[AUDIO EN BLANCO] ¿Existe un entender? ¿Existe una manera de ver el mundo? Les doy la respuesta inmediato. La mala noticia es que no existe un entender. Y veamos dónde están nuestros problemas. Primero, los niveles de entendimiento. Fíjense que la velocidad es la distancia partido por el tiempo. La velocidad está expresada también con un conjunto de ecuaciones cuadráticas. Pero si queremos ser más exactos, la ecuación del movimiento realmente se expresan a través de ecuaciones diferenciales con derivadas integrales. Las tres representan la ecuación del movimiento de un objeto rectilíneo. Sin embargo tenemos tres niveles distintos de entendimiento. Dependiendo cuál es la exactitud de lo que nosotros necesitamos. Niveles de entendimiento lo vamos a encontrar en todo. Desde leer a Shakespeare en su original en inglés hasta ver un dibujo animado en que se cuenten historias Shakespeare en un lenguaje muy sencillo y en que se ha minimizado toda la complejidad de la obra. Ese mismo cuento Shakespeare en niveles muy distintos. Dominio de entendimiento. El primer dominio de entendimiento es el cognitivo. Y de hecho yo hablo que nosotros tenemos que considerar a nuestros niños desde el dominio cognitivo y emocional. Por lo tanto, el primer dominio que debemos considerar es el cognitivo. Y no voy a mostrar a Bloom nuevamente porque eso lo vimos en el capítulo uno. Pero uno de los dominios de entendimiento es el cognitivo y el segundo es el afectivo porque tenemos que siempre considerar las dos dimensiones. Los seres humanos son cognitivos y son afectivos. El afectivo, me quiero detener un poco. ¿Cuáles son realmente las dimensiones del dominio afectivo? El primero recibir una atención. Acá tengo un niño autista que está desconectado del mundo. Tenemos que aprender a que nuestros niños sean capaces de recibir afecto. El segundo es responder. Que los niños sean capaces de reaccionar a un evento externo. Que el niño sea capaz realmente de responder al estímulo emocional que le estamos entregando. El tercero, valorar. Que acepte o rechace con actitud clara lo que le están diciendo. ¿Estás o no estás de acuerdo? Eso es valorar. Realmente involucrarse y sentir o rechazar, aceptar o rechazar lo que me están diciendo. Y finalmente la construcción de valores. Tener realmente un conjunto que permita a mi realmente medir en el ámbito afectivo lo que estoy haciendo. Debemos accionar frente a eventos externos, sen, frente este conjunto de valores que nosotros hemos recibido de nuestra cultura. ¿Qué le pasó a este señor que ya lo analizamos en capítulos anteriores? El cuerpo le ganó, ¿se acuerdan? Y el no fue consistente con los valores que el mismo defiende. Si hubiera sido presidente de Francia él debería ser el campeón de defender los valores. Y esos mismos valores él no pudo mantener. Y esas son las cuatro dimensiones del dominio afectivo. Después está el dominio motriz que en los primeros años de la educación son fundamentales. El niño primero imita, repite una acción después es capaz de manipular con objetivo claro, como aquí abrir un tarro, por ejemplo. Después el trabajo de precisión en que la persona es capaz de realizar labores bastantes sofisticadas, pongo como ejemplo el gol que ganó el mundial, el último mundial. Y finalmente articulaciones, que tenemos que realmente coordinar distintas actividades físicas. Como, por ejemplo, pasar un cambio, tengo que meter el embrague y simultáneamente acelerar y por otro lado cambiar el cambio. Son varias actividades simultáneas y que requieren cierta articulación. Entonces tenemos que darnos cuenta si lo que estamos realizando, en qué dominio se encuentra. En el cognitivo, en el afectivo o en el motriz. O sea el contexto fundamental. Pero todo, no nos vamos a confundir acá. No nos vamos a confundir acá. Yo les pido que se detengan un minuto y piensen en la última hora en que estuvieron con sus niños. No nos vamos a confundir acá. Los invito a la próxima pregunta.