El aprendizaje activo, es una estrategia basada en la motivación, atención y trabajo del participante. También es un proceso basado en la comunicación entre formador, facilitador participante, participante participante, participante material didáctico y participante medio. Eso potencia la implicación de este último y enriquece a quienes participan en el proceso educativo. Visto así, en esta estrategia el participante es un actor con responsabilidad directa de su aprendizaje, el cual es guiado y orientado permanentemente por el formador facilitador. Algo que caracteriza al aprendizaje activo, es el lugar que ocupa la enseñanza en el contexto de situaciones reales. De ahí que presente casos cercanos al contexto del participante. Las características que determinan al aprendizaje activo, son las siguientes: Uno, Genera expectativas. Las acciones educativas se estructuran a partir del descubrimiento. Dos, Involucra a los participantes de la acción educativa. El objeto de estudio cuenta con condiciones teóricas y prácticas, donde los participantes interactúan. Tres, El estudiante es clave, por ser el centro de la acción educativa. El aprendizaje depende de lo que los participantes descubren, no de lo que los formadores facilitadores, imparten. Cuatro, Los procesos son orientados. El formador facilitador, estructura las lecciones y estrategias de modo que los participantes llegan a la respuesta esperada, pero, con el agregado de que eso es tan importante como la respuesta misma. El aprendizaje activo puede considerarse como tal, si presenta estos elementos: Uno, parte de un proceso cognitivo colaborativo. El formador facilitador, debe favorecer condiciones cognitivas para que los participantes formulen procesos reflexivos, los coteje y compartan. Dos, tiene diversidad de estilos y herramientas de aprendizaje. Es indispensable que la enseñanza tenga matices multisensoriales. Tres, permite la socialización en el proceso cognitivo. Cuando los participantes aprenden juntos, se fortalecen las cuestiones emocionales, lo cual, les permite sentirse seguros. El aprendizaje activo ofrece una manera creativa de aprender y ayuda a solucionar problemas y a desarrollar líderes y equipos de trabajo. Quizás su rasgo más importante sea las oportunidades que ofrece para que el participante construya su conocimiento de manera autónoma, interactuando con su medio y consciente de lo que implica su presencia en el ámbito donde se desempeña.