es muy importante para la memoria a largo plazo y también para el olvido. El sueño profundo, que llamamos también sueño de onda lenta por las ondas que aparecen en el electroencefalograma, ese procedimiento que utilizamos para analizar la actividad eléctrica cerebral, el sueño profundo es la fase en la que se realiza esta poda y potenciación a largo plazo. En este registro de electroencefalograma podemos observar qué diferente es la actividad cerebral cuando estamos despiertos y cuando estamos profundamente dormidos. En vigilia, cada circuito cerebral está funcionando a su ritmo, cada red neuronal está llevando a cabo su trabajo y para ello tienen que funcionar de forma independiente. Se comunican, pero principalmente funcionan de forma independiente. Sin embargo, se aprecia que en la fase de sueño profundo toda la actividad es más monótona, sincrónica, es decir, las neuronas están activándose y desactivándose al mismo tiempo, como si se comunicasen entre sí, están sincronizadas. De esta forma, establecen conexiones entre aquellas que en la fase de vigilia realizaron funciones relacionadas, es decir, la sincronización que caracteriza al sueño profundo facilita que se creen nuevas redes neuronales y se almacene el aprendizaje obtenido durante la vigilia en forma de nuevas dendritas, de nuevas conexiones, de potenciación de redes neuronales. El sueño profundo se alcanza cuando llevamos una o dos horas durmiendo, de ahí la importancia para nuestro aprendizaje de mantener un sueño adecuado y prolongado por la noche. No obtenemos sueño profundo en una siesta de media hora o en un sueño que es constantemente interrumpido a lo largo de la noche. Por lo tanto, y todos lo hemos experimentado, el buen sueño, el sueño relajante y completo, facilita el aprendizaje. Soy Antonio Gil Nagel. Feliz aprendizaje.