Bienvenidos y bienvenidas a este tutorial. Desarrollaremos en esta lección el estado financiero de la empresa conocido como "flujo de fondos", o "flujo de fondos de tesorería", el cual determina la variación que existió en la caja de la empresa en un periodo determinado. Nos apoyaremos en el método más utilizado, el método indirecto, por lo cual es necesario haber realizado previamente todos los pasos de la metodología de proyección para obtener balance y cuadro de resultados proyectado. Utilizaremos para visualizar este flujo de fondos el gráfico de cascada, el cual se inicia con las ventas y se aumenta mediante afluentes de fondo y se reduce mediante efluentes de fondos. Es importante resaltar que este estado financiero debe ser realizado en toda proyección, dado que la información contable de balance y cuadro de resultados proyectado no es la adecuada para la toma de decisiones financieras. Los invito, amigos a culminar el proceso de estados financieros de la empresa. El flujo de fondos de tesorería puede resultar más simple de entender si se lo grafica mediante un gráfico que se conoce como "cascada". El primer afluente del flujo corresponde a las ventas que, luego de pasar por los afluentes de costos, gastos operativos, intereses e impuestos, nos llevan al beneficio neto, el cual es la última línea del cuadro de resultados de la empresa. A partir de aquí, comienzan los ajustes para llegar al flujo de fondos de tesorería y, es por ello, que decimos que son ajustes al beneficio neto. El primer ajuste que mencionamos es la variación en necesidades operativas de fondo. Como la relación es inversa, en caso de aumento en la inversión en NOF, se reducen los fondos de la empresa, como se muestra en este ejemplo. El segundo ajuste es la variación en activo fijo, cuya relación respecto de los fondos de la empresa también es inversa. Si optamos por descomponer el activo fijo, recordemos que debemos sumar la amortización y restar la inversión en activo fijo. El beneficio de este proceso radica en separar claramente el flujo de fondos que genera la operación de aquel que genera la inversión y el financiamiento. Para ello, debemos sumar los intereses, ya que corresponden a la estrategia de financiamiento, y hacer un total antes de calcular la inversión en activo fijo. Volvamos al flujo de fondos de tesorería. El tercer ajuste corresponde a la variación en el financiamiento, compuesto tanto por la variación de deudas como la variación del capital. Ambos tienen relación directa con los fondos, ante un aumento se le generarán más fondos a la empresa. Como los intereses ya están incluidos en el beneficio neto, sólo debemos considerar efluente a los dividendos para así llegar al flujo de fondos de tesorería. El cálculo de flujo de fondos de tesorería de la pequeña empresa textil es el siguiente. Se puede observar que el flujo de fondos de tesorería es cero y eso tiene dos explicaciones. Primero, respecto del pasado, considerando que la caja es parte de las necesidades operativas de fondo de la empresa, no existió caja excedente. Segundo, respecto del futuro, y este proceso es típico al proyectar una empresa. Recordemos que hemos solicitado fondo a ambos inversores y, que exista un excedente significa que le hemos solicitado más de lo que la empresa va a necesitar, con lo cual es natural que no exista en una proyección flujo de fondos de tesorería excedentes. La misma información puede generarse como gráfico de cascada en cada uno de los años proyectados para tener un mejor control de la proyección. Así, se verá la apertura en el año 2018, año 2019 y año 2020 en proyectado. Recomendamos no considerar por separado amortización e inversión en activo fijo para establecer el segundo ajuste en el método indirecto, sino tomar directamente la variación del activo fijo. Pero, al ser éste un proceso muy conocido y referenciado en libros, queremos explicar ambas alternativas. En resumen, el flujo de fondos se inicia con el beneficio neto, el cual será un afluente si es positivo o un efluente si es negativo. El primer ajuste, representado por la variación de necesidades operativas de fondo, también puede ser un afluente si hay desinversión, o un efluente si hay aumento de la inversión. Lo mismo sucederá con el segundo ajuste, la variación del activo fijo. Recordemos que podemos sumar la amortización y restar la inversión en activo fijo, pero con este método hay posibles movimientos de fondos que no incluimos y que sí están dentro de la variación del activo fijo. Entre estos movimientos, podemos encontrar la activación de gastos o la venta de activo fijo que, como vimos en la lección anterior, debe ajustarse por su valor contable. Considerar entonces la variación en activo fijo no sólo es más simple, sino que evita errores. El tercer afluente o efluente corresponde a la variación del financiamiento compuesto por la variación de deuda, que surge de restar la amortización de deuda y sumar la emisión de nueva deuda, y la variación de aportes, que surge de restar la recompra de acciones y sumar la emisión de nuevos títulos. Por último, un típico efluente son los dividendos que, al no estar en el beneficio neto, deben ajustarse para así llegar al flujo de fondos de tesorería. Es claro, entonces, que afluentes y efluentes pueden existir en todo el camino hasta la desembocadura que representa el flujo de fondos de tesorería. Gestionar todo fondo que sucede aguas arriba es responsabilidad del administrador financiero, quien tiene la posibilidad de separar el flujo de fondos de tesorería en diferentes flujo de fondos para una mejor gestión. Resumiendo, primero hemos visualizado el flujo de fondos de tesorería, luego desarrollamos la importancia de utilizar la variación del activo fijo en la fórmula y, por último, hemos expresado que el administrador financiero gestiona afluentes y efluentes de fondo, por lo que puede descomponer el flujo de fondos de tesorería en diferentes flujos de fondos.