[AUDIO_EN_BLANCO] [MÚSICA] ¿Cuál es la buena noticia? Pues la buena noticia es que la ciudad también genera un espacio pues muy oportuno o muy proclive para intentar abordar estas situaciones. Hay un analista norteamericano, Benjamin Barber, que recientemente hace unos meses publicó un libro, creo que todavía no está todavía en el castellano, pero que tiene bastante interés, es algo así de como por qué los alcaldes no gobiernan el mundo. Entonces, lo que él plantea básicamente es cómo el hecho de gobernar una ciudad impide que sobrevuele los problemas, ¿vale? Los problemas pueden ser los que sean, grandes, pequeños, pero los tienes en la puerta de tu casa, y los tienes cada vez que sales a la calle. Por tanto, la desafección que muchas veces muestran, no tanto la ciudadanía hacia la política, sino la política hacia los ciudadanos y ciudadanas y sus problemas, en el caso de un regidor local o de una regidora local, pues se hace muy complicado el gestionar, y al final tú tienes los problemas en casa, y tienes la gente que tiene esos problemas en casa también; saben dónde vives, pueden ir a tu puerta o pueden seguirte por la calle, en fin, la capacidad de control y cercanía es mucho mayor. Entonces, esto está generando una nueva generación, seguramente en una nueva dinámica en los regidores y las regidoras locales, que hace que estén muy pegados a los problemas y que sepan que tienen que resolverlos sí o sí, y que para ello, no tanto dejan a un lado cuestiones ideológicas en absoluto, pero tampoco sería bueno, pero sí son más capaces de generar acuerdos, de generar los espacios de acuerdo, procesos de liberación, e incluso hasta pensando en su propia, pensando en sí mismos incluso, pues procesos de participación porque al final prefieren compartir diagnósticos y soluciones que resolverlo ellas solas o ellos solos. Por tanto, la ciudad se ha convertido en un espacio pues muy interesante donde en este momento la propia necesidad, es decir, el tener que responder a los problemas sí o sí, se convierte en virtud. Es verdad que esto puede chocar con esto que decíamos antes de la institucionalización o de la definición administrativa un poco antigua que todavía tenemos, ¿no? Porque, claro, si las ciudades tienen que responder a los problemas porque no tienen más remedio que hacerlo y, además, quieren hacerlo, pero se encuentran con que no tienen competencias, no tienen recursos, pues pueden verse obligadas y esto es algo que sufren mucho por ejemplo los servicios municipales que suelen protestar mucho por esto y suelen quejarse mucho por esto, a veces se ven abocados a hacer, por lo que en las ciudades se suele decir muchas veces, aplicar políticas a final de cañería. Es decir, es muy difícil solucionar problemas que, cuando solamente puede responder a las consecuencias últimas, ¿no? Pero, en todo caso, el incentivo para intervenir es muy importante. También es muy importante en el caso de las ciudades, bueno, y aquí evidentemente la característica del regidor o de la regidora, la capacidad que tenga efectivamente de ponerse en este papel de solucionadora de problemas, pues tiene mucho que ver luego con las evoluciones distintas de las ciudades. Cuando pensamos en ciudades en las que hay problemas que se van, que se van prolongando en el tiempo y que al final casi se van enquistando y tal, pues seguramente nos encontremos ante un gobierno municipal que no ha sido sensible a estas situaciones, ¿no? En cambio, cuando nos encontramos con unas ciudades que, teniendo las mismas experiencias de problemas, estoy pensando por ejemplo en ciudades del norte del estado que han sufrido en los 80 pues procesos de reconversión industrial muy fuertes, la desindustrialización, pues ha habido reacciones distintas, ha habido ciudades que han sido más capaces de reaccionar de una manera anticipando resultados, hay otras que han estado esperando más, y eso al final se nota, ¿no? Por tanto, veo que los gobiernos municipales son la capacidad que tengan estos gobiernos para estar presentes o para estar cercanos a los problemas es muy importante. Decía que la oportunidad que ofrece la ciudad es que los gobiernos municipales no pueden sobrevolar los problemas, y también, de alguna manera, eso da una ocasión para que la propia ciudadanía se implique en la resolución de los problemas. Hoy se habla mucho de la ciudad como espacio común, de la ciudad como un bien común, de la ciudad como un lugar, como un espacio, con todos esos procesos y problemáticas donde las propias ciudadanas y ciudadanos que viven en ella asumen como tarea propia la gestión, no solo política, sino social de esa ciudad, y seguramente la escala urbana en este sentido, aunque algunas de las ciudades que hoy tenemos son you muy grandes, pero la escala urbana es difícil reconocerse en ellas, pero la escala urbana, incluso la escala suburbana, pues el distrito del barrio, es un espacio idóneo para generar procesos de democracia participativa, procesos de liberación, procesos de co-gestión, procesos de coproducción incluso de bienes y servicios. Yo creo que esa es la buena noticia. [MÚSICA] [MÚSICA]