[MÚSICA] [MÚSICA] Quizás otro aspecto que ha emergido con fuerza hace más reciente, hace menos años es, son los procesos de innovación en la producción de estas políticas locales. Por lo tanto considerar que a las políticas locales, ofrecen una buena oportunidad para procesos de producción más participativos, más democráticos, más innovadores, donde las instituciones públicas y las prácticas sociales o ciudadanas pueden generar un nuevo espacio público compartido, un espacio de bienes comunes, un espacio de carácter comunitario, en el que muchas de esas necesidades de las personas se pueden resolver a través de estrategias de cooperación entre lo institucional y lo comunitario, entendiendo que tanto una cosa como la otra pueden acabar configurando un nuevo espacio público en la ciudad. En Barcelona tenemos a unos ejemplos yo creo bastantes paradigmáticos de esto. Cuando hace algunos años se decide fortalecer estas políticas sociales locales, se decide también en paralelo poner en marcha el acuerdo ciudadano por una Barcelona inclusiva, que funciona a través de redes de acción, temáticas, desde personas de innovar hasta personas inmigrantes que llegan a la ciudad, pasando por niños y niñas en situación de fragilidad o por una red de cultura por la inclusión social por ejemplo, ¿no? Entonces, en estas redes son mesas en las que los principales agentes ciudadanos o comunitarios que prestan servicios en ese terreno junto con los servicios municipales de proximidad, deciden coproducir determinadas políticas, servicios, programas, en ese ámbito. En el ámbito de cultura por la inclusión, por ejemplo hay un programa muy interesante en el que una parte de la oferta cultural de los grandes alineamientos públicos en la ciudad, se reserva para colectivos en situación de exclusión social que trabaja las entidades que forman de las otras redes de la juventud. Y por lo tanto ahí tenemos un elemento de innovación muy importante en las políticas sociales, o por ejemplo la acción comunitaria en los barrios. Hoy en Barcelona tenemos 17, 18 planes comunitarios de barrios, donde son las entidades del barrio, el movimiento vecinal junto con los servicios municipales que están presentes en el barrio, desde una escuela infantil, una biblioteca, unas casas de barrio, un centro de atención primaria de salud, hacen un diagnóstico comunitario y deciden cuáles son las prioridades de inversión, de actuación, que más bienestar puedan generar sobre la base de un proceso participativo en el barrio. Y es esa mesa comunitaria la que acaba gestionando también los recursos al servicio de esas políticas, ¿no? Por lo tanto ahí hay un espacio interesante de innovación o un último ejemplo, lo que se ha venido llamar la gestión ciudadana o comunitaria de los equipamientos culturales de la ciudad. En la ciudad hay equipamientos muy enraizados en la vida de los barrios y de los distritos, desde ha tenido de Nou Barris, al pasar la armonía de Sant Andreu, o [INCOMPRENSIBLE], equipamientos en los que la gestión no es directamente municipal, pero se supera la exteriorización de la gestión y son las redes ciudadanas del territorio las que presentan proyectos de gestión y de modernización de esos equipamientos. Y finalmente por lo tanto acaban gestionando, un equipamiento que tiene una titularidad pública, que tienen un presupuesto público, pero que es un espacio de compromiso comunitario de las redes asociativas del barrio en cada gestión de ese equipamiento. Por lo tanto, un poquito en definitiva, ¿no?, las políticas urbanas en su dimensión social no solamente han ido fortaleciendo su agenda, sino que también ha sido un espacio, una oportunidad de innovación muy importante en sus procesos de producción hacia una elaboración más democrática, más participativa, mucha más cercana, digamos a procesos de elaboración en común que a procesos de elaboración burocrática. [MÚSICA]