[MÚSICA] Un proyecto comunitario es un proyecto que surge de la comunidad y para la comunidad y que busca la implicación de todos los agentes de un territorio, bien sean vecinos, vecinas, entidades o personas técnicas de los recursos públicos, o equipamientos culturales, con el objetivo de mejorar sus condiciones de vida. Por tanto, un proyecto comunitario busca la corresponsabilización de todos los agentes sociales tanto en la búsqueda de propuestas como la implementación de las mismas, con el objetivo último de transformar su realidad. Un proyecto comunitario tiene diferentes fases y en todas ellas siempre buscamos la participación de los vecinos y las vecinas de un barrio de la ciudadanía. La primera fase sería la fase de diagnóstico, en la cual es muy importante poder formar un espacio de participación abierto a todos los agentes de un territorio, en el que podamos facilitar el diálogo y la participación entre todos ellos en condiciones de igualdad. Por ello, es muy importante que la persona que dinamice este espacio controle técnicas participativas que faciliten la participación igualitaria y que busque minimizar cualquier tipo de desigualdad o discriminación que pueda haber por cuestiones de poder, estatus social, etcétera, etcétera. Es muy importante que esté implicada la ciudadanía, ya que consideramos que las personas que viven en un territorio son las que mejor conocen cuáles son sus necesidades y qué es lo que mejor puede funcionar a la hora de poner en marcha acciones para solucionarlas. No se trata solamente de poner en marcha acciones, sino de que también la ciudadanía se coresponsabilice por eso, en la fase de diseño de proyecto también es importante que la ciudadanía pueda formar parte. En la fase de diseño del proyecto deberíamos tener muy claros cuáles son los objetivos que queremos tratar con este proyecto y contra más claros estén los objetivos y más concreto sean, mucho mejor a la hora después de poderlos evaluar. También es importante tener presente cuáles son los recursos con los que contamos tanto si son recursos económicos como humanos y, por otro lado, cuáles son las acciones que vamos a poner en marcha en relación a estos objetivos. Cada persona del grupo motor o cada entidad ha de tener muy claro cuáles son los roles que va a desempeñar en este proyecto. La siguiente fase es la fase de implementación, en la cual es muy aconsejable tener un grupo motor que acompañe al equipo que pondrá en marcha el proyecto. Este acompañamiento es, sobre todo, una cuestión de seguimiento y de supervisión para poder redefinir cuando el proyecto no está funcionando como debería o cuando la participación de los diferentes actores está siendo muy desigual. Es muy importante en un proyecto comunitario ser flexibles y si no están saliendo las cosas en base a los objetivos fijados, poder tener suficiente capacidad y flexibilidad de adaptación a las condiciones complejas y cambiantes que podemos encontrar en una comunidad, así como a los diferentes colectivos que están implicados. Esta evaluación continua y continua adaptación al cambio facilitará también el éxito del proyecto y la posterior evaluación. La última fase sería la de evaluación del proyecto y como en todos los proyectos, es importante poder evaluar también en los proyectos comunitarios. Esta evaluación es importante que sea una evaluación participativa, en la que participen todos los agentes que han estado implicados tanto en el diseño como en la implementación, pero también es importante la ciudadanía que ha sido usuaria del proyecto. Para ello, podemos utilizar diferentes técnicas participativas que pueden ser lúdicas o creativas, con la intención de poder incorporar en esta evaluación a la ciudadanía, que no está habituada normalmente a hacer procesos de evaluación a nivel técnico. También es importante contar con indicadores cuantitativos y cualitativos que no olviden la evaluación del proceso. Por ejemplo, podemos evaluar si el proceso ha sido suficientemente participativo, si ha habido diversidad de actores, si se ha tenido en cuenta la perspectiva de género, si se ha facilitado el proceso de una manera suficientemente participativa, si ha habido suficiente información, etcétera, etcétera. Para finalizar, es importante simplemente tener en cuenta que un proyecto comunitario ha de ser un proyecto vivo, flexible y que tenemos que ser muy imaginativos para poder incorporar a colectivos diversos, que normalmente no vienen a participar a espacios de participación formal.