Te doy la bienvenida a esta sesión en donde estaremos hablando de cambios
de perspectiva y de las verbalizaciones internas que los acompañan.
Justo el problema que dejamos la vez pasada tiene que ver con esto.
Recordarás que preguntábamos cómo acomodar cuatro estatuas de
manera que quedaran equidistantes en un jardín.
Abrimos un foro para esto y obtuvimos las siguientes respuestas.
Algunos presentaron la idea de colocarlas en una línea recta y efectivamente,
cada una de las estatuas tienen la misma distancia con su vecina.
Sin embargo la estatua número 1 y la número 3 están más lejos,
igual que la número 1 y la número 4.
Entonces esa, pues no es solución.
También algunos presentaron la idea de acomodarlos en un cuadrado.
Esto implica que las estatuas que están en los lados efectivamente están
exactamente a la misma distancia, pero no así las que están en las diagonales.
Otros presentaron la idea de un círculo.
Pero como veremos en en esta ilustración,
el círculo en un caso particular del cuadrado.
Otros más hablaron del rombo.
Y el rombo hace que sea todavía más larga la diagonal de ese, eh, de esa figura.
Entonces, ¿Qué pasa con esto?
Nos exige pensar desde otra perspectiva.
Olvidarnos de las dos dimensiones y pensar en una tercera dimensión.
Así, la solución ideal,
es colocar las tres estatuas iniciales en un triángulo equilátero.
Colocando cada una en su vértice estarán a una distancia igual una de la otra.
La cuarta estatua se coloca entonces justo en el centro del triángulo.
Pero en un montecito, de manera elevada,
de tal forma que las distancias de todas sean iguales entre sí.
Esto nos lleva a pensar en algo que planteó Edward de Bono hace muchos años.
Se trata del pensamiento lateral, que difiere del pensamiento que
normalmente seguimos y que es un pensamiento de tipo vertical.
Veamos las diferencias entre uno y otro.
Mientras el vertical se apoya en lo lógico, es decir,
intenta cavar más profundo en una misma dirección, el lateral se enriquece
a través de otras propuestas y plantea cavar en otros sitios.
Mientras el vertical habla de mejorar lo you existente,
el lateral promueve las nuevas ideas.
En este sentido estamos viendo que se parece un
poco a los cambios incrementales y a los cambios disruptivos que you hemos visto.
También en el caso del vertical tratamos de evadir la incertidumbre,
mientras que en el lateral nos encanta la ambigüedad.
En el vertical no nos es interesante lo poco relevante.
Mientras que en el lateral se concibe que cada detalle puede ser una
arista para encontrar una solución novedosa.
El vertical generalmente avanza de manera secuencial, mientras que el
lateral promueve una pluralidad de vías.