[AUDIO EN BLANCO] Bienvenidos. Vimos que nosotros eramos producto de nuestra historia. Ahora fíjense en lo siguiente. Veamos nuestra sala de clase. Ustedes dirán, ¿qué tiene que ver con la cultura nuestra sala de clase? Lo que ustedes están viendo acá es un cuadro de la edad media. Lo que ven acá es un sacerdote que está leyendo probablemente a otros sacerdotes las Santas Escrituras. Entonces la sala de clase que tenemos hoy día no ha cambiado mucho de la de la edad media, la misma sala frontal. Producto de nuestra historia. Nosotros vamos a ver en un ratito más, en algunos capítulos más los paradigmas. Y nos vamos a dar cuenta que nuestra historia nos encasilla a ver a la sociedad de una cierta forma. Esa misma sociedad nos ha entregado ese lente que nos obliga a ver. La sala de clase no tiene por qué ser frontal. La sala de clase es frontal porque la hemos heredado así y nos cuesta verla distinto. Entonces le quiero ahora una historia, que evidentemente no es verídica, pero que de alguna forma modela muy claramente cómo nacen las culturas en las organizaciones. Déjenme leerles el chiste que tienen delante de ustedes. ¿Cómo nace la cultura de una empresa? Unos recientes estudios han comprendido al fin cómo nace la cultura corporativa estudiando un grupo de monos. Uno, deja 20 monos en una habitación cerrada. Dos, cuelgas del techo una banana y pones una escalera para poder alcanzarla, asegurándote de que no exista ningún otro modo de alcanzar la banana que no sea subiendo por la escalera. Tres, instalas un sistema que haga caer desde el techo una lluvia de agua helada en toda la habitación cuando un mono empieza a subir la escalera. Cuatro, los monos aprenden rápidamente que no es posible subir la escalera evitando el sistema de agua helada. Cinco, luego reemplazas uno de los 20 monos por uno nuevo, inmediatamente va a intentar subir la escalera para alcanzar la banana y sin entender por qué será golpeado a palos por los otros monos. Seis, reemplazas ahora uno de los viejos monos por uno nuevo. Al subir este la escalera el mono introducido antes de él será el que más fuerte le pegue sin saber por qué le están pegando. Siete, continuas el proceso hasta cambiar los 20 monos originales quedando únicamente monos nuevos. Ocho, ahora ninguno intentará subir la escalera, más aún si alguna tratara de hacerlo este será golpeado por el resto sin que ninguno supiera por qué. Por eso cuando preguntas a un empleado por qué las cosas funcionan de cierta forma en tu empresa te dice, porque siempre ha sido así desde que yo empecé a trabajar aquí. ¿Qué es lo que observamos de este cuento? Básicamente observamos que la cultura es el producto de nuestra historia y nuestras interrelaciones. No sabemos por ejemplo por qué manejamos por la derecha. Ustedes se han preguntado, ¿por qué el agua caliente sale por la izquierda? Ustedes se han preguntado, ¿por qué nos cortamos el pelo como nos preguntamos? Ustedes se han preguntado, ¿por qué las camisas se abrochan de una cierta manera? No. Lo recibieron y no se lo cuestionan. Así es nuestra cultura. Lo recibimos por herencia y lo seguimos transmitiendo a las próximas generaciones. Entonces esta clase frontal puede ser como en la figura, una clase no frontal, donde el alumno es centro del aprendizaje, donde el alumno realmente es el actor principal del aula y no el profesor que transmite conocimiento si no lo que hace el alumno es construir su conocimiento a través de las actividades que le entrega el profesor. Y ustedes dicen, claro que sí. Entonces los invito a hacerlo. Entonces la cultura escolar es el producto, ¿de qué? Se los dejo planteado en la pregunta que viene.