[MÚSICA] Una vez que sabemos cuál es el objetivo primordial del departamento de cobranza, debemos tener políticas de cobranza, es decir, lineamientos guías de acción, para poder ejercer ese acto de recuperación de las cuentas. Las políticas de cobranza nos ayudarán a determinar cuáles son las formas de poder ejercer la cobranza y recuperar lo que hemos perdido. Es decir, tenemos que determinar toda una serie de procesos y políticas que nos ayuden a recuperar sin riesgos todo aquello que hemos prestado. Es por eso que, en primer lugar, debemos determinar cuáles son las condiciones de esa cobranza, dónde vamos a cobrar, si va a ser en las instalaciones de la empresa o si vamos a tener a gestores que vayan y realicen esos cobros. También tenemos que determinar si vamos a ejercer métodos electrónicos para poder recibir los pagos, o cuáles son los días de pago y en qué condiciones. También tenemos que determinar si los cobros que realizamos a través de otras instituciones financieras los daremos por válidos hasta que tengamos la confirmación de nuestro banco si son por cheque, o si son en efectivo. Si son en efectivo, también tenemos que tener cuidado con el control interno para tener siempre salvaguardado esos recursos. Si se realizan con depósito, cuáles son los montos máximos y cuáles son las fechas en las cuales tenemos que realizar esos cobros. En caso de tener un pago anticipado de esa parcialidad, si eso va a incurrir en un costo administrativo adicional o, por otro lado, si tenemos el pago total anticipado de la operación, si vamos a poder realizar un descuento por pronto pago así como el monto del descuento. Si, por otro lado, vamos a utilizar gestores debemos tener una política sobre la agenda, quién va a realizar la agenda, cuáles son los días de cobranza al exterior. Si vamos a realizar esa cobranza a domicilio, quién está capacitado para poder realizar esa cobranza, y cuáles son los protocolos de actuación. También si tenemos una gestoría de cobranza, quién va a realizar los reportes diarios de cobranza y a qué hora se van a entregar al gerente de cobranza. Y por último, una política sobre las fianzas que tendrán nuestros gestores. En dado caso que nuestros acreditados no paguen a tiempo, tenemos varias formas de poderles recordar el pago. Uno de ellos es a través de llamada telefónica, o bien, correo electrónico o una visita por parte de nuestros gestores. Tenemos que determinar cuáles son los métodos para poder hacer los recordatorios de cobranza y en caso de prevalecer el no pago, cuáles son las actividades judiciales que tendremos que emprender para poderlo recuperar. Es decir, tendremos una política por montos vencidos o por plazos vencidos. Por último, esto nos llevará a la determinación de la tasa de interés moratoria, es decir, la penalización por no haber ejercido la cobranza en los tiempos determinados. Todas nuestras políticas de cobranza van de la mano con la política de crédito, es decir, deben estar engranadas. La falta de cobranza puede incidir en una falta de una política clara para poder otorgar un crédito a aquel que merezca nuestra cobranza. Los gestores pueden haber realizado muy bien sus actividades y haberse apegado a las políticas de cobranza, sin embargo, puede haber sido que la falta de cobro se deba no a una exitosa cobranza sino a una falta de política explícita y bien determinada para otorgar un crédito. Es decir, la cadena de incobrabilidad no surge con la falta de pago, pudo bien haber surgido de una falta de una política clara en el otorgamiento, es decir, en el crédito. Es por eso que las políticas de crédito y cobranza deben ir engranadas, todo con el objetivo de minimizar los riesgos de incobrabilidad. [MÚSICA]