Muy bien. Ahora continuemos con el tema número dos, que es la valoración o la inspección de las heridas. Este tema es muy importante porque acá, te vamos a dar las herramientas básicas para que identifiques de qué tipo de herida estamos hablando y cómo la vamos a tratar. Entonces, nosotros ya conocemos el estado general de nuestros pacientes, las cormobilidades, su estado general, su estado nutricional y cómo es el desempeño en el manejo de su herida, en su familia por ejemplo. Entonces, vamos a tener en cuenta varios puntos: Uno, la localización. Es muy importante, saber en qué parte está ubicada la herida de nuestros pacientes. Acá te vamos a mostrar una imagen, para que identifiques el sitio anatómico y de esta manera lo puedas tener registrado en la historia clínica. Dos, la forma es muy importante también. ¿Por qué? porque nos va a indicar qué tipo de lesión es, cuál es la etiología de la misma, además para identificar por ejemplo, si es una úlcera venosa o si es una úlcera arterial. La forma nos va a ayudar a identificar este tipo de situaciones. ¿Qué tipo de formas existen? Hay circulares, tenemos en forma de cráter, tenemos ovaladas y tenemos las irregulares. El tamaño es muy importante, porque el tamaño a nosotros nos va a ayudar a identificar si efectivamente la herida ha tenido un retroceso, si realmente el cuidado que nosotros le estamos ofreciendo a nuestros pacientes es adecuado o simplemente la herida se quedó estancada por el procedimiento. Ahora, revisemos de qué forma se pueden medir las heridas. Te vamos a enseñar dos técnicas que son muy sencillas. Una, es la de las manecillas del reloj y otra es la forma lineal. Las manecillas del reloj, ¿qué vamos a tener en cuenta? El largo, se va a medir de las 12 a las seis horas, y el ancho de las tres a las nueve horas y el metro lineal, que consiste en medir el largo más largo y el ancho más ancho, de forma perpendicular y se expresa en centímetros o en milímetros. Ten en cuenta, utiliza los mismos puntos de referencia cada vez que hagas una nueva medición de la herida. Ahora continuemos revisando los parámetros que tienes que tener en cuenta, para hacer la valoración de tu herida. Continuamos con el volumen. El volumen, para determinar cómo lo vas a medir. Entonces es, el largo, ancho y profundidad. Esos son tres aspectos que tienes que considerar, lo cual debes verificar, ¿por medio de qué? De un hisopo, un aplicador o un copito, dependiendo del país donde te encuentres. Además, una regla, esos son dos elementos que necesariamente necesitas para hacer la valoración con respecto al volumen. Luego se multiplica, el largo, ancho y profundidad y el volumen se expresa en centímetros cúbicos. El lecho de la herida es muy importante que lo identifiquemos y que aprendamos a valorarlo. ¿Pero qué es el lecho de la herida? Es el parámetro que nos indica cuál es el proceso cicatrización real de nuestra herida, el tipo de tejido que nosotros podemos valorar e identificar en el mismo y también lo podemos determinar en qué porcentaje nos ayuda a hacer una descripción totalmente clara, que nos permite identificar qué tipo de tejidos están presentes en la herida. Uno, tienes que tener en cuenta la granulación. Dos, si hay hipergranulación. Tres, si hay esfacelo. Cuatro, si hay necrosis. O sea, tejido muerto. Cinco, si está epitelizado. Seis, si hay presencia de fibrina. Siete, si es friable. Y por último, islas epiteliales. Muy bien, recuerda que para que tú identifiques bien ese lecho de la herida de tu paciente, es necesario que esa se encuentre limpia, no lo olvides. Ahora continuemos, con el exudado. El exudado es un buen indicador cuando yo voy a hacer la valoración de las heridas, porque acá nos permite identificar el balance de humedad que tienen la misma. Además, nos permite identificar si hay un proceso adecuado de cicatrización o de hecho tiene un proceso inicial de infección. Se debe considerar, que algunas heridas si son muy exudativas o también algunos tipos de apósitos permiten que ese exudado aumente. Entonces, aquí evaluarás la cantidad, el tipo, el olor y la consistencia. Continuemos con los bordes. Entonces, en este punto vamos a verificar cómo se encuentra la evolución o el proceso de cicatrización del paciente o pues obviamente de su herida, y aquí debes de realizar una descripción exhaustiva de las orillas de la herida. Entonces, vamos a identificar qué tipo de bordes existen. Porque todo este tipo de cosas que nosotros estamos diciendo a continuación, lo tienes que registrar tal cual en la historia clínica del paciente. Entonces, los tipos del borde. Hay uno que se llama adherido. El lecho de la herida está unido a las bases de ésta. Ese es el adherido. El no adherido, es una destrucción del tejido alrededor, el lecho de la herida no está unido. Pueden estar socavados o enrollados los bordes. Seguimos con los socavados, los socavados es su destrucción total del tejido alrededor del perímetro de la herida, por debajo de la piel intacta del paciente. Y por último, la hiperqueratosis. ¿Qué es la hiperqueratosis? Aquí es donde hay mucho tejido calloso alrededor de la herida. Es un tejido que se forma alrededor de la misma, especialmente con pacientes que tienen una neuropatía diabética o aquellos pacientes que son dependientes. Ahora continuemos con la piel perilesional. Este es un aspecto que es muy importante y que en muchas ocasiones nosotros no le damos mucha importancia. ¿Por qué? porque consideramos que es supuestamente piel que está sana, pero realmente no está favoreciendo el proceso de cicatrización de la herida o también está en una condición no adecuada. Sin embargo, esa piel perilesional, va a ayudar a identificar si efectivamente el paciente está empezando por un proceso infeccioso, porque ya vamos a ver que la coloración de la piel perilesional es diferente, porque ya va a tener una temperatura que es diferente al resto de la piel. Además, acá nosotros vamos a mirar qué tipo de intervencion le vamos a hacer a esa piel perilesional. Muy bien, ahora continuemos con los tipos de piel perilesional. ¿Por qué los tipos de piel perilesional? porque ellas nos indican de qué tipo de heridas se trata. Por ejemplo, tenemos una pigmentación color ocre, significa que es una úlcera venosa. Cuando tenemos una herida macerada, significa que ese paciente realmente está expuesto siempre a la humedad. En este caso serían los pacientes encamaditos y que realmente tienen por ejemplo, una herida o una úlcera por presión a nivel sacro. Eritema, es el enrojecimiento alrededorde de la piel. Por último, vamos a ver el edema. Ahora continuamos con el dolor. El dolor es muy importante identificarlo en nuestros pacientes. ¿Por qué? porque se valora depende de la localización, porque depende la localización el dolor va a aumentar. Por su distribución, por su tipo, por la intensidad, porque ya sabemos que todos los seres humanos manejamos un nivel del dolor diferente y esos factores que lo alivian e incrementan al mismo. Para evaluar la intensidad se puede utilizar una escala visual análoga, que es la que normalmente conocemos a nivel institucional y así dar una calificación para poder documentar en nuestro registro clínico. Ahora continuemos con la infección. Entonces, las heridas normalmente contienen bacterias, es normal porque están todas contaminadas. Sin embargo no resultan perjudiciales para la cicatrización. El riesgo de infección que tenemos de un paciente con heridas, aumenta cuando se encuentra alterada la salud del paciente. En las heridas agudas es normal observar dolor local, eritema, enrojecimiento, calor... Que son típicos signos de infección, debido al proceso inflamatorio que se ejecuta en este momento. En las heridas crónicas es diferente. Es evidente el retraso en el proceso de cicatrización. Los tejidos cambian en apariencia, se profundizan las heridas, el dolor cambia en intensidad o aparece y aumenta la cantidad y el tipo de exudado. Muy bien, ahora ya cuentas con los elementos básicos para hacer una valoración adecuada, a ese paciente que tiene heridas. Recuerda que es muy importante hacer una valoración general del paciente, no solamente enfocarnos en esas heridas como te dije al inicio. Observa bien la herida, observa bien a tu paciente, observa bien a su familia. En un inicio, te puedes tardar muchísimo en tu valoración. Pero a medida que vas avanzando, te va llenando más de elementos cuando empiezas a identificar ciertas características de la herida. A medida que vas valorando los pacientes, van aumentando las valoraciones de los pacientes, la observación se vuelve más aguda y la evaluación es más adecuada y por ende tu tratamiento, tu intervención va a ser efectiva.