Bienvenidos y bienvenidas a este tutorial. En esta lección comenzaremos a determinar las inversiones que la empresa debe hacer para cumplir con el nivel de actividad proyectado previamente. Iniciaremos proyectando las inversiones de largo plazo de la empresa en esta lección y culminaremos con las inversiones de corto plazo en la lección siguiente. Resaltamos la importancia de las decisiones de inversión, principalmente aquellas de largo plazo, ya que son inversiones difícilmente reversibles y limitarán el accionar de la empresa en el futuro. Encontraremos que las inversiones de largo plazo de una empresa dependen del cronograma de compromisos asumidos con anterioridad, de las necesidades propias del plan de acción, desarrollado en la lección anterior, de la estrategia de producción, abastecimiento y logística y del nivel de utilización de sus activos. Aprovecharemos para navegar con mayor profundidad en la metodología propuesta para proyectar estados financieros y entender la importancia de respetar el orden de los cinco pasos que realizaremos en este proceso. Por último, comenzaremos a ratificar o rectificar los "inputs" de las variables definidas en los pasos anteriores considerando los "inputs" de las variables definidas en esta lección. Esto es necesario en virtud de consolidar, en cada paso del proceso, un plan que cumpla con los objetivos esperados y que sea factible a la hora de su implementación. Es momento ahora de invitarlos a disfrutar de un nuevo tramo de nuestra travesía. La proyección de los estados financieros sigue el proceso de la empresa. El área comercial es quien inicia el proceso comunicando en su plan comercial el nivel de actividad y la rentabilidad bruta esperada. Cada área de la empresa expresa luego su necesidad de inversión, la cual se compone de la inversión necesaria para cumplir con el plan comercial, con el plan estratégico y aquellos compromisos de inversión aprobados con anterioridad. Finanzas integra los planes de inversión y evalúa la mejor estrategia para obtener los recursos financieros que la empresa necesite. En la medida que los recursos no estén disponibles, o que la rentabilidad proyectada sea menor a la requerida por los accionistas, se deberá reiniciar el proceso hasta que todos estén satisfechos. Para proyectar los estados financieros debe seguirse este proceso con rigurosidad. Primero, se desarrolla el cuadro de resultados operativos. Segundo, la necesidad de inversiones de largo plazo. Tercero, la necesidad de inversiones de corto plazo. Cuarto, la disponibilidad de recursos de terceros y, quinto, la disponibilidad de recursos propios. Habiendo ya proyectado el cuadro de resultados operativos, nos ocuparemos en esta lección de proyectar las inversiones de largo plazo. ¿En qué invierte la empresa? La empresa debe invertir, para lograr sus proyecciones de ventas, en activos de corto plazo y activos de largo plazo. Es usual proyectar por separado ambos componentes del activo, siempre tomando en cuenta el diagnóstico de la situación y los objetivos de la empresa. Recordemos la situación de las inversiones en nuestra pequeña empresa textil. De acuerdo al balance de la empresa, se observa que sus inversiones reflejadas en el activo aumentaron casi diez millones, principalmente en inversiones de corto plazo. Analicemos gráficamente esta situación. Se puede observar no sólo el mencionado crecimiento de inversiones de corto plazo, sino también que el activo a largo plazo se mantuvo estable indicándonos que la empresa pudo crecer sin necesidad de invertir considerablemente en activos. ¿Podrá la empresa crecer sin inversión en activos? ¿Estarán los activos productivos siendo utilizados a máxima capacidad? Para proyectar a conciencia la inversión en activo fijo, no es suficiente la información que proviene de los estados financieros de la empresa. Comencemos con su proyección. El activo fijo está compuesto por inversiones que tienen una duración mayor al año y pierden valor con el paso del tiempo o el uso, por lo cual el activo fijo del balance representa las inversiones realizadas en activo fijo neta de las amortizaciones transcurridas desde su adquisición. Ambos componentes deben ser proyectados. A la hora de proyectar inversiones en activo fijo es importante, por un lado, entender el nivel de utilización de la actual inversión productiva de cada activo fijo, ya que una sola máquina a máxima capacidad puede limitar el crecimiento de la empresa en una línea de producción. Por otro lado, entender la base del crecimiento proyectado, ya que si éste proviene de un producto nuevo, quizás debe invertirse en una línea de producción especial, al margen de tener exceso en la capacidad actual. Por último, es necesario conocer la estrategia de producción, en la medida en que el crecimiento se base en producción o abastecimiento externo, quizás no sea necesaria la inversión en activo fijo. En toda proyección puede existir un componente cierto, previsible si se quiere, que representa el impacto en el futuro de situaciones conocidas hoy. Este es el caso de la proyección de los activos actuales. La proyección de la amortización de los activos fijos actuales es previsible, sólo es necesario conocer la información aunque no siempre se tiene acceso a la información de las empresas. ¿Se puede proyectar la inversión en activo fijo si no tengo información detallada? Sí, es posible, pero no es recomendable esta situación por el alto riesgo que ello conlleva. Como opción, un analista financiero puede proyectar el activo fijo como un porcentaje de las ventas futuras, suponiendo que ante un aumento de ventas aumentará la inversión a largo plazo, y proyectar las amortizaciones como un porcentaje del activo fijo. Luego, calcular la inversión real de activo fijo sumando ambos conceptos. Siempre, en estos casos, es necesario validar con personal idóneo el plan de inversión que surja de estos cálculos. Dado que el proceso de cuantificación ante la falta de información es más complejo, proyectaremos este escenario aquí. Recordemos que el activo fijo no aumentó en los últimos años y han crecido considerablemente las ventas, por lo cual suponemos que si el crecimiento continúa, deberá existir inversión en activo fijo. Por simplicidad, vamos a suponer que el ratio activo fijo sobre venta será del 40 por ciento, lo cual nos arroja para el año 2018 un activo fijo proyectado de 21,3 millones. Este activo fijo incluye las amortizaciones acumuladas por lo cual, a la hora de entender la real inversión en activo fijo, debemos quitarla. Proyectemos las amortizaciones. Al no poseer información para estimar las amortizaciones, utilizaremos un porcentaje que relacione amortizaciones y activo fijo. Suponemos también que amortiza en el año del alta de su activo fijo, por lo cual el ratio histórico compara la amortización del activo fijo, ambos en el mismo año. El ratio en el año 2017 asciende a 6,88 por ciento y será el que utilicemos para proyectar. La amortización del activo fijo que estimamos para el año 2018 será, entonces, cercana a 1,5 millones. Ahora que tenemos la proyección del activo fijo y las amortizaciones, calcularemos la real inversión que hicimos y deberemos hacer en activos de largo plazo. La real inversión en activo fijo se obtiene a partir de tomar el activo fijo del balance y sumarle las amortizaciones acumuladas. Para saber cuánto se invierte en un período determinado, sólo debemos tomar la inversión del activo fijo acumulada al final del período, que queremos conocer, y restarle la inversión en activo fijo al inicio de ese periodo. En este sentido, los 16 millones que lleva invertido la empresa se materializó de esta forma. Si consideramos las proyecciones de activo fijo y de amortizaciones que hemos realizado, podemos conocer la inversión en activo fijo que se estima necesaria detallada por año, concepto muy importante para Finanzas que luego deberá entender si tiene recursos disponibles y si la rentabilidad del accionista es la adecuada o debe revisarse este plan de operación e inversión. En resumen, desarrollamos el proceso de proyección de estados contables y mencionamos la importancia de realizarlo ordenadamente. Luego, proyectamos la inversión de largo plazo utilizando estimadores, simulando un escenario de ausencia de la política de inversiones, y recomendamos utilizar este método como última instancia por el riesgo que ello conlleva.