Tema tres. En este caso, para hablar de este tema es preciso considerar los términos que encontramos en las distintas fuentes de información, ya que, por ejemplo, encontramos formas de definir la herida o la descripción de acuerdo a la estructura o la función. Pero aquí vamos a ver la clasificación de las heridas a través de un esquema, comenzando con el tipo de la herida. Vemos que en los tiempos de cicatrización encontramos a las agudas y las crónicas. Y, en el caso de las etiologías, por causa de etiologías encontramos las quemaduras, heridas por traumatismos, quirúrgicas, lesiones por presión, úlceras venosas y el pie diabético. A partir del esquema explicado, comenzaremos con los tipos de heridas. Las heridas agudas son una lesión que pueden permanecer en un corto plazo, siendo una de menor impacto que puede curarse por sí misma. Podemos tomar un ejemplo, que son las caídas o cuando te cortas con un cuchillo. Las heridas crónicas, también, se catalogan de esta manera por el tiempo y las complicaciones que pueden tener y su manejo, ya que, el manejo puede ser mayor y requiere mayores elementos y provocar diversas alteraciones en el paciente. Las heridas quirúrgicas. Éstas, también, se definen como una solución de la continuidad de la piel y/o mucosas o tejidos subyacentes, producidas con el fin de acceder a cualquier parte del organismo, con el fin de encontrar un diagnóstico o parte de una terapia. Las heridas traumáticas vemos que son todas aquellas que forman parte de una disolución de la continuidad de la piel, producto de una agresión o lesión por arma de fuego o por un material punzocortante. Seguimos con las heridas por quemaduras. Éstas son producidas por algún agente químico, electricidad, radiación o, simplemente, congelación o el fuego directo. Las lesiones por presión han sido una de las categorías de origen isquémico por las consecuencias del aplastamiento tisular, en este caso, la piel, provocado por una presión prolongada. Ésto lo vemos muchas veces en los hospitales cuando el paciente está en una misma posición. Por último, el pie diabético ha sido una de las lesiones con mayor prevalencia al ser una consecuencia del padecimiento de diabetes mellitus descompensada, ya que, es una lesión directa de los maléolos ulcerados y los tejidos profundos asociados a las alteraciones neurológicas. En este caso, hemos conocido el proceso de cicatrización y cuáles son los tipos de heridas. ¿Qué tipo de herida tiene? ¿En qué proceso de cicatrización se encuentra el paciente? Todos los elementos, realmente, aportan gran significancia para el cuidado que se le brinda al paciente con heridas y ésto nos dé un resultado óptimo.