Haremos unas recomendaciones generales sobre el tratamiento dirigidas a los pacientes y sus familias y a los médicos prescriptores. Luego de realizar la historia clínica, incluido el examen físico, nos acercaremos a un diagnóstico de un posible dolor de origen neuropático, se formulará entonces un plan de tratamiento que para ser exitoso deberá incluir una investigación de los analgésicos previos que usted ha recibido y las respuestas a estos tratamientos, ¿han sido buenas o no? Segundo, los medicamentos que está tomando actualmente para definir unas posibles interacciones entre estos medicamentos y los nuevos que comenzará a recibir y por supuesto, la presencia o ausencia de reacciones alérgicas. Conjuntamente con el médico definirán unas metas analgésicas, es decir, qué piensan, en cuánto tiempo y en qué forma alcanzar con la utilización de los analgésicos. Por otra parte, recuerde que en estos tratamientos crónicos la adherencia, la fidelidad a la forma como le formuló el médico sus tratamientos es vital para un adecuado resultado. En ese sentido evite la automedicación que siempre puede conducir a efectos secundarios muy severos, incluyendo la muerte. Un ejemplo del uso inadecuado de los medicamentos es lo que se conoce actualmente como la ''Epidemia opioide'' y es que aquellos pacientes que en algún momento de su vida recibieron analgésicos por opioides por alguna condición, siguieron utilizándolos en forma ya después desordenada y sin supervisión médica. Esta condición, que puede aplicarse a otro tipo de medicamentos, ha conducido a una grave crisis social y de salud que se conoce como una epidemia y que genera cada año miles de muertes. Luego de unas recomendaciones generales que presentamos a los pacientes con el único propósito de mejorar el resultado del tratamiento, queremos recalcar algunas consideraciones generales para los médicos prescriptores. La primera de ellas es definir claramente el problema, por ejemplo, este paciente tiene una neuralgia posherpética. Segundo, definir claramente el objetivo del tratamiento, por ejemplo, quiero disminuir la intensidad del dolor durante las horas de la noche para mejorar el sueño de este paciente. Tercero, ¿es adecuado el tratamiento para mi paciente? ¿Mi paciente conduce un automóvil o maneja una máquina y una consecuencia del tratamiento puede ser somnolencia diurna? Cuarto, es importante definir el momento de comenzar el tratamiento, debe el paciente estar acompañado para anticipar o mitigar posibles efectos adversos. Quinto, previamente a iniciar el tratamiento con los medicamentos, los pacientes deben conocer los efectos analgésicos, pero también posibles efectos secundarios, esta situación incrementará la adherencia al tratamiento. Sexto, una parte esencial del tratamiento farmacológico es evaluar periódicamente y muy detalladamente los efectos que se buscan. En el caso del dolor neuropático, la disminución de la sintomatología, pero también la posible aparición de efectos secundarios. Esta selección sistemática se conoce como la selección de los medicamentos "P" personalizados. Definir el problema, definir los objetivos siempre basándonos en medicamentos eficaces y convenientes para el paciente. Claramente se concluye que el resultado final del uso de un tratamiento farmacológico depende de múltiples factores: el paciente, el dolor neuropático, el médico y el seguimiento que él haga de los medicamentos formulados y de muchas otras condiciones, a veces difíciles de medir. Esta ecuación conducirá finalmente a unos mejores resultados.