Ahora nos toca revisar algunas de las características de los videos de inicio. Seguro te interesa. [MÚSICA] [MÚSICA] ¿Cuánto tiempo le damos a un video para que nos enganche? ¿Treinta segundos?, ¿un minuto? Ahora, imaginemos pedirle a los estudiantes que vean nuestras grabaciones de videoconferencia de una hora o de hora y media. Es realmente pesado, no va a suceder. Y es algo no sustentable por varias razones. Una, por lo cansado que resulta ver un video tan largo, es simplemente cansado. Pero, también, es difícil de transmitir; es difícil, para mí, de subir a una plataforma, y para el estudiante, no sé si cuenta con los medios para descargarlo, si tiene datos, si tiene buen internet. Si la experiencia va a ser durante una hora, ¡terrible!, porque se traba el video, etcétera. Entonces, la sugerencia de Flower Darby en su libro Small Teaching Online, su libro que acaba de sacar, muy interesante, ella sugiere la elaboración de “microclases”; es decir, que estos videos de inicio se convierten en una clase chiquita, chiquita, pero no por ello menos profunda. Simplemente, vamos a seleccionar estos conceptos centrales, a lanzar algunas preguntas detonadoras, y los estudiantes van a tomar agencia de su propio aprendizaje, van a realizar estas actividades, van a revisar los materiales que estamos aportando. Trabajarán, pero a partir de este “input”, de esta primera provocación que nosotros hacemos en estos videos, que no debe durar, dice la investigación, más de seis minutos. Guo y sus colegas han investigado esto en video educativos, y seis minutos parece ser el tiempo máximo en el que un estudiante permanece y está involucrado en estos videos. Entonces, la recomendación es hacer videos de menos de este tiempo o hasta seis minutos. Y cuando estamos trabajando con video, tenemos una gran ventaja en plataformas que nos ofrecen analítica del aprendizaje, por ejemplo, YouTube. Si yo, después de grabar este video, lo subo a una plataforma como YouTube, al mes puedo saber cuál fue el involucramiento que tuvieron los espectadores con este video, y eso me va a indicar. Y esto, además, funciona si integramos, desde YouTube, a nuestra plataforma los videos; es decir, yo los puedo jalar, incrustar en Moodle, y los puedo incrustar también en Classroom, por ejemplo. Y cuando los estudiantes lo ven, van dejando una “huella”, yo puedo saber cuándo mi grupo dejó de ver este video. Si este video dura seis minutos, y sé que todos mi estudiantes, o quienes lo han visto, dejaron de ver en el minuto tres, quiere decir que hasta ahí, hasta ahí estoy logrando el involucramiento. ¿Qué puedo hacer?, o para llevarlo a seis, o tomar una decisión como reducir mis videos a tres, porque al parecer, esa es la longitud que en mi grupo es, o más cómoda, o la que estoy logrando; o pensar cómo hacer más atractivos los videos. Pero si tengo información de los espectadores, de la audiencia, de cómo están reaccionando ante los videos, por supuesto, puedo tomar mejores decisiones. Entonces, aquí tenemos tres sugerencias para estos videos de inicio. Uno: pensarlos como clases pequeñas, como sugiere Flower Darby; pensarlos, además, en no más de seis minutos; y revisar las analíticas de aprendizaje de la plataforma donde las estoy alojando. Esto nos dará información para iterar y mejorar rápidamente. Y pues, claro, ahora en el siguiente video, lo que vamos a ver son algunos ejemplos y sugerencias de cómo hacer los videos de cierre. [MÚSICA]