En las pasadas sesiones estuvimos viendo cómo aprovechar al máximo la metacognición, tanto al principio de la tarea cognitiva, cuando tenemos que planear cómo vamos a pensar, como durante la tarea, cuando monitoreamos si estamos siguiendo el plan. También es importante la parte final donde, al revisar metacognitivamente, nos preguntamos: ¿de veras llegué a la meta? Y, finalmente, también nos parecÃa fundamental que podamos ubicar cuáles son nuestras fortalezas de pensamiento al hacer el diagnóstico metacognitivo. Pero déjame decirte que, todo esto, de nada sirve sin la atención selectiva. [MÚSICA] [MÚSICA] En las primeras sesiones del curso hablamos de lo que era la atención, y ya sabemos un montón de cosas al respecto. La primera es que implica enfocarnos en un estÃÂmulo; la segunda es que no es un recurso ilimitado, al contrario, tiene lÃÂmites muy precisos; la tercera tiene que ver con que requiere esfuerzo cognitivo de nuestra parte; en cuarto lugar tenemos las variables que contribuyen a modular la atención que vamos poniendo. Y tienen que ver con varias cuestiones: una es ¿cómo funcionan nuestros almacenes de memoria? ¿Te acuerdas? La memoria de largo plazo, bien ordenadita y demás, y la memoria de trabajo que, mientras más se expanda, pues mejores posibilidades tenemos para atender. Por otro lado, tenemos las cuestiones relativas a lo que sucede tanto adentro como afuera; es decir, si hay muchos distractores, o si tengo muchos pensamientos que andan por allÃÂ, urgencias, emociones y demás, pues eso va a interferir con mis procesos de atención. Luego tengo, en tercer lugar, el tipo y complejidad de tarea. Eso se refiere a que, para tareas muy, muy sencillas o muy, muy difÃÂciles, en general, tienen poca atención; y, por otro lado, tiene que ver con que, si está automatizada, pues voy a poder tener atención más baja; si no está automatizada, mi atención sube. También, dentro de estas variables, tenemos los recursos cognitivos que usamos. Si ya tenemos un buen diagnóstico metacognitivo, sabemos cuáles son nuestras fortalezas y, al usarlas, tendremos una atención más alta. Y, finalmente, algo muy importante es la habilidad para controlarla. Y de eso vamos a hablar el dÃa de hoy. Ahora veremos cómo controlar la atención selectiva. Y esto, pues, obviamente, es parte de la metacognición, porque estamos viendo cómo controlar, desde el pensamiento, este recurso tan importante que es la atención. ¿En qué me debo de fijar cuando hago planeación metacognitiva si quiero controlar mi atención selectiva? Ay, pues es super fácil. Lo único que tienes que hacer es preguntarte: "¿en qué me debo fijar?" Y, para que practiques esto de la planeación de la atención selectiva, te proponemos un reto. Mira. En la siguiente pantalla van a aparecer una serie de palabras. Y, entre esas palabras, va a aparecer una o más veces la palabra "rojo". Tu misión es indicarnos en qué lugar aparece la palabra "rojo". Por ejemplo, si fuera la primeritita, tú dirÃÂas: "en el lugar número 1". Y asàsucesivamente. ¿Sale? [SONIDO] [AUDIO EN BLANCO] ¿Qué tal te fue? La palabra "rojo" apareció en los lugares 7, 14 y 19. Si acertaste, muy bien. Tienes una super buena atención selectiva. Si no, pues bienvenido al club. Porque, la verdad, es que hicimos una trampa, y te pusimos una sobrecarga cognitiva, porque pusimos las palabras en un color diferente del que realmente dice la palabra. Entonces eso, pues, confunde, y tiene que haber como una especie de filtro que vas haciendo para poderte concentrar en lo que realmente te pedimos. A ver. Si en este momento haces un diagnóstico metacognitivo y te das cuenta de que, al empezar a ver las letras y las palabras en pantalla, dijiste: "¡ah! unas tienen un color de letra, pero no corresponden al significado de la palabra", y decidiste filtrar esa parte y concentrarte sólo en el contenido y no en el color con que venÃÂa presentada la palabra, pues excelente. Hiciste una muy buena planeación metacognitiva de tu atención selectiva. Si al monitorearte a lo largo de la tarea te dijiste: "concéntrate en la palabra "rojo"", independientemente del color de la letra, hiciste un muy buen monitoreo. Al terminar la tarea, para asegurar que hiciste lo correcto, te preguntaste: "¿me fijé en lo que debo?" Es decir, en la palabra "rojo" y la posición en que debe aparecer? Si sÃÂ, muy bien. Fue una buena revisión metacognitiva. En esta sesión vimos la atención selectiva. Y vimos cómo manejarla metacognitivamente: en la fase de planeación nos tenemos que preguntar: "¿en qué me debo fijar?" En la de monitoreo: "¿me estoy fijando en lo que debo?" Y, al hacer la revisión: "¿me fijé en lo que quedé de fijarme?" Si todo está bien, va muy bien toda esta tarea.