Hoy estamos en la empresa Berlucchi con Paolo Ziliani. Paolo es vicepresidente y responsable de las operaciones internacionales de dicha empresa. Paolo, Berlucchi, descubrió en 1961el territorio de Franciacorta. ¿Cuáles fueron, al principio, los retos más importantes? ¿Por qué los emprendedores dicidieron abrir esta nueva empresa? Bueno, en primer lugar, estoy muy contento de no haber nacido todavía en 1961, he tenido suerte, porque por lo que oigo de mi padre, él todavía vive y bien, le gusta contarnos todas las controversias y problemas a los que tuvo que enfrentarse antes de la creación de Franciacorta. Lo que sucedió realmente fue que ellos tenían un sueño. Franco Ziliani, mi padre, y Guido Berlucchi, tenían un sueño. El sueño era producir algo, no algo similar al champán, porque les encantaba el champán, sino algo tan bueno como el champán pero diferente, con características diferentes, con cualidades diferentes: al estilo italiano, algo muy bueno, pero algo al estilo italiano. Ellos pasaron muchos problemas, porque no tenían experiencia en absoluto. Tuvieron que viajar muchas veces a Champaña para intentar entender y aprender cómo producirlo de la mejor manera. Mientras tanto, empezaron a hablar con otras personas para presentar su idea. No fue fácil en absoluto, creo, pero como he dicho antes, la pasión y el sueño fueron el secreto de su éxito. Desde la primera botella en 1961, ahora Franciacorta es un territorio con más de 3.000 hectáreas de viñedos, y con una producción total de alrededor de quince millones de botellas con más de cien bodegas, por lo tanto, tengo que admitir que estoy muy orgulloso de lo que mi padre y Guido Berlucchi hicieron en el pasado. El éxito de Berlucchi fue y todavía es un éxito de mercado. Al principio, como has dicho, los fundadores empezaron a aprender cómo elaborar el vino, pero después, ¿cuál fue la estrategia con respecto al Marketing y por lo tanto la salida al mercado? ¿Cuál fue el verdadero enfoque, el enfoque diferente? Creo que al principio ellos hablaron y se pusieron en contacto con gente a la que le encantaba el champán porque la idea era decirle a los consumidores italianos que probaran este producto que era muy bueno y estaba hecho en Italia. No existía en aquel tiempo. No existía, porque la verdadera tradición del vino espumoso en Italia nació en Piamonte con la uva Moscatel dulce, el Asti espumoso: Muy bien, pero era un producto completamente diferente. Creo que la verdadera innovación de Franciacorta y la verdadera idea que mi padre y Guido Berlucchi tuvieron fue producir un vino espumoso en Italia porque en esa época no existía. No solo un vino seco, sino también con un método que permite obtener una alta calidad de estándares. La estrategia fue sugerir probarlo en vez de beber champán y en todos esos años, creo que se convirtió en algo “elegante radical”, pedir una botella de Berlucchi en vez de pedir lo que todo el mundo pedía. Para ser diferente de los demás tenías, finalmente, algo nuevo que probar. Y creo además que uno de los aspectos importantes de esta estrategia fue elaborar un producto muy democrático, ¿verdad? Era venderlo a través del---- Eso fue después, creo. Después. Sí, al principio no era tan democrático; era diferente. Sabemos que a los italianos les gusta ser diferentes de los demás. Okay. De acuerdo. Después, poco a poco, se hizo democrático. Se convirtió en el vino para las fiestas, las festividades, para los cumpleaños, para cualquier evento familiar o con amigos, cualquier persona habría abierto en el pasado y ojalá en el presente, una botella de Berlucchi. Berlucchi, poco a poco, pero no creo al principio, se convirtió en eso. Se convirtió, poco a poco, en el vino oficial de las fiestas en Italia. Y siempre estaba ahí. Fue como un itinerario, un camino. Desde 1961 hasta hoy, fundamentalmente, Berlucchi y Franciacorta han creado una tradición, porque inventaron la tradición de beber un vino espumoso italiano de alta calidad. Exacto. Después, además, hemos estado trabajando no solo para mantener esta tradición, sino también para encontrar más formas de beber nuestros productos. Creemos, por ejemplo, que estos vinos combinan muy bien con la comida. Permíteme decirte que si te acostumbras a comer con un Franciacorta y por supuesto, mejor todavía con un Berlucchi, pero también con los otros, si te acostumbras a beberlo, te das cuenta verdaderamente que no es fácil volver a beber un vino normal, porque estos tipos de vinos tienen la característica de poder combinarse con muchos alimentos diferentes porque son vinos blancos, pero al mismo tiempo, tienen un cuerpo y una estructura que se parecen mucho a las del vino tinto. Puedes acompañarlo con muchos alimentos diferentes y por lo tanto con muchos estilos diferentes. Sabes que en Italia la comida es muy diferente cuando vas de un lugar a otro y probablemente, este es otro aspecto por el que somos tan fuertes en el mercado, porque es uno de los pocos vinos que puedes beber en cualquier lugar de Italia, desde Sicilia hasta los Alpes. Esta es una pregunta más general; Cuando trabajáis, competís en el mercado, habiendo inventado una tradición, ¿es un impedimento, una restricción a la innovación o ayuda a innovar? El reto es mantener las tradiciones, pero al mismo tiempo intentar innovar sin perder la tradición. Te pondré un ejemplo en el campo de la producción. Poco a poco, hemos ido entendiendo que de una sola planta el número de racimos de uva tiene que ser más bajo porque las raíces tienen que alimentar solo a cuatro o cinco racimos, si relamente quieres obtener las características del gusto y de la calidad. Esto significa que no cambias la tradición, sino que entiendes como van las cosas año tras año, producción tras producción, vendimia tras vendimia. Lo mismo sucede con el prensado, entiendes poco a poco, que cuanto más delicado es el prensado de la uva, más consigues, realmente, el mejor mosto que quieres obtener. Después por supuesto, tienes que mantener la tradición, pero creo que tenemos que preocuparnos por conservar nuestro territorio, nuestra tierra; y por supuesto estamos intentando ser cada vez más ecologistas, cada día más, intentamos conservar lo que la naturaleza nos ha dado. No queremos cambiar esto. Creo que es importante recordar siempre tus tradiciones, pero al mismo tiempo intentar ser innovador en el campo de la producción y también en el campo del Marketing, porque por supuesto, los consumidores cambian y cambian también sus ideas, así que tienes que estar actualizado con las nuevas tendencias. Bien. Como has dicho antes, Berlucchi es uno de los líderes indiscutibles en el mercado de vinos espumosos en Italia y Franciacorta. ¿Uno de los líderes? Es el líder. Lo siento. Vale. Es el líder de mercado de vino espumoso en Italia y Franciacorta está reconocido como el mejor territorio del mercado de vino espumoso en Italia, pero ahora el gran reto para Franciacorta y Berluccchi son los mercados internacionales, donde la competencia es mucho más implacable y muy diferente. ¿Cuál es la estrategia del territorio y de Berlucchi en particular, a la hora de intentar acercarse a un mercado global donde los territorios y las empresas compiten en un muy global y----? Bien, en primer lugar, tenemos que recordar siempre el modo en el que producimos nuestros productos. Las normas de producción en Franciacorta son las más estrictas del mundo para producir un vino espumoso. De una hectárea de viñedos, podemos obtener como máximo 9.000 kilos de uva. De cien kilos de uva, podemos obtener como máximo el 55% de mosto para hacer Franciacorta, por lo tanto, hay muchas pautas que nos dan la oportunidad de tener una muy alta calidad dentro de los cien productores. Este es el objetivo de Franciacorta: calidad, calidad, calidad. Es la única manera de tener una oportunidad en el mundo, intentando competir con el champán, porque esa es la competencia. Por supuesto, hay muchos vinos espumosos diferentes de Argentina, de Brasil, de Australia, Reino Unido y de Prosecco. En muchos países y mercados el consumo de vino espumoso está aumentando y hay muchas producciones diferentes. Creemos que la oportunidad para Franciacorta es tener un estándar de muy alta calidad. Tenemos esas pautas que tienen que ser muy estrictas y por supuesto, una consecuencia de esto, es que el precio será alto porque los costes de producción son altos. Creo que tenemos algunas oportunidades porque tenemos nuestro propio carácter. Los vinos tienen su propio carácter. No pueden confundirse con ningunos otros vinos. Esta es nuestra oportunidad. Por supuesto, necesitaremos muchos años, muchas degustaciones, muchos aviones en los que volar, muchas millas que recorrer, Yo lo estoy haciendo, pero es divertido. Es divertido, es un reto y creo que tenemos algunas oportunidades. Cuando hablas de Berlucchi dentro del territorio, porque esta es una estrategia de todo el territorio de Franciacorta,---- Sí, pero ¿entonces disputas con toda la competencia dentro del territorio que son las estrategias de diferenciación potenciales que la empresa líder en el territorio puede perseguir? Creo que para ser honestos, por supuesto, todo el mundo dentro del territorio tiene que tener sus propias diferencias. Somos los creadores de Franciacorta, creo que quizás eso es por lo que no estoy preocupado acerca de cuál es la diferencia entre nosotros y el resto, pero tenemos mucho más espacio para crecer, estamos solo produciendo quince millones de botellas. Esta es una cifra muy baja, así que creo que debemos tener un objetivo para duplicar al menos la producción y las ventas de las botellas de Franciacorta en todo el mundo dentro de un cierto periodo de tiempo, pueden ser diez años, veinte como máximo. Este tiene que ser nuestro objetivo. No creo que haya problemas a la hora de enfatizar cuál es la diferencia entre Berlucchi y los demás colegas del territorio. Por supuesto, Berlucchi es la que creó Franciacorta, por lo tanto, seremos siempre los creadores de Franciacorta seremos siempre los que más hemos estimulado, los que más dinero hemos gastado, los que creeremos más que los demás. Esto está claro. De acuerdo, muchas gracias Paolo. Salud. Salud.