[MUSIC] Una vez tienes información sobre el bienestar de tu población, y además has avanzado en la descripción de la situación que deseas cambiar, llegó la hora de buscar información en fuentes confiables sobre los factores que explican, influyen o están asociados a dicha situación. Para ello recuerda, de una parte, tener en cuenta lo que mencionamos en la lección anterior sobre las fuentes confiables. Y, de otra, empezar a indagar cuáles son los factores individuales, interpersonales y contextuales que están determinando la situación que deseas cambiar, consultando los canales que se utilizan para dar a conocer los resultados de estudios sobre ese tipo de asuntos. Por ejemplo, libros, revistas, bases de datos académicas en internet o contactando personas expertas en la temática. Idealmente, en el proceso también es muy importante contar con información proveniente de las personas directamente implicadas o afectadas por la situación, pues su opinión y experiencia nos permite tener una perspectiva más amplia de lo que ocurre y les afecta. Esto no necesariamente nos exige entrar en contacto personal con la población. En muchos casos la información you ha sido obtenida por otras personas y podemos obtenerla a través de diferentes fuentes confiables, como los que mencionamos en la lección anterior. Para comprender mejor lo que estamos proponiendo, te daremos un ejemplo retomando el caso de nuestro bebé que llora y deseamos calmar. Antes de hacer algo para calmarlo, debemos primero conocer qué se sabe sobre los factores individuales que causan o explican el llanto de un bebé. Por ejemplo, factores biológicos, como el temperamento del bebé o una infección viral. Factores cognitivos, como la incapacidad del bebé para comprender la situación en la que se encuentra. Factores emocionales, como la reacción frente a la despedida de su madre. O factores comportamentales, como haber ingerido objetos que le pueden lastimar o no tener la capacidad para desplazarse por sí mismo de lugar con el fin de alcanzar el juguete que desea. Por otro lado, al indagar, también encontramos que hay factores interpersonales que determinan el llanto de un bebé. Por ejemplo, el juego agresivo de un familiar, los gritos de los adultos que están a su alrededor, el llanto de otro bebé que está cerca. Finalmente, la exploración nos lleva a reconocer que existen factores contextuales que pueden agudizar el llanto del bebé. Por ejemplo, las condiciones económicas y sociales de la región donde vive el bebé y su familia, las cuales restringen las oportunidades de madres y padres para formarse en prácticas de crianza y cuidado del bebé que llora. Las condiciones políticas del entorno, que obstaculizan la implementación de iniciativas para el apoyo en el cuidado a la primera infancia, con el fin de reducir el estrés familiar. La información errada, brindada a través de los medios de comunicación a los cuidadores, sobre lo que debe hacerse para que un bebé deje de llorar. Las creencias infundadas de la cultura, que plantean que a los hombres se les debe dejar llorar cuando son bebés para que sus pulmones sean grandes y fuertes. La deficiente infraestructura de la vivienda y del entorno comunitario, que no favorecen el bienestar del bebé, entre muchos otros. Como puedes observar, son múltiples los factores que determinan tanto el llanto de un bebé como las explicaciones y respuestas que dan las personas a esa conducta. Toda esa información debemos recuperarla, organizarla y analizarla si deseamos modificar satisfactoriamente dicha situación. De igual forma, la situación que has escogido modificar es afectada por múltiples factores que primero debes identificar antes de intentar hacer algo al respeto, si quieres asegurar el éxito de tu intervención. Para lograr identificar los determinantes de la situación que has decidido abordar en este curso, te sugerimos realizar la siguiente actividad. [MUSIC]