Buenos días a todos y todas, bienvenidos al curso de Educación Ambiental para la Biodiversidad. En estos días vamos a estar reflexionando juntos acerca del ambiente, la biodiversidad y la educación ambiental desde una mirada integral, enlazando aspectos ecológicos, sociales y comunitarios. Nos proponemos brindar conocimientos y estrategias para construir propuestas ambientales que tengan como premisa la participación social y el compromiso ciudadano. Tejiendo redes y activando alianzas que potencien los lazos en las comunidades de pertenencia y nos permitan reconectarnos con la naturaleza y crear una conciencia ambiental en sintonía con la trama de la vida. Les proponemos pensar la educación ambiental como una herramienta de cambio biocultural para promover la conservación, la restauración, el uso sustentable de la naturaleza y, muy especialmente, una relación armónica con ella, clave para el ejercicio de una ciudadanía consciente y responsable. En esta primera lección quisiéramos distinguir tres conceptos que usualmente se utilizan como sinónimos en forma errónea: naturaleza, ecología y ambiente. La palabra "naturaleza" proviene del latín "natura" y significa nacimiento. A lo largo de la historia ha tenido distintos sentidos y valoraciones, algunos positivos y otros negativos, todos cargados de significados culturales. Algunos de ellos como la riqueza de los territorios o como fuente de inspiración y espiritualidad, otros asociados a lo salvaje, a una barbarie que debe ser controlada en nombre del progreso y la civilización. Asumiendo estos diferentes sentidos, en líneas generales, podemos decir que la naturaleza es equivalente al mundo natural y hace referencia a fenómenos del mundo físico y a la vida en general, y está integrada por una diversidad de organismos, seres vivos y objetos inanimados que se relacionan entre sí y arman una trama de vida sumamente compleja. La ecología es una rama de la biología que estudia justamente estas relaciones, las interacciones de los diferentes organismos y seres vivos entre sí y con su entorno. Es un campo interdisciplinario que incluye la biología y las ciencias de la tierra. Tradicionalmente, el ambiente estaba asociado a las ciencias naturales o a la biología. Sin embargo, frente a la crisis ambiental que se hizo visible a mediados del siglo XX, a partir de distintos informes científicos y eventos intergubernamentales a nivel internacional, el concepto de ambiente se nutrió de una mirada social más integral y compleja. En este sentido, podemos definir el ambiente como resultado de las interacciones entre los sistemas ecológicos y los sistemas socioculturales. Estas relaciones entre lo natural y lo sociocultural se expresan en un territorio y en un momento histórico dado y no se encuentran ajenas a las dinámicas y relaciones de poder del sistema socioeconómico en el que se desarrollan. Así, vemos que el ambiente no es sinónimo de naturaleza ni de ecología, sino refiere a una relación histórica entre naturaleza y cultura, una relación dinámica y construida socialmente. La emergencia climática y ambiental de nuestro tiempo pone de manifiesto que la crisis no es solo una cuestión ecológica, sino también es una cuestión social. Hace referencia al modo en que hemos concebido la naturaleza y nos hemos vinculado con ella, más como una canasta de recursos sin fin que como un bien natural limitado. Por eso hablamos de crisis civilizatoria y esto nos invita a revisar profundamente las bases sobre las cuales hemos construido nuestra sociedad. En este marco, la educación ambiental emerge como una herramienta de cambio social y cultural que aporta otra manera de pensar y pensarnos, otros modos de habitar la casa común con mayor conciencia de la interdependencia y la corresponsabilidad, otras prácticas para el ejercicio de una ciudadanía ambiental responsable y sensible con la naturaleza y la diversidad de la vida. Los invitamos a ser parte de este desafío.