[AUDIO_EN_BLANCO] [MÚSICA] Uno de los ejes y de los retos más importantes de las políticas urbanas es cómo profundizarlas democráticamente. Aquí hay, pues, todo un abanico de posibilidades y también de tradiciones en lo que es la organización de la participación en un entorno metropolitano, que recordemos, es de los espacios donde la política se puede hacer de una manera más directa, más interactiva con la ciudadanía, precisamente por la concentración territorial que supone la ciudad. Y en el caso de Barcelona, hemos innovado en una serie de dimensiones que son especialmente relevantes. Una manera importante o interesante de estructurar las aperturas a la participación que hemos hecho desde el ámbito digital, es diferenciar entre la codecisión, el codiseño y la coproducción. A nivel de decisión, hemos abierto un portal, lo que nos gusta llamar una infraestructura para la democracia participativa, con el objetivo de facilitar el gobierno de la ciudad, de un gobierno particular, un tipo de gobierno, como he dicho antes, de democracia participativa. Aquí la clave es, evidentemente, la participación frente a, y no quiere decir con esto que se oponga, sino que más bien se complementa, pero si entra en dialéctica con la forma tradicional de democracia que conocemos, que es la democracia representativa. Ahí, cada cuatro años tenemos la experiencia de votar y elegir unos cargos que gobiernan y deciden, diseñan esa ciudad con otros agentes, pero pocas veces con métodos que permitan a la ciudadanía ejercer su soberanía, en el sentido de ejercer el poder de decisión o de codiseño de la ciudad o incluso de coproducirla y coproducir esas políticas públicas de manera colectiva, de manera interactiva, donde haya un diálogo, una negociación y un intercambio productivo con los representantes, las representantes de esa soberanía y también con los gestores y las administradoras de las instituciones públicas. De este modo, lo que busca este portal y lo que hemos construido de manera digital e institucional y social, porque esas tres patas son importantes, es un espacio digital donde poder recoger ideas, donde poder valorarlas, prorizarlas, incluso también valorándolas económicamente, poder gestionar grandes o pequeñas cantidades de dinero en la forma de presupuestos participativos, donde poder organizar también reuniones y subir las actas de las reuniones, hacer que surjan de las reuniones propuestas, poder auditar y hacer un seguimiento, que nosotros le llamamos trazabilidad, de qué es lo que pasa con cada una de esas ideas. Y en definitiva, gestionar la complejidad de la mente colectiva de una ciudad que como Barcelona, y hay otras más, evidentemente, que tienen millones de personas viviendo, millones de problemas, y muchas soluciones comunes que no siempre es fácil identificar y coordinar. Dentro del proyecto Decidim, que es el nombre de esta plataforma, en catalán significa decidamos o decidimos, esa conjugación de la primera persona del plural es importante porque es a donde apunta la idea de la democracia participativa. Uno de los proyectos más grandes dentro de este proyecto del Decidim fue el del Plan de Actuación Municipal. El Plan de Actuación Municipal en la ciudad de Barcelona tiene una característica y es que tiene que ser participado y participativo, así lo dice la Carta de Barcelona, que es una especie de miniconstitución que tiene la ciudad de Barcelona, herencia de la MED y la fundación de la ciudad. Y esta exigencia de que la planificación estratégica de todo el mandato, los cuatro años que siguen a la entrada de un nuevo equipo de gobierno, pues, es una tarea compleja y en la era de las redes digitales tenía que tener una presencia y una articulación digital de la inteligencia colectiva y un proceso político. Nosotros no hablamos de participación digital, la participación o es política o no lo es. La democracia digital o es democracia política y, por lo tanto, tiene efecto sobre las políticas públicas, o no es democracia. Ahora bien, puede haber medios digitales, puede hacer facilitación de infraestructuras digitales, que permitan articular toda esa voluntad popular fragmentada, diversa, conflictiva, y el Decidim permite hacer eso. Fue un reto extraordinario, hacer el Plan de Actuación Municipal, en términos generales siempre lo es, y esta vez con la plataforma lo fue de una manera diferente, que permitió por primera vez articular y dejar constancia de todas las propuestas que se analizaban, de cómo esas propuestas eran aceptadas o rechazadas por el equipo de gobierno, cómo se estructuraban en una jerarquía de categorías y lo que sería el índice de un libro. Y también, esta es una característica peculiar de la plataforma que hemos diseñado en el Ayuntamiento de Barcelona, cómo se debatían y cómo surgían propuestas de encuentros o citas presenciales o asambleas populares, llamémosle como queramos. Pero en definitiva, espacios presenciales donde la gente discutía con una calidad deliberativa mayor de lo que a menudo permiten las redes sociales para construir esas propuestas o debatirlas, cuestionarlas, etcétera. Entonces, la plataforma digital, en este caso, lo que permitía era fusionar e integrar toda la dinámica externa que se da en la ciudad y que previos procesos de planificación estratégica habían acogido, encuentros con asociaciones, consejos de barrio, y otro tipo de órganos de participación, y que algunos crearon sus procesos para recoger ideas e implicar a la ciudadanía en este proceso de planificación estratégica, esta vez estaban reflejados en la plataforma. Se hicieron un total de 10.000 propuestas, de las cuales 72% fueran finalmente integradas en el Plan de Actuación Municipal y resumidas o integradas en 1.400 actuaciones. En ese proceso tuvieron lugar más de 400 citas presenciales con ciudadanía, asociaciones y otras entidades sociales. Y lo que permitió en definitiva la plataforma fue más transparencia en ese proceso, mayor visibilidad de esas propuestas y la posibilidad de gestionar la complejidad que supone poner en marcha un proceso de inteligencia colectiva de esas dimensiones. Pero en total fueron más de 40.000 personas las que participaron. Una de las características de la plataforma y del proyecto Decidim, y en concreto Decidim Barcelona, que es la instancia que funciona aquí en la ciudad de Barcelona, es lo que llamamos el Metadecidim, y es que la propia plataforma es el resultado también de un proceso de participación, que utiliza la propia plataforma como estructura vehiculizante de esa participación. De ahí que la plataforma recoja las tres dimensiones que podrían considerarse integradas, una forma de gobierno participativo, que sería la codecisión, en este caso, la decisión negociada o interactiva entre el equipo que gestiona el Decidim y la propia ciudadanía de las funcionalidades que tiene que tener la plataforma, características como el tratamiento de datos personales o qué tipo de iniciativas tienen que tener cabida en la plataforma, de qué manera se expresa eso, qué tipo de comunicación tiene que permitir la plataforma, ese tipo de funcionalidades se debaten y se deciden. Luego, hay un proceso de codiseño que tiene más granularidad una vez tomada la decisión, un proceso en el que se puedan detallar características de los perfiles de usuario, etcétera. Y una tercera característica importantísima para la plataforma es la coproducción, en este caso, de la propia plataforma. Esto es posible porque es una plataforma básicamente construida con software libre y eso quiere decir que cualquier persona puede tomar el código, modificarlo, mejorarlo, auditarlo, encontrar errores, corregirlos, y tiene lugar este proceso de colaboración y de coproducción dentro de una especie de Wikipedia de la programación que se llama Github. Y que ha permitido que entre diferentes agentes, trabajadores de ayuntamiento, programadoras, universidades, ciudadanos de todo tipo, puedan ir auditando y contribuyendo a las funcionalidades de la plataforma. Evidentemente, exigen cierto nivel de conocimiento, tanto de cómo funciona este entorno colaborativo, como de lenguaje de programación, otras barreras de acceso que tiene este sistema, porque es relativamente complejo, pero a la vez queda constancia de todos esos cambios y permite una transparencia y, sobre todo, una apertura a que otras instituciones interesadas en utilizar ese software, que no sean el propio ayuntamiento, puedan también incorporarlo y contribuir con sus mejoras. Entonces, estas serían un poco las tres escalas en las que se ha trabajado en la plataforma, desde el punto de vista de la producción, en este caso, de las políticas urbanas, de qué tipo de plataforma digital debería de tener la ciudad de Barcelona para construir colectivamente una nueva infraestructura democrática. La capa de coproducción que tiene lugar en Github, la capa de codiseño que tiene lugar en un Decidim especial, que se llama meta.decidim.barcelona, donde se reúne toda una comunidad para detallar esas características de la plataforma. Y luego en el Decidim Barcelona, que sería el portal del ayuntamiento, donde se albergan los procesos de participación, ahí dentro hubo un proceso de participación para que la ciudadanía de manera, bueno, diversa, pudiera hacer sus contribuciones respecto a las decisiones centrales de las características y funcionalidades de la plataforma. [MÚSICA] [AUDIO_EN_BLANCO]