No creo que exista una categoría de sacerdotes laicos que administren
los sacramentos de la inteligencia y comprendan las cosas mejor que los demás.
Muchas veces la gente de a pie aplica mejor el puro sentido común.
De hecho, el siglo 20 ha demostrado que grandes escritores pueden ser al mismo
tiempo nazis o estalinistas.
Esa es una contradicción irresoluble.
Lo que llamamos ciencias humanas no siempre ha hecho a los seres más humanos.
Podemos llamar a Céline como escritor,
pero no hay que dejar de reconocer que no sólo se equivocó,
sino que dijo verdaderas barbaridades y estupideces muy poco inteligentes.
Lo mismo cabría decir de Pirandello, que por ejemplo, mandó un telegrama de
felicitación a Mussolini después del asesinato de Matteoti, el socialista.
Y qué decir de los que iban a Moscú a presenciar las ejecuciones.
Lo que estamos diciendo, que una persona que es experto en un dominio,
no necesariamente es más inteligente o se maneja mejor dentro de una cultura.
El sentido común es muchas veces más importante que el conocimiento experto.