Señor Erenhaus, usted es autor de media docena de libros importantes de relatos, es traductor de Shakespeare, de Carol, de Poe, entre otras, entre otros clásicos ingleses, es profesor de un master en traducción de la universidad iii y por alguno de sus libros me da la impresión de que ejerce de argentino. Por ese motivo yo creo que va a ser muy interesante su intervención que agradecemos en nuestro curso MOOC sobre corrección y estilo en español porque precisamente en este curso se estudian durante dos o tres semanas las diferencias de estilo entre las versiones, distintas versiones de la obra cumbre de Salinger, el cazador oculto en versiones argentinas y el guardián entre el centeno en versiones españolas de Carmen Criado. Pues bien, dicho esto, parece oportuna la primera cuestión sea con todos esos títulos plantearle ¿a qué clase, a qué variante del español se debería según usted traducir un clásico como Salinger? >> Yo creo que casi hemos empezado por la última pregunta porque es la cuestión esencial, una de las cuestiones esenciales de la traducción, no solo de la traducción al castellano que tiene múltiples variantes, sino creo yo de la traducción a cualquier lengua. Es decir, existe un estándar, una lengua estándar, existe una lengua de la traducción en caso de que se conteste afirmativamente, ¿cuál es, cuándo aplicarla, cuándo no? Todas estas preguntas son preguntas que en algún momento tarde o temprano el traductor se tiene que plantear y tiene que ver con muchas cuestiones adyacentes, por ejemplo a quién vamos a dirigir la traducción, a quién está dirigida, quién es muestro lector ideal, a quién quiere dirigir la traducción o la edición de la obra traducida al editor, cuál es el segmento de mercado al que apuntamos. Todo esto configura esa especie de espacio donde aparentemente funciona lo que llamamos un español neutro y yo creo que en el correr de los años y a través de la experiencia ganada he empezado a sospechar que no existe, es decir que no hay ningún español neutro, que no hay ninguna neutralidad, que cada traducción es lo menos neutro que podamos imaginar y que uno traduce también de una manera muy intuitiva con respecto a esa obra en especial y al momento en el que está inmerso el traductor, el traductor no se puede aislar del momento histórico, cultural, etcétera en el que traduce. >> you. Muy bien, entonces precisamente y a raíz de estas oscilaciones donde se apunta y o parece usted apuntar diríamos el, la situación actual del español donde convive o han de convivir pues aquello, media docena como mínimo de grandes normas de cultura y de relieve y de referencia o más evidentemente, la de Buenos Aires, la de México, la del Caribe, la de Caracas, Chile, Ecuador o la misma península, pues evidentemente pues constituye una situación particular, de modo que plantea un auténtico problema para los profesionales de la traducción, para las diríamos, para el estudio de diferentes versiones de una obra. Pero en todo caso para concretar me gustaría trasladarle una observación de Adriana Hidalgo que como sabe usted es una editora de referencia y que en una reciente reportaje a raíz de la publicación de la última edición del diccionario de la academia, decía que le sorprendía que en las primeras páginas de Salinger en español apareciesen términos como gilipollas que evidentemente es un término genuinamente español de España, podríamos decir un localismo estricto de España. Y sobre todo cuando lo comparas la observación es pertinente, sobre todo cuando la comparas con las alternativas de las otras versiones, en las versiones argentinas se habla de farsante o de imbécil, y incluso en la última edición de Carmen Criado del 2006 se habla de palurdo farsante. Y sin embargo en el 78 pues aparece o deja ese término de gilipollas que realmente a Adriana Hidalgo. ¿A usted le sorprende igualmente o qué? >> A mí no, sorprenderme no me sorprende. Primero yo quiero decir una cosa que siempre he pensado y que me parece que empobrece mucho la crítica de la traducción. Si nosotros reducimos el análisis de las traducciones a cuestiones lexicográficas que es lo que suele hacer la mayoría de la así llamada crítica, muchos analistas de la traducción, muchos reseñistas, estamos empobreciendo totalmente el objeto de nuestro análisis. La cuestiones lexicográficas como todo traductor sabe y sobre todo los autores también lo sabemos o lo saben es la menor de todas, uno muchas veces emplea una palabra por el sabor, el color, el sonido, la resonancia colaterales porque es lo que sale naturalmente en ese momento y luego la crítica se centra, se ceba en esas selecciones determinantes. O sea que a mi me parece que la crítica lexicográfica en general no es pertinente. Es mucho más pertinente una crítica que entienda la traducción como una estructura, como un sistema que se tiene que sostener por cuestiones más profundas, más justamente estructurales, que tiene que ver con la prosodia, que tiene que ver con los ritmos, que tiene que ver con cosas más sensoriales probablemente que el traductor utiliza porque es también lo que utiliza el autor. El autor tiene una paleta de colores que usa libremente, el traductor tiene que identificar de alguna manera esa paleta de colores y tratar de utilizarla también. >> Estoy totalmente de acuerdo que evidentemente y de hecho los, diríamos en los estudios que se han hecho el léxico en realidad al final es ese 4 o 5% que puede marcar las diferencias entre diferentes normas del español. O sea que en realidad era prácticamente una, un pie, era una disculpa para plantear el tema, no no retórica pero sino para plantear el tema de los localismos, que evidentemente donde se ven mejor es en una pieza léxica como esa, y estoy totalmente de acuerdo que una obra como esta es mucho más compleja y el ajuste de lengua que supone el recoger ese idiolecto tan particular del protagonista narrador pues evidentemente va muchísimo más allá que la anécdota de una pieza léxica, ¿no? Pero bueno. >> De todos modos con respecto a vamos a centrarnos en esa grilla de como se ha pasado de palurdo >> Sí. >> a gilipollas. >> Sí. >> Incluso creo que >> Sí. >> farsante, imbécil, gilipolla. >> O cuando habla de bosta para referirse. >> Exacto. >> A gilipollez que dice en la de 2006. >> Incluso en la versión de de Andés la del 61 esta es una edición del 68, yo había visto que ponía miserable farsante. >> Claro. >> Que no está mal porque >> En vez de palurdo farsante. >> el original en inglés dice iii y palurdo farsante o, o miserable farsante. >> O jilipollas. >> Se acerca miserable, farsante se acerca mucho a la literalidad de esa. >> you, you, you. >> De la versión original. Sin embargo no tiene el sabor, el color que tiene el, el inglés porque evidentemente lo que hizo Salinger y, y lo que sigue dificultando tanto la traducción de esta obra es que Salinger por primera vez, así como Dylan Thomas había inaugurado la posibilidad de que el adolescente fuera un personaje en la literatura, Salinger es el primero que le da una voz autorizada. >> Propia. >> Sí propia y autorizada. Pero claro, es una voz adolescente de una determinada época en un determinado lugar. >> you. >> Es un chico de New Jersey en los años 50. >> Sí. >> Y en esa época los adolescentes hablan de una, you se sabe que lo que más evoluciona es el vocabulario adolescente. Antes era carcelario pero ahora yo creo que es el adolescente. >> Sí. >> Entonces, ¿qué hace, cuál es el problema del traductor? El traductor se tiene que preocupar por fijar de algún, de alguna manera ese vocabulario adolescente de una época de los años 50 en New Jersey, encontrar el equivalente, un equivalente que no sea demás, demasiado local o demasiado naturalizado porque entonces perdería universalidad. >> Sí. >> Y la elección que toma a pesar de ser la mejor de las elecciones tanto sea miserable palurdo como, como miserable farsante como gilipollas, esa elección en el momento de tomarla, es decir un segundo después de tomarla you es vieja. >> Claro. >> you es obsoleta. >> Sí. >> you ha empezado a quedar eh, detrás porque el, la lengua adolescente habrá evolucionado y habrá seguido evolucionando y así como nosotros aceptamos que clásico aunque sea un clásico contemporáneo envejezca amablemente. >> Sí. >> Es decir le soportamos su, su, su, su condición de añejo. No soportamos tanto esa condición en las traducciones, porque la traducción ha tratado de venir hacia aquí y ese aquí you está quedando atrás. >> Claro, el de venir el, el, el, el Parménides. >> Exacto. >> Muy bien, muy bien, muy bien. Mire precisamente desde este punto me gustaría saltar a la observación de María Irusormendi que usted me, cuyas observaciones, cuyas propuestas usted me apuntó y que yo agradezco. Cuando se refiere a la labor de peinado en las, en las distintas versiones de diferentes normas del español y donde, y hablando concretamente de la versión de Brugera del 77 de la obra nueve cuentos del mismo Salinger habla de que dejando en un conjunto la apariencia de pulóver, jersey, rebeca, tricota, suéter, cárdigan, etcétera que tenía antes la prenda era otra pero no parecía la misma. Y concretamente redefine el peinado, la, la operación de peinado en este versiones entre normas diferentes de la lengua como la operación de darle unos toques al, al, al texto, a la, a la versión de otro, de otro autor, de otro traductor para que funcione. Hacerlo más romántico, más osado, más movido, más erótico o más español. ¿Qué opina usted sobre esas, esa labor si merece la pena o no merece la pena o si se hace o no se hace o hasta qué punto se hacía y hoy en día? Esto se lo guardo para más adelante. >> Yo creo que el peinado no merece la pena ni tiene sentido ni hoy ni entonces. O sea yo creo que peinar una traducción siempre tiene digamos, se corre el riesgo de estar quitando cosas que para el traductor eran realmente estructurales y que para el que peina son simples variaciones léxicas que lo que hacen es volver quizás la lectura a hacerla más fácil. >> Si me permite una imagen chocante. ¿Alguien se atrevería a peinar a Ricardo Darín? ¿Usted cree? >> Mire yo, yo me, yo me he atrevido, yo he peinado. >> Yo tengo que confesar que he sido peinador. >> Muy bien. >> He peinado traducciones argentinas, las he des-argetinizado. >> Hasta cierto grado. >> Hasta cierto grado. Creo que en una operación inútil porque es incluso partir de un prejuicio. Y el prejuicio de que, de que el lector local no va a entender otras variantes de lengua que es, es de hecho. Esta es, es, es siempre un prejuicio que empobrece la cultura y no la enriquece. Yo creo que hay dos razones por las que se peina una traducción. Una es esa. Porque se cree que se va a a que la lectura será más fácil. El editor se va a evitar críticas, se va a evitar comentarios, el libro digamos en resumidas cuentas se va a vender más. >> Con más comodidad. >> Pero hay otra razón que es yo creo que tiene que ver que es una razón casi moral o ética más moral que ética, el editor se siente culpable por haber comprado una traducción que no va a utilizar o que va a utilizar en parte o parcialmente. Y entonces realiza el peinado, esa limpieza es más una limpieza de conciencia que una limpieza de traducción. Es decir es como si estuviese pagando el precio por haber comprado barato. >> you. Claro. >> Es decir, lo barato sale caro, ¿no? Entonces ¿por qué no encargó una nueva traducción? >> you. Pues a veces por premura de tiempo, ¿no? >> Sí, por premura de tiempo, por cuestiones económicas, porque le salía más, porque estaba esta traducción se la habían ofrecido, etcétera, etcétera. Y ahí tiene que, que lavar su consciencia. >> you. >> La limpia en el peinado, pero claro el peinador es el que carga luego con toda esa. >> Yo le quería precisamente en este sentido y en esta misma línea apuntar el detalle de, de que bueno que hoy en día, bueno la famosa disputa de Valera y de Cuervo sobre la ruptura o no ruptura de la lengua y la respuesta de Valera cuando advierte que no estamos en la época de Roma y estos valles no son valles incomunicados sino que los medios de comunicación hacen inviable la ruptura de la lengua. Pues, bueno pues dicho precisamente eso y más algo que no ni hubiera soñado Valera ni siquiera el mismo Menéndez Vidal en internet en la, en la galaxia google, evidentemente cuando la gente se desayuna y puede leer Clarín o la Nación o la tercera de Chile o la o etcétera, el Excélsior de, de México o de Caracas allí el periódico de referencia, pues a lo mejor probablemente y cuando you estamos totalmente habituados a los famosos culebrones y demás, probablemente a lo mejor tiene cada vez menos sentido esa labor de de adaptar el texto. >> Sí, claro evidentemente, >> El texto es más fijo, no es tan volátil como el oral. >> Primero que el texto es más fijo, una cosa es el habla otra cosa es la lengua. También la lengua periodística tiene muy, está más impregnada de, de actualidad, de habla, el, el texto, un texto libresco digamos siempre cumple una función normalizadora o fijadora y entonces se, se mira con más detenimiento y además el, el lector debería ser consciente, no siempre lo es. Debería ser consciente que es un, es un agente cultural, el traductor también es un agente cultural, uno está aunque no lo sepa y no lo quiera reconocer o no lo pueda reconocer, está digamos tomando una postura política culturalmente hablando y entonces en cierto modo es, es más importante la palabra contenida en un libro que probablemente el, el, el lenguaje periodístico que además es más efímero, los periódicos se leen un día, leer el periódico de ayer you no nos gusta tanto como leer el de hoy entonces you estamos acostumbrando a que eso vaya, como se vaya deshaciendo en cambio el libro permanece, se queda en la librería, en la estantería en la biblioteca y vuelves a él aunque sea viejo, es decir te gusta que sea viejo, te gusta que sea un libro, incluso releer es un placer distinto y muy recomendable. >> Bueno, ahora si me permite yendo desde lo más general que usted me apuntó al principio, algo tan particular y tan específico y si me permite incluso hasta personal, me gustaría entrar en el tema de, con la misma línea pero you desde la experiencia más personal de usted mismo, a raíz de su publicación de Un Obús cayendo Despedaza en el, el primer cuento Sebentín está lleno. Me sorprendió infinitamente además en este sentido. >> incluso filológicamente como especialistas, ¿no?, en el sentido de que, bueno pues es posible despierta la posibilidad de hacer pues numerosos trabajos de estudios específicos sobre la lengua de seventeen, ¿no? Bien, pues lo que quería decir es que quería plantear que da la impresión de que en ese texto usted hace como una especie de alarde de lengua, una especie de ejercicio de estilo de domino de lengua, es algo así y en particular qué ecos ha tenido de los lectores españoles que han leído una obra tan genuinamente personal y tan incluso podíamos decir casi casi de bandera, ¿no?, ¿qué ecos tienen en sus lectores españoles? >> Todo ese cuento tiene muchas marcas rioplatenses pero también tiene marcas. >> Hasta la marca si me permite para nuestros, para nuestros seguidores de la antelación de las sílabas de la palabra que si no fue, sino hubiera sido por su reseñador o su, en el libro yo no me hubiera enterado, no hubiera entendido el famoso dogor al que se refiere usted para, que usa usted para referirse al gordo. O sea que realmente no se si hubiera preferido una pequeña nota aclaratoria porque por lo menos esos términos si un lector inadvertido pues realmente no tiene ninguna pista para poder descifrar ese truquillo que según el reseñador dice que es exclusivamente o muy particularmente rioplatense. >> Rioplatense. >> you. >> Bueno, a ver hay una variante francesa verlan, que además utilizada por escritores de fuste que es una, que es parte del argot popular en el río de la Plata desde hace mucho se usa esa versión nuestra que es el berre, el berre o sea al revés, es uno de los mecanismos de lunfardo. Al principio era ocultador ahora es todo lo contrario, es decir tiene como más connotación. >> Sí de identidad. >> Sí, sí. Claro para un rioplatense no, eso no presenta ninguna dificultad. En cambio alguien que se lo encuentra de pronto evidentemente le parece que ahí hay un arcano, algo que tiene que descifrar pero mi idea del uso de, primero quiero decir un alarde seguro que no es, es decir no quiero alardear de nada, si es un alarde es un error. >> ¿Ejercicio de estilo? >> Un ejercicio de estilo tampoco, es más una condena de estilo. Yo creo que mi, mi lengua, tengo que reconocer que mi lengua está hecha de girones y esos girones los respeto. Es decir, está hecha de girones porque mi historia personal está hecha de girones, yo me fui de Argentina cuando tenía 20 años. Argentina you era para mi una, un lugar digamos pluricultural, mi familia tiene diversos orígenes, yo he escuchado en casa todo tipo de cosas. Cuando uno es un crío no sabe si eso está bien o está mal, solo lo incorpora. Por supuesto como todo crío lo que me interesaba más era manejar el lenguaje de la calle o el de mis pares. Luego vine aquí y todo esto que me paso aquí también lo incorporé, el catalán por supuesto, mis hijos se educaron en catalán, yo hablo catalán, es algo que tampoco puedo ocultar. Entonces todo eso he decidido utilizarlo no como un alarde sino como decíamos antes parte de la paleta de colores, son mis colores y los uso y muchas veces los uso de una manera digamos para mi no es tan importante la armenéutica, la literatura, interpretar no es tan importante. Yo creo más en la literatura como un ejercicio parecido al de la digamos el goce musical, que las cosas suenen más allá de si tienen sentido. >> ¿Y sobre rico de sus lectores españoles? >> Entonces justamente mis lectores españoles. Paradójicamente las mayores críticas o objeciones a la argentinidad o al carácter tan rioplatense de algunos de los cuentos. >> Sí, algunos sí, no todos. >> Incluso hay alguno donde justamente hago una especie de broma al respecto porque es un argentino que va al taller literario español. >> Sí, sí, fantástico. >> Y la profesora le va corrigiendo, entonces él trata de escribir en la variante digamos estándar español neutro y no lo consigue. >> Sí, sí. >> Vale. Las principales condiciones han venido de parte de argentinos, no de parte de españoles. Los españoles no han dicho bueno sí, al principio quizás me chocó esto lo otro, pero en cuanto vi que iba a ser todo así yo decidí seguir adelante sin preocuparme por lo que quería decir, por el sentido y solo dejarme llevar por las palabras, el sonido de las palabras, lo que a mí me evocaban y la narración. Y justamente lo que recogido por parte de lectores españoles ha sido una especie de como de sorpresa ante una nueva posibilidad a un mundo nuevo que uno ofrece. >> Corríjame si me equivoco, a mi me da la impresión que un poco también algo que apunta también el critico literario que le encanta que usted se sienta a gusto con el juego de palabras, con el juego con la lengua, con la creación y entonces claro probablemente a lo mejor por eso, y corríjame si me equivoco pues eso sus lectores argentinos ven que aquello realmente no tiene el autentico pedigrí porque claro, usted está jugando con las palabras, no está realmente reproduciendo formatos o reproduciendo género. >> Para nada. >> O normas, ¿no? . >> Estoy ironizando más bien. >> Claro, claro. >> Es un uso irónico del rioplatense. >> Claro. >> Estoy en muchos casos, está exagerado de tal manera que si que al lector rioplatense le choca, incluso le puede chocar más que al español. Esto que lo del juego de palabras y el uso del lenguaje en cierto modo cuando pensaba sobre esta pregunta de que si es un alarde, es una provocación, en cierto modo es una venganza o una manera de rebelarme contra la imposición de normas que tengo que aplicar cuando traduzco, es decir aquí me puedo rebelar, puedo desnudarlas, puedo darles la vuelta, puedo exacto, dejarlas de cueros. >> Claro. >> Y sentirme yo en el sentido de la crítica a la lengua, ¿no? Es decir si hay un ejercicio de crítica a la lengua pero también una crítica de mi lengua. >> you terminamos y gracias otra vez por su intervención, su participación en nuestro curso. Pero hablando con un traductor y también además traductólogo no puedo dejar de plantearle y hablando de Salinger el tema de las retraducciones que realmente es sorprendente aquí en el caso particular de Salinger que de pronto se ha dado una versión muy buena, muy alabada, muy reconocida en el 61 por el famoso Manuel Méndez de Andes que no sabemos que es. >> Andes. >> O Andes, si es un fantasma o el nombre de una calle o etcétera. >> Es el nombre de una calle. >> Es el nombre de una calle según usted. Además también, segundo de pronto en el 78 una edición en España por una traductora de en muy reconocidísimo prestigio Carmen Criado y más adelante volvemos otra vez en Argentina el cazador oculto en el 98 Pedro Rei subdirector de adn cultura de la nación vuelve a hacer otra versión también diríamos de grandes calidades cada uno con sus distintos matices, etcétera y no se si por provocación o por eco ocho años más tarde Carmen Criado insiste, no sabemos si para actualizar su versión del 78, para replicar a Pedro Rei, para replicar a Méndez de Andes o etcétera, diríamos para resumir lo mejor de todos ellos haciendo una versión que podría decir fantástica, fantástica en este sentido la última de Carmen Criado, ¿no?, en este sentido porque me da la impresión que recoge grandes, las mejores hallazgos de autores de versiones anteriores y al contrario lleva al extremo el caso de por ejemplo el asunto que se trata en el curso que es el, la expresión indefinida con uno o con tú, pues lleva al extremo de sistematizar ese uso impersonal o genérico con el tú que es como más coloquial, más genuino, más específico y apropiado y ajustado al idiolecto de nuestro protagonista narrador. Bueno, en definitiva qué nos puede decir sobre las retraducciones y en el caso particular de estas retraducciones que probablemente a lo mejor estén muy justificadas en el caso de Salinger. >> Yo creo que están justificadas en el caso de Salinger, hay dos maneras de ver el tema de las retraducciones, desde la voluntad de hacerlas y al contrario desde las retraducciones you hechas, es decir desde la perspectiva de la recepción, ¿no? ¿Por qué uno retraduce? En el caso de Salinger está o de este libro que para mi siempre será el cazador oculto, lo siento por los lectores españoles, porque you lo decíamos antes, lo apuntábamos antes, fija una lengua adolescente que a nosotros en las traducciones españolas, castellanas, argentinas o españolas, siempre nos va a parecer un poco anticuada. Eso hace que el traductor o editores necesiten actualizar de alguna manera traer mas hacia aquí este texto. Yo sinceramente pienso que no tiene ningún sentido el caso de las diferentes versiones de la traducción de Carmen Criado, es un caso digno de estudio porque ha ido para adelante para atrás, para aquí, para allá, es decir cada vez hay revisiones que van cambiando pequeñas cosas aquí y allá, yo le diría a Carmen Criado que se quedara tranquila con su primera traducción. A mi me parece que una traducción por definición nunca es ni completa ni definitiva ni buena, es una traducción. Cada nueva traducción completa un poquito más esa primera y las subsiguientes, es decir cada traducción aporta algo más no solamente a las traducciones que you existen y existirán sino a la obra original. Si vamos a hacer buena la teoría de Benjamin que la obra no queda completa hasta tanto, una obra original no queda completa hasta tanto no está traducida, es decir que toda obra lleva en sí el germen de su traducción. Y también hacemos bueno este parque, para mi es una regla de oro que no hay traducción buena digamos, cada nueva traducción contribuye a la bondad general de la obra original. >> Si me permite un apunte de la experiencia de la edición anterior de este curso, concretamente hubo en las intervenciones de los foros del curso hubo un alumno, un seguidor de, griego que nos advertía como en Grecia en griego se había hecho recientemente una segunda versión al griego de esta obra pero también con una distancia parecida de unos 30 años como la distancia que ha habido entre la edición del 61 en Argentina y del 98, la edición de Carmen Criado del 78 y la del 2006 un poco y en portugués algo parecido, ¿no? O sea que probablemente lo que usted dice, o sea esto corroboraría eso que usted apunta de que probablemente esta obra también exija o permita la tentación de hacer una segunda versión, ¿no? >> Y una tercera y una cuarta y una quinta y seguirán haciéndolas. En cierto modo está bien que así sea, yo lo que creo que lo que hay que reducir es la ansiedad por lograr la versión definitiva. Me parece que cada una será buena y aportará y encontrará lectores que la agradecerán y que la gozarán. Yo, hoy en día si nosotros volvemos a la primera traducción la de Méndez de Andes que no sabemos si más allá de ser un asturiano, un inmigrante asturiano que triunfó con una fabrica de tabaco en Buenos Aires y por, y construyó su palacete allí y por tanto fue merecedor de, del nombre de una calle, no sabemos si existe un traductor que se llame, que se haya llamado así o no o es un seudónimo, es muy probable que sea un seudónimo, en esa calle por cierto nació Roberto Alve. >> Sí, hasta los 16 años vivió allí. >> Es una calle, o sea es una calle bien literaria. >> Es muy literaria, sí. >> O sea si nosotros volvemos a esa versión, la veremos con placer y nos aportará algo que complementario a lo que nos aportaba la última. >> Hablando de él, probablemente sea yo que he trabajado un poco las cuatro versiones, etcétera, me da la impresión de que es la más neutra, me da la impresión de que es la más neutra, ¿no? >> Tiene que ver, tiene que ver con cómo se traducía en aquella época. Que se haya traducido por primera vez en España en el 78 es evidentemente reflejo de una situación político cultural determinada, también es reflejo de una, de un nuevo posicionamiento editorial, es decir la industria editorial española en esos años se está haciendo fuerte. Cuando antes había digamos sido mucho más hegemónica la traducción latinoamericana, sobre todo loa rioplatense entonces es como una posición respecto de eso, es decir you no necesitamos la traducción rioplatense, you tenemos nuestro propio canon de traducciones, vamos a armar nuestro propio canon y entonces eso es lo que funciona ahí en esa primera digamos, en esa, en esa particular retraducción, la del 61 y la del 68. Luego para mi empiezan a funcionar esas otras cosas que decíamos, como se ajusta la lengua adolescente a las nuevas variantes que van apareciendo como se actualiza. >> En cada momento. Bien, bueno pues para concluir con nuestro agradecimiento por su intervención francamente sustanciosa, yo sencillamente le pediría si tiene alguna punto que añadir o quiere destacar algún asunto que le interese o que le esté interesando en estos momentos sobre el mundo de la lengua, sobre el mundo de la traducción, sobre el mundo de la traductología que usted frecuenta y que bueno pues, a la que se dedica como en las clases en su docencia en el master de traducción. >> A ver, primero quiero aclarar una cosa. Yo traductólogo no soy, en todo caso muy aficionado. >> Bueno. >> Y se nota mucho. >> Muy humildoso si me permite. >> No, muy aficionado porque no tengo un sistema digamos, no he estudiado es todo aprendido a pulmón y a pulso y realmente tengo muchas carencias en ese sentido. Trato de observar lo que estoy haciendo y de tener opiniones al respecto. Una de ellas es justamente recalcar que la traducción es un fiel reflejo, a mi me parece que la traducción es un fiel reflejo de la lengua, del lenguaje, en el sentido de que toda traducción trata de traer hacia aquí, digamos de iluminar un texto que de otra manera no podríamos leer o del que no podríamos gozar porque no conocemos la lengua original en el que fue escrito. Pero a la vez oculta ese mismo texto, es decir también los une un campo de sombra. El lenguaje funciona igual, por un lado es comunicación y por otro lado es ocultamiento. Yo en ese mismo momento todo lo que estoy diciendo lo quiero decir y también lo quiero ocultar, es decir estoy no diciendo todo lo que yo diría porque el mismo lenguaje me obliga a decir la verdad y a mentir al mismo tiempo y en cierto modo la traducción es eso, es decir reduzcamos la ansiedad con respecto a la traducción y al manido tema de la fidelidad porque somos fieles y no somos fieles al mismo tiempo. >> Muy bien. Bueno pues muchas gracias. Espero que realmente nuestros seguidores puedan disfrutar de sus palabras que bueno, agradecemos sinceramente, muchas gracias. >> Yo agradezco mucho hayáis dado este espacio para decir las cuatro cosas que pienso. >> Han sido sustanciosas, yo creo, repito, insisto. Adiós, buenas tardes. >> Adiós.