[MUSIC] Hola de nuevo. Hoy vamos a hablar [COUGH] del poder de lo complicado. ¿Por qué es un hecho? Los números nos llevan a espacios mentales donde es complejo entender qué está sucediendo, cuantos más números, más difícil es, incluso para las personas expertas es difícil entender las argumentaciones numéricas. Por lo tanto, es bastante frecuente acabar convenciendo a las personas por saturación. Procesos en los cuales las personas acaban llegando a la conclusión que no saben y van a aceptar por buenos esos datos. Aunque no deberíamos dejar que esto suceda nunca, porque siempre es posible entender un fenómeno numérico mediante una correcta exposición adaptada a las necesidades de cada persona. Otro hecho evidente es que en el siglo XXI tenemos un grave problema en muchas disciplinas, que es que estamos sobrepasados por lo datos numéricos. Incluso se está hablando de la existencia de un tsunami de datos, y que esto está llevando a un entorno, un paradigma de la investigación que se llama el paradigma del Big Data, en el cual, cada vez tenemos más datos y tenemos que desarrollar herramientas para entender estos datos. Pero que son herramientas que no podemos modificar, porque justamente las utilizamos porque no podemos trabajar con los números en bruto. Entonces, se crean unas dinámicas un poco viciosas, en las cuales cada vez tenemos más números y los mecanismos mediante los cuales entendemos estos números son tan complejos que tampoco los podemos estar controlando. Pero, al fin y al cabo esto es algo que es evidente. Vamos a ver algún ejemplo sobre estos procesos al nivel más básico. El primer caso tiene que ver con las mujeres y la fertilidad, es un ejemplo extra extraído de un libro de Susan Faludi llamado Reacción, que trataba sobre cómo los nuevos machismos estaban criticando la liberación de la mujer en occidente en los años 80. Ganó un premio Pulitzer por este libro. Y, en este caso concreto, vamos a hablar de la presión del supuesto reloj biológico, ¿no? En Febrero del año 1982, The New England Journal of Medicine publicó un artículo en el cual explicaba y exponía que esa nueva perspectiva de análisis estadístico, que las mujeres de entre 31 y 35 años veían disminuir su fertilidad en un 40%. Además, en la revista añadía un editorial bastante paternalista, al fin y al cabo las mujeres a esta edad deberían abandonado sus carreras y centrarse en lo que las hace felices, que es la familia. Que es algo que evidentemente no tiene que ser una obligación, ni para los hombres ni para las mujeres, pues en cualquier caso era el clima reinante, machista, heteropatriarcal estándar histórico. Y en este sentido, lo que pareció criar y crió una gran, Onda expansiva en todos los medios de comunicación occidentales, insistiendo en el hecho que las mujeres, tienen que tener los hijos antes. Por lo tanto, estas mujeres que estudian y que alargan, o que tienen trabajos y que tienen carreras y que alargan o postergan su natalidad, su proceso reproductivo, para consolidarse en su carrera, son personas que no coctuan correctamente porque cuando quieren y no van a poder, van a tener complicaciones. Por lo tanto, era una crítica a que las mujeres tarden en tener hijos. De hecho, lo curioso, y aquí Faludi es cuando se paraba, incluso en el libro, ¿no? Y es comprensible, es que si vamos a los datos, y los datos son los datos, pero nunca los datos son los datos y esto es más importante, los datos dependen de cómo los trabajemos. Los datos en bruto no hablan, los datos requieren formas de interpretarse, requieren formas de capturarse, requieren formas de procesarse, requieren formas de expresarse, es curioso. Y esto es lo que es importante, pero en cualquier caso, en el año 1985, el centro para la salud y en la serie estadística un norteamericano demostró que las mujeres entre 31 y 35 años en realidad solo han visto disminuida su fertilidad. Evidentemente hay un factor biológico en la capacidad reproductiva y fértil, solo había disminuido un 13,6%, que, al fin y al cabo, si se comparaba con la de las mujeres. A los inicios de la década de los años 20, de sus años 20, su veintena, solo era un 3% más, es decir, que en la veintena la fertilidad no es completa tampoco, las mujeres cuando tienen 20, 21, 22, 23 tampoco tienen todas una fertilidad del 100%, por lo tanto, no era tan grave. Si el mensaje crítico era decir a las mujeres tenéis que abandonar vuestras carreras, el uso numérico era el resultado de un uso negligente o voluntariamente negligente, esto tenemos que tenerlo claro también. Otro estudio curioso es el que también se diseñó en contra de las mujeres cuando se hablaba y recientemente apareció otro estudio, uno en el año 86 de unos investigadroes Harvard y Yale, y otro en el 2010 y exactamente en 2015 apareció otro en una ciudad británica. En el cual se discutían cuáles eran las prioridades de las mujeres casarse a ciertas edades, otra vez la misma critica, pero ahora you no vamos hablar de aspectos reproductivos sino de capacidad de entrar dentro del carriel estándar que se exige a los seres humanos occidentales de formar pareja de familia. Sin lo cual parece que nadie podría ser feliz, cuando en realidad no tiene por qué pasar por estos caminos trillados. En cualquier caso, volvió a suceder lo mismo, se decía que las mujeres con estudios superiores tenían menor probabilidad de casarse, evidentemente cuanto mayor es pues todo esto disminuiría. Recientemente el Council of Contemporary Families produjo un estudio en el cual se demostró justamente lo contrario, las mujeres con estudios, lo que sucede es que posponen, e incluso yo diría con mucha sabiduría, el matrimonio. E incluso no quieren casarse a cualquier precio, con cualquier persona, ellas tienen un criterio, por tanto, no es que no pueda, sino es que no quieren, y cuando quieren, quieren hacerlo en condiciones. Además, lo que es correcto y los datos nos indican es que en realidad este grupo de mujeres con estudios superiores, si se quieren casar a partir de los 40s, sus probabilidades de conseguir casarse son más elevadas que el de las mujeres sin estudios. De hecho, las mujeres sin estudio se casan mucho más a una edad más inicial o más temprana. Pero cuando aumenta la edad en realidad las personas con más estudios tienen mayores facilidades para conseguir casarse. Incluso había otro corolario, que estas mujeres con estudios superiores en el momento que se podían, que decidían casarse, sus índices cuantificados mediante encuestas complejas. Bueno, vamos a explicarlo aquí, demostraban resultados de mayor satisfacción personal y mayor felicidad, es decir, que, al fin, el estudio inicial o los estudios iniciales que criticaban las mujeres que nunca casarían y otra vez el reloj biológico, y a nivel social el reloj matrimonial, podríamos decir, también es falso. Aunque tiene mucho éxito y se va repitiendo cada año en todas las resvistas y los medios de comunicación, porque refuerza el estudio inicial, que criticaba a las mujeres que lo hacían, porque refuerza visiones culturales. Y, en último lugar, es una cuestión también relacionada con las mujeres, pero que tiene que ver con el proceso de visualización cuando tenemos datos y cómo esto determina cómo lo podemos ver. Es un gráfico de la Oficina de Estadística Nacional británica, en el cual analizan los embarazos adolescentes en personas menores de 18 años, entre el año 69 y el 2014 en Inglaterra y Gales. Se puede ver que ha ido disminuyendo [COUGH] pero hay un error en el proceso de visualización, porque parece que estamos a cero y no, no es cierto, estamos a por encima del 20%, de 20 concepciones por mil mujeres en la edad entre 15 y 17 años. De manera que este gráfico parecería que nos da un resultado de cero, y en realidad es un resultado de veintipico, simplemente porque la gráfica se ha iniciado a partir de 20 en uno de los ejes, lo cual es un grave error a nivel de visualización. Y puede llegar a llevar a equívocos, [COUGH] lo que nos lleva a pensar que demasiada información a veces es menos, y remito al cuento fantástico de Jorge Luis Borges, en el cual el explica la existencia de un mapa tan preciso que tenía una relación de uno a uno con el mundo. Claro, un mapa es útil cuando es una simplificación. Si es demasiado simple, no nos sirve, porque no nos explica las cosas. Pero, si es demasiado preciso, tantas cosas nos distraen y al final no vamos a llegar a donde queremos. Si el mapa incluye la última raspadura en una pared de la casa donde yo voy, seguramente será tan grande que no me permitirá guiarme con mucha fiabilidad. Por lo tanto, debemos simplificar siempre que se pueda, pero, al mismo tiempo, sin llevar los datos a una parodia de la situación real. Además, no debemos dejarnos abrumar por los datos, porque existen las fuentes, las formas de procesarlos, las funciones de los estudios, hay un sentido en todo ello. Más allá de que nos den los datos en bruto, nunca que nos den datos numéricos son todo lo que se puede se expresar serían las tablas de los datos, incluso en este sentido las tablas se pueden organizar de muchas formas diferentes. Y, además, la modelización de estos datos es una técnica, una técnica cultural que tiene unas funciones determinadas. Pero nunca es una evidencia del mundo real, no es anda que capturemos con nuestros sentidos, es un procesamiento del mundo que nos rodea. Bueno, muchas gracias y espero que les haya gustado. Aquí tenéis algunas referencias para poder ampliar en esta línea. Hasta pronto.