Las videoconferencias son una herramienta muy importante en la educación a distancia. Hace no muchos años era impensable tener la calidad de videoconferencias que tenemos en la actualidad. Una de las herramientas más utilizadas en el mundo en este año de la pandemia es un "software" que se llama Zoom. Esta plataforma es una plataforma para videoconferencias a través de internet que se utiliza para muchas cosas: para platicar con los conocidos, con la familia, para tener videoconferencias con amigos, en el trabajo y ahora en educación. La plataforma ha crecido muchísimo su uso en estos meses de la pandemia, al estar obligados a tener actividades de educación a distancia. Y ha tenido mucho éxito porque es una plataforma muy intuitiva, fácil de usar, compatible con la mayoría de los sistemas operativos de nuestros dispositivos digitales, y se puede utilizar en la computadora de escritorio, en la tableta, en el teléfono celular y, prácticamente, en todos los dispositivos. El uso de las videoconferencias es muy importante porque nos permite ver a la persona. En educación, el ver al estudiante, a los compañeros y al profesor ha sido en estos meses de la pandemia un oasis, al estar imposibilitados para tener contacto estrecho en cercanía física. Yo no había usado Zoom. Había oído hablar de él, había visto que personas lo usaban; pero el día que nos cerraron la universidad por la pandemia, tomé un curso intensivo de dos horas, descargué la aplicación, empecé a ver tutoriales en diversos lugares y, como cuando aprende uno a nadar, empecé a usarlo en mis actividades educativas. Me di cuenta inmediatamente de varias cosas. Una, el gran potencial, porque podemos ver a las personas, hablar con ellas, ver sus expresiones, interactuar de muchas maneras. Pero también me di cuenta de que si lo utilizamos nada más como una herramienta tecnológica, es decir, aplicarlo porque se ve muy bonito, porque nos gusta, porque es la moda, empezaba uno a tener problemas desde el punto de vista educativo porque, entonces, estaba primero la tecnología que el proceso educativo. En los últimos meses, incluso, se ha descrito algo que se llama la fatiga por Zoom. Hay una serie de cosas que ocurren, como el tener que estar por un tiempo prolongado viendo fijamente la pantalla. Se ha demostrado que uno usa mucha parte del tiempo en la interacción con la plataforma viéndose a sí mismo. Entonces hay esta autoconciencia de cómo me veo, y eso produce fatiga y aumenta mucho esta inquietud de ver cómo nos vemos ahí. Y lo que hemos visto también es que a veces los estudiantes cierran o apagan el video y no hay manera de saber si están interactuando. Muchos docentes lo hemos utilizado en ocasiones para reproducir la conducta de dar clase en el aula. Entonces, caemos de nuevo en la educación tradicional en la que yo transmito información y ustedes la escuchan y se supone que aprenden. Creo que eso debe de cambiar. La plataforma tiene una gran cantidad de herramientas para no aburrirnos, para divertirnos, para colaborar, para involucrar a los estudiantes y a nosotros mismos en el proceso y no convertir las sesiones de videoconferencia en una mala copia de las clases y conferencias tradicionales. En la herramienta de Zoom puedes comunicarte de varias maneras. Una de ellas es...puedes hablar, obviamente, es decir, ves a las personas, y puedes hablar y pueden hablar todas las personas que participan en la sesión. Podemos escribir. Tiene una función para chat, para charlar, conversar escribiendo que es fascinante porque permite que, mientras otras personas están hablando, se puede participar exhibiendo o subiendo ideas escritas y tener un diálogo en paralelo, que a veces es un poco complicado en términos de la sobrecarga cognitiva, pero es una vía de salida para expresiones que en el contexto normal de una clase cara a cara es muy difícil de lograr. Y si se utiliza con prudencia, involucrando a los estudiantes, puede propiciar reflexión, puede propiciar diálogo, involucro de las personas y que se aplique el pensamiento crítico y se ejecute esto que llamamos práctica reflexiva. También podemos participar votando. Hay una herramienta en la plataforma en la cual uno puede poner encuestas, cuestionarios, preguntas que tiene una multiplicidad de funciones. Podemos hacer una identificación de necesidades, una prueba diagnóstica de ver si se revisaron las lecturas de la sesión o simple y sencillamente para divertirnos. Y es fascinante ver cómo en una clase con bastantes estudiantes puede uno ir viendo y exhibiendo con el grupo, en tiempo real, los resultados de las votaciones o las respuestas a las preguntas que se hacen. Y también se puede interactuar de manera visual, es decir, como vemos a las personas y como tenemos una serie de herramientas dentro de la misma plataforma, como un pizarrón electrónico; y podemos conectar también nuestros dispositivos para poner, por ejemplo, una lámina de cualquier cosa, un mapa de algún país, y podemos participar todos en el dibujo digital y seleccionando cuestiones de identificar los elementos de cualquier cosa, como pueden ser las cavidades del corazón. Y una de las más importantes que, personalmente, es a mí la que más me gusta, es la capacidad de separarnos en grupos pequeños. La plataforma tiene una flexibilidad impresionante para esto. Puedo fragmentar al grupo en subgrupos de diferentes tamaños. Puedo hacerlo de manera aleatoria, puedo mover a los estudiantes de un grupo a otro, puedo entrar como docente a asomarme qué están discutiendo en el grupo pequeño y también se pueden, inclusive, preconfigurar para que yo tenga los grupos armados desde antes y que se discutan temas específicos. Y todas estas herramientas que les acabo de decir las puedo combinar de diferentes maneras. Yo puedo hacerles una pregunta con el sistema de votación, pedirles que lo discutan en el chat, inmediatamente después, separarnos en grupos pequeños para que discutan el concepto. Recomiendo que lo exploren. Hay una gran cantidad de documentos que están surgiendo para ayudar a evitar la fatiga de Zoom y para ayudar a que los docentes utilicemos mejor esta plataforma. Sugiero que elijan los libros, artículos, tutoriales, hechos por personas con experiencia y que pongan en primera instancia el aspecto educativo y el tecnológico como una parte que complementa, que suplementa y que ayuda el proceso educativo.