Otro de los aportes derivados del descubrimiento de Modigliani y Miller, es un método para evaluar a empresas llamado "valor presente ajustado", o "APV", por sus siglas en inglés. Consiste en aplicar la proposición "uno" de Modigliani y Miller a la valuación de empresas. En un mundo de mercados perfectos, el valor de la empresa no varía de cambiar el endeudamiento. Por tanto, el valor de la empresa en la realidad, será igual al valor de la empresa sin deuda, más la creación o destrucción de valor que generen las imperfecciones que violan el supuesto de Modigliani y Miller. El valor de la empresa apalancada sería, por tanto, el valor de la empresa desapalancada, más el valor actual del escudo fiscal, menos el valor actual del costo de estrés financiero. Como el estrés financiero no se puede medir, en la práctica, la fórmula se reduce al valor de la empresa sin deuda, más el valor del escudo fiscal. El valor de la empresa sin deuda se puede calcular como el "Free Cash Flow" descontado con el "WACC". Pero el "WACC" sin deuda, no es otra cosa que el "Keu". El escudo fiscal también requiere ser descontado pero, si bien suele utilizarse el "Kd" como tasa de descuento, podría argumentarse que el "Keu" sería más adecuado para reflejar el mayor riesgo. Por tanto, nos quedarían dos variantes del "APV", la que descuenta el escudo fiscal con el "Kd" y la que descuenta el escudo fiscal con el "Keu". Si agregamos las dos variantes del método "APV" a los tres métodos que ya hemos visto, nos quedan estas cinco alternativas. El método del flujo para el accionista es el que menos recomendamos, porque si la empresa posee una estructura de capital estable, nos parecen más sencillo los otros métodos, ya que no hay que proyectar los aumentos y disminuciones de deuda. Si la estructura de capital no fuera estable, a la dificultad de proyectar las variaciones de deuda, habría que agregar que el "Ke" iría variando año a año y sería más trabajoso calcular el valor actual. Este último problema de la variación de la estructura de capital a lo largo del tiempo, también se aplicaría al método del "WACC", pero, aunque la estructura de capital fuera constante, el método del "WACC" tiene el problema de que realiza un ajuste en la tasa de descuento para compensar que en el flujo se pagan impuestos demás, porque no se tiene en cuenta el escudo fiscal. El método de "Capital Cash Flow" sería el más correcto, porque proyecta el flujo de los inversores y lo descuenta con el verdadero costo promedio ponderado de los dos recursos. Adicionalmente, si se considera que el escudo fiscal no cambia el riesgo de "Capital Cash Flow", también se resolvería el problema del endeudamiento variable, ya que el "WACC" sin impuestos sería igual para todos los niveles de deuda y, por tanto, sería el "Keu". El "APV" descontando el escudo fiscal con el "Kd" es, matemáticamente, equivalente al método del "WACC", en la medida que se asuma que la empresa no crece y la estructura de capital se mantiene estable. Los cuestionamientos a este método vendrían por el riesgo del escudo fiscal, que requeriría una mayor tasa de descuento que el "Kd". En el método del "APV" descontando el escudo fiscal con el "Keu", tenemos que el "Free Cash Flow" y el escudo fiscal se descuentan con la misma tasa. Por lo tanto, es lo mismo sumar los valores actuales que descontar la suma de los flujos. Pero, el "Free Cash Flow" más el escudo fiscal es, justamente, el "Capital Cash Flow". Es decir, el método del "APV" descontado con el "Keu" es idéntico al método de "Capital Cash Flow", en la medida que se asuma que el escudo fiscal no afecta al riesgo de "Capital Cash Flow" y, por tanto, el "WACC" sin impuestos, es igual al "Keu". Según lo que dijimos, el método de "Capital Cash Flow" sería el más recomendable. Es, prácticamente, idéntico al método del "APV" descontando el escudo fiscal con el "Keu". La otra variante del "APV" es la que seguiría en nuestra recomendación. Sería el más recomendable si se considera que el escudo fiscal tiene el mismo riesgo que la deuda. El método del "WACC" es muy similar a la última variante del "APV". Lo recomendamos después que el "APV" porque nos parece que puede ser útil conocer, por separado, el valor de la empresa sin deuda y el impacto de la deuda, pero, fundamentalmente, porque no nos parece correcto poner el escudo fiscal en la tasa. El último lugar en nuestra recomendación lo ocupa el método del flujo del accionista. Es importante señalar que, si bien mencionamos que las variantes del "APV" no recogen el impacto negativo del estrés financiero, tampoco ninguno de los otros métodos lo tiene en cuenta.