El "cubo de basura" es [un modelo] relevante en situaciones en las que los objetivos son relativamente ambiguos la tecnología es relativamente ambigua y los participantes [en la decisión] entran y salen en lo que llamaríamos una "participación fluida". Así que es relevante en muchos tipos de decisiones y hay elementos de "cubo de basura" en decisiones que tienen otros tipos de elementos. Cualquier situación en las que unimos piezas para tomar una decisión porque resulta que están ahí en un momento dado es, al menos un parte, una situación "cubo de basura". Yo diría que parece [un proceso] desordenado porque tenemos concepciones particulares de lo que quiere decir "orden" pero que en realidad es muy ordenado. Está especificado de una forma precisa al menos el modelo. La gente que lo ha leído han visto en él anarquía y desorden y a cualquier situación anárquica y desordenada le llaman "cubo de basura". La gente puede entender las cosas como quiera pero esto no es lo que quisimos decir. Lo que quisimos decir es que el mundo está ordenado pon un conjunto de lógicas que son distintas a las que tenemos por eso nos parece todo muy confuso. Pero en realidad no es nada confuso de hecho, es muy ordenado. Los flujos o corrientes entran exógenamente y los ensamblamos internamente. Es solo que las piezas se ensamblan por el hecho de aparecer simultáneamente lo que no tiene mucho sentido si pensamos en si los problemas encajan con las situaciones o si las soluciones se sostienen a lo largo del tiempo, pero esta no es la manera en que el sistema funciona. Creo que no comunicamos bien que no estábamos hablando de azar. De hecho no hay nada de azar en el modelo si no de un orden alternativo. La confusión aparente es una confusión en nuestra cabeza, no en el sistema. Creo que hay confusiones en el sistema, también pero la idea del "cubo de basura" la combinación temporal de problemas, soluciones y personas es una idea muy ordenada es solo que es un orden que nos resulta incómodo desde una concepción racional y causal del mundo. >> James March nos habla aquí de el modelo garbage can o el modelo, la traducción literal sería de el cubo de basura. Eh, que es un modelo que añade aun más complejidad al proceso de toma de decisiones públicas. Eh, más complejidad con relación a los modelos que hemos visto hasta ahora. March nos habla aquí de una situación en que los objetivos o las preferencias de los actores no están claras no están claros sus objetivos, ¿qué es lo que quieren? En relación con un determinado problema. Tampoco está clara cuál es la tecnología. Los medios que nos permiten satisfacer ciertos objetivos, hay incertidumbres técnicas no solo políticas. Y además en esta situación hay distintos actores que van entrando, van apareciendo y desapareciendo de escena y que incluso van adoptando posicionamientos variables en relación con eh, el problema en cuestión. En este contexto que es muy habitual en las eh, en el sector público eh, las decisiones son el resultado de un encuentro de una coincidencia más o menos casual en el tiempo. Entre por un lado problemas que van buscando solución. Por otro lado soluciones que van buscando problemas. Y por otro lado actores que van buscando problemas a resolver, van buscando intereses que satisfacer o van buscando alianzas creadas. Del modelo del garbage can nace otro modelo muy similar que es el modelo formulado por John Kingdon el modelo de las policy streams. Este modelo también nos habla de la toma de decisiones públicas como el resultado de eh, la coincidencia más o menos casual en el tiempo de tres grandes corrientes de tres grandes streams, ¿no? Eh, la primera es la corriente del problema. Esta corriente del problema tiene vida propia y eh, puede eh, tomar un curso inesperado por ejemplo cuando eh, surge una crisis, ¿no? O se produce eh, un hecho sobrevenido, un hecho inesperado, ¿no? La crisis de las vacas locas por ejemplo, ¿no? O el estallido de la burbuja inmobiliaria. O también esta corriente del problema eh, depende de la aparición de nuevos datos que ponen en evidencia aspectos del problema que hasta el momento no habíamos considerado. Por ejemplo nuevas evidencias empíricas sobre eh, los impactos eh, en la salud de la telefonía móvil. La segunda corriente eh, es la corriente política. Y eh, depende básicamente de factores como por ejemplo un cambio de legislatura, un nuevo presidente, una nueva composición del congreso, del parlamento con una nueva correlación de fuerzas políticas. También esta corriente tiene vida propia y es independiente de la corriente del problema. La tercera corriente es la corriente de las soluciones. Esta corriente depende eh, por ejemplo del hecho que puedan aparecer determinados programas de financiación para determinadas tecnologías como por ejemplo las energías renovables. Esta corriente eh, puede depende, puede ser independiente también de la corriente del contexto político o de la corriente del problema. Estas tres corrientes en definitiva son independientes entre sí pero en un momento determinado pueden coincidir en el tiempo y esa coincidencia, según los términos que utiliza Kingdon, puede abrir una determinada ventana de oportunidad, una opportunity window. Cuando esa ventana de oportunidad se abre puede ocurrir que un determinado actor político, que Kingdon denomina el policy entrepreneur o el emprendedor político, aproveche la apertura de esa ventana para proponer proyectos y soluciones que siempre había venido defendiendo. Si es suficientemente hábil podrá aprovechar la apertura de esa ventana para tirar adelante los proyectos y las soluciones que él defendía. >> Tengo una idea radical. La puerta se abre hacia los dos lados. Podríamos revertir el flujo de partículas a través de la puerta. >> ¿Cómo? >> Uniremos las corrientes. >> Disculpa. Dijiste que unir las corrientes era malo. >> Unir las corrientes. >> Nos vas a poner en peligro. Pondrás en peligro a nuestra cliente, la amable señora que nos pagó por avanzado antes de convertirse en un perro. >> No necesariamente. Hay una pequeña opción de que sobrevivamos. >> Conéctalas, Spengler. Cruzadlas ahora. >> Si comparamos este modelo del policy streams de Kingdon con el modelo incremental de Lindblom. Que el modelo incremental nos servía sobre todo para explicar situaciones prolongadas de estabilidad, de continuidad en las políticas públicas. O situaciones en las que solo se producen pequeños cambios incrementales. En cambio el modelo de Kingdon es un modelo muy adecuado para explicarnos el por qué en momentos determinados efectivamente se producen grandes cambios en la orientación de políticas públicas, cómo esos cambios significativos en la orientación de las políticas públicas pueden llegar a producirse. Eh, una de las críticas sin embargo que ha recibido este modelo del policy streams es que parecería que los cambios en las políticas públicas son inevitablemente el resultado de la coincidencia entre distintos factores que los gobiernos no pueden llegar a controlar. En cambio lo que uno podría plantear es que a veces las cosas sí son como parecen. Hay un gobierno que ha tomado posesión que tiene unas determinadas intenciones políticas, de llevar a cabo unas determinadas políticas, de adoptar unas determinadas decisiones. Simplemente eh, analizando el problema y planificando adecuadamente las intervenciones públicas puede llevar a cabo aquellas políticas que quiere llevar a cabo. No es solo fruto de la casualidad que las políticas o los cambios en las políticas se llevan a cabo, también es fruto de una cierta intencionalidad por parte de los gobiernos. Pongamos un ejemplo de este modelo del policy streams. Un ejemplo real, extraído de la ciudad de Barcelona. A mediados de los años 90 se llevó a cabo una experiencia pionera de rehabilitación, de regeneración urbana en un barrio de la periferia de la ciudad que se llama Trinitat Nova. ¿Cómo surgió esa política que acabó convirtiéndose en un referente de la planificación comunitaria no solo en la ciudad de Barcelona, sino en el conjunto de Cataluña e incluso del estado español? Esa política surgió probablemente por el encuentro casual entre tres grandes corrientes. Los términos en los que nos plantea Quindo. Por un lado, y en relación con la corriente del problema, en un barrio colindante de Trinitat Nova, en el barrio del Turò de la Peira, a principios de los años 90 hubo un derrumbe de un edificio, provocado por una patología arquitectónica que se llama aluminosis. Eso llevó al Ayuntamiento a encargar un estudio para ver en qué medida otros barrios estaban afectados también por esa patología de la construcción. Y observaron, y ofrecieron datos que el barrio de la Trinitat Nova era uno de los barrios más afectados por esa patología. Un alto porcentaje de los edificios del barrio de la Trinitat Nova estaban afectados por esa patología y por otras similares. Por otro lado, en aquellos mismos años y en cuanto a la corriente de la solución, el Gobierno de la Generalitat de Cataluña, el gobierno autonómico, el gobierno regional, había puesto en marcha un programa de fomento del desarrollo comunitario, de los llamados planes de desarrollo comunitario en barrios periféricos, en barrios de clase trabajadora, en barrios que concentraban distintos tipos de problemáticas urbanas y sociales. Y por último, nos encontramos en un contexto político en el cual algunos niveles de administración se muestran especialmente proclives a innovar en las formas de hacer políticas públicas promoviendo sobre todo nuevos procesos de participación ciudadana. Por ejemplo la Diputación de Barcelona, la Diputación Provincial, también en aquellos años se muestran muy favorable a ayudar a los Ayuntamientos y a los entes locales a promover nuevos espacios de participación ciudadana en las políticas públicas, en las políticas locales. Esos tres elementos coinciden en el tiempo, a mediados de los años 90 y abren una ventana de oportunidad para llevar a cabo una política pública innovadora en el barrio de la Trinitat Nova, que es un pequeño barrio de 7.000 habitantes en la periferia de la ciudad. Y cuando se abre esa ventana de oportunidad, aparece un polis entrepreneur, un emprendedor político, que en este caso es la asociación de vecinos del barrio de la Trinitat Nova, con el apoyo de un grupo de expertos y de profesionales, que conjuntamente diseñan lo que ellos denominan el plan de desarrollo social y comunitario de la Trinitat Nova. Aprovechan la apertura de esa ventana de oportunidad para proponer una transformación integral del barrio de la Trinitat Nova. Y consiguen finalmente el apoyo de distintas administraciones para la realización de este plan. Muchas administraciones también vienen, ven en este caso, la oportunidad de experimentar con nuevos modelos de intervención pública. En definitiva lo que observamos aquí no es tanto una política pública planificada para dar respuesta a un problema objetivo, sino que más bien lo que encontramos es la coincidencia de distintos factores que favorecen que emerja una política pública realmente innovadora y distinta de las que venían llevándose a cabo hasta ese momento. La solución que se propone, en definitiva, el plan de desarrollo social y comunitario de Trinitat Nova es una solución que trasciende el problema al cual supuestamente tenía que dar respuesta. El problema se suponía que era la aluminosis, y ese problema se podría haber adoptado con unos instrumentos de intervención urbanística muy concretos, muy específicos. El plan comunitario de la Trinitat Nova en realidad acaba yendo mucho más allá del problema de la aluminosis y lo que acaba proponiendo es toda una estrategia integral de transformación del barrio en sus aspectos no solo urbanísticos, sino también sociales, económicos, culturales, etcétera.