[MUSIC] En estas semanas hemos estado preparando los estados financieros de la librerÃa del campus en los dos años de operaciones, en el año uno y en el año dos, que vamos a analizar ahora. FÃjate que a pesar de haberlo hecho evidentemente por separado, primero el año uno y después el año dos, lo habitual es analizar los estados financieros comparando dos años, en este caso el uno con el dos. Asà pues, si nos referimos concretamente al balance de situación, lo habitual es encontrarnos una imagen como esta, indicando los saldos finales de las cuentas del año x1, final del año x1. Y por otro lado, los saldos finales de las cuentas al final del año dos. El hecho de tener en un mismo balance los resultados de dos años nos permite comparar mucho mejor qué ha pasado, en este caso, con la librerÃa del campus durante el último año, a comparar siempre con el anterior. Vamos a ello. Si nos fijamos en el activo, una primera cuenta importante a analizar serán, cómo no, los inventarios. Fijémonos que el inventario ha pasado de 45,000 euros, que era el saldo final que tenÃamos en el año uno, a 47,000 euros, que es el saldo final que tenemos en el año dos. ¿A qué se debe este aumento? ¿Es algo preocupante? Claramente en este caso no, puesto que si miramos las ventas, comparamos las ventas del año uno respecto al año dos, vemos que estas han aumentado. Por lo tanto, es lógico que la cantidad de inventario también aumente. ¿Es este nivel de inventario razonable? Pues para responder a esta pregunta, lo que se suele hacer a la hora de llevar a cabo un pequeño análisis financiero, es comparar precisamente estos inventarios con las ventas que ha tenido la empresa a lo largo del año. Concretamente un ratio habitual suele ser los dÃas de inventarios, es decir, ¿cuánto tiempo en dÃas de ventas hemos tenido los inventarios en nuestro almacén? Y para ello basta con dividir los inventarios entre el coste de las mercancÃas vendidas. Recuerda que los inventarios están valorados a ese coste, al coste de la mercancÃa que estamos vendiendo. En este caso, si calculamos este simple ratio para el año x1, obtenemos que en promedio nuestro inventario se pasa 131 dÃas en el almacén. Y si calculamos este ratio para el año dos, vemos que en promedio el inventario se pasa 116 dÃas en nuestro almacén. Fijaos de alguna forma que al comparar nuestros dos números tenemos una buena noticia, y es que hemos conseguido reducir la cantidad de inventarios en nuestro almacén de 131 a 116 dÃas. Es decir, que hay una rotación de inventarios un poquito mayor, conseguimos sacar el inventario antes del almacén. No te preocupes en cualquier caso mucho por estos cálculos de ratios, simplemente quédate con la intuición que hay detrás de ellos. En el curso de finanzas podrás entender mucho mejor cómo se calculan y exactamente qué significan. Dejadme añadir aquà un punto muy importante. Recuerda que el balance es una foto de la situación patrimonial de la empresa en un momento determinado, concretamente en este caso, al final del año uno y al final del año dos. Por tanto, estos números que estamos calculando, estos ratios de inventario que estamos calculando, debemos ponerlos en el contexto de esta fecha, es decir, a 31 de diciembre de cada uno de los años. Este dato, la fecha en la cual hemos construido el balance, es muy importante, especialmente en negocios estacionales. Si este negocio de Cristina fuese estacional, imaginemos que tuviese, por ejemplo, una campaña de Navidad, seguramente a 31 de diciembre los inventarios deberÃan estar en su nivel más bajo posible, puesto que, de alguna forma, toda la mercancÃa deberÃa haber salido hacia los clientes. Por lo tanto, siempre que calculemos un ratio de este estilo, debemos ponerlo en el contexto de la fecha en la que nos encontremos, para poder decidir, para poder valorar si esos números son altos o bien son bajos. Todas estas son precisamente las preguntas que como externos deberemos plantear a los directivos de la empresa, puesto que nosotros no estamos familiarizados con el dÃa a dÃa, y ellos sÃ. Estas son las preguntas, por tanto, que les deberÃamos hacer. La siguiente cuenta que podemos analizar en nuestro balance es la cuenta de clientes, cuentas a cobrar. Fijémonos que de nuevo esta cuenta también ha aumentado, ha pasado de 22,000 euros a final del año 1, a 28,000 euros a final del año 2. ¿Es este incremento importante? ¿Es este incremento preocupante? Fijémonos por tanto que este aumento podrÃa deberse, por ejemplo, a problemas a la hora de cobrar de nuestros clientes. ¿Estamos cobrando más tarde? ¿Tenemos problemas para cobrar? O quizá no, quizá es que estamos vendiendo a clientes corporativos, que, si recordáis, pagaban más tarde, como, por ejemplo, la propia universidad. ¿Hemos cambiado nuestro mix de clientes? O bien simplemente podrÃa deberse a que las ventas han aumentado y como consecuencia, también la cuenta de clientes o de cuentas a pagar. De hecho, para responder a esta pregunta, es decir, para poder entender, para poder ver si este nivel de inventarios es razonable o no, podrÃamos calcular un ratio similar al que hemos calculado en el caso de los inventarios. Es decir, poner este valor de cuentas a pagar en contexto referido a las ventas diarias. En este caso, lo que podrÃamos llamar un periodo de cobro se calcularÃa como el saldo de las cuentas a cobrar dividido las ventas diarias. Si lo hacemos para el periodo uno, para el final del año uno, veremos que el periodo de cobro promedio es de 45 dÃas. Mientras que si lo hacemos para el final del año dos, vemos que el periodo de cobro es de 49 dÃas. Estos periodos salen asÃ, puesto que, además de clientes individuales que pagan en efectivo, recordad que tenÃamos clientes corporativos que pagan a 30, 60, o a los dÃas que sean. En este caso, en promedio, como vemos, serán 45 y 49 dÃas. ¿Son estos valores muy altos, muy bajos? Pues de nuevo aquà deberÃamos plantearnos la misma pregunta que antes, ¿es este negocio estacional? ¿Hay algún tipo de estacionalidad en esta librerÃa, por ejemplo, en la época de Navidad? En este caso, volvamos a recordar, este balance está efectuado, está hecho, a 31 de diciembre, tanto del año uno como del año dos. Por lo tanto, pondrÃa indicar que ahà hay cierta estacionalidad en las ventas de Navidad. Si hubiese cierta estacionalidad, nuestro nivel de cuentas a cobrar, nuestro nivel de la cuenta de clientes, deberÃa estar en su periodo más alto. Puesto que, en ese caso, hemos entregado toda la mercancÃa correspondiente a la campaña de Navidad y estaremos, por lo tanto, esperando a cobrarlas en los próximos dÃas, en los próximos 45 ó 49 dÃas. Por lo tanto, la cuenta de clientes estarÃa, en ese caso, en su nivel más alto. Esta es, claramente, una de las preguntas que deberemos siempre plantearnos a la hora de interpretar estados financieros. Finalmente, dentro del activo corriente, la última cuenta que podrÃamos analizar es, evidentemente, la cuenta de caja. Porque la caja ha aumentado desde un saldo de 31,400 euros al final del año uno al saldo de 32,400 al final del año 2. De hecho, si relacionamos estas tres cuentas, podemos explicar claramente esta generación de caja. De hecho, fijémonos que con la caja cogemos dinero para comprar inventario. Con ese inventario llevamos a cabo ventas a cliente, y ese cliente al final es quien nos paga, y por lo tanto, cobramos ese dinero. Es decir, que nuestro ciclo de caja, al menos debida a las operaciones, sigue de alguna forma este funcionamiento. Por lo tanto, es muy importante saber exactamente cómo tienen lugar estos cobros y pagos para saber el nivel de generación de caja. Si cobramos tarde de nuestros clientes y pagamos pronto a nuestros proveedores, claramente nuestra caja va a disminuir. Mientras que si hacemos lo contrario, si pagamos más tarde a nuestros proveedores y cobramos inmediatamente de clientes, claramente nuestra caja aumentará. Asà es, por tanto, como un negocio genera caja como consecuencia de sus operaciones, al margen de otras muchas cosas que claramente quedan reflejadas en el estado de flujos de efectivo. [MUSIC]