Bienvenidos y bienvenidas a este nuevo tutorial. En esta lección, proyectaremos la inversión de corto plazo de la empresa, conocida también como necesidades operativas de fondo. Es de resaltar dos situaciones relativas a esta inversión que, generalmente, suceden en las empresas. Por una parte, se subestiman generando problemas de índole financiero, comercial, operativo y hasta humanos. Por otra parte, se deciden al operar sin un adecuado proceso formal de toma de decisiones, con el impacto y riesgo que esto conlleva. Ambas situaciones marcan la importancia de este proceso y nuestra recomendación de focalizar seriamente en el mismo. La proyección de los estados financieros minimiza estos problemas, ya que hace visible la necesidad de inversiones de corto plazo de manera temprana. Es importante también resaltar que al culminar con este paso del proceso de proyección de estados financieros, nos permitirá determinar la inversión total medida por el activo neto y la eficiencia operativa medida por el RONA proyectado. Recordemos, la eficiencia operativa es un componente importante del árbol de rentabilidad del accionista, por lo cual, es momento ahora para visibilizar el mismo a partir de considerar todos los "inputs" y supuestos de cada variable que hemos realizado hasta el momento. Es momento ahora de invitarlos a un nuevo tutorial de esta travesía. La proyección financiera anticipa y hace visible la inversión esperada en NOF, minimizando el riesgo de quedarnos sin fondos o de tener excedente del fondo sin utilización. El impacto de las condiciones operacionales en la inversión se expresa naturalmente en términos de tiempo o rotación, y se utiliza para proyectar las NOF. Proyectaremos en esta lección las NOF utilizando el término "tiempo". En términos de tiempo, la inversión se expresa principalmente en días, por ejemplo, ¿cuántos días de crédito debo otorgar a mis clientes cuando compran? La inversión de la empresa aumentará cuando aumente el plazo del crédito a clientes. Las fórmulas a utilizar son las siguientes. Tomemos una de ellas para explicarla, las restantes siguen un razonamiento similar. Días de inventario nos dice cuántos días, en promedio, invierte la empresa en stock, los cuales al ser vendidos pasan a formar parte del costo de mercadería vendida. El cálculo es "inventario", dividido "costo de mercadería vendida acumulada", multiplicado por los días transcurridos en el periodo analizado. Lo primero que podemos observar es que se combina un dato del balance, el inventario, con un dato proveniente del cuadro de resultados, el costo de mercadería vendida. Lo segundo a observar es que ambos elementos tienen una base distinta. El costo de mercadería vendida es un dato acumulado, mientras que el inventario es un dato al momento del análisis. Para resolver esta diferencia, se debe multiplicar el dato del balance por los días acumulados en el período bajo análisis. Y así se hace comparable ambos conceptos. Pero mucho cuidado con esta situación. Existe un supuesto implícito importante. El inventario se mantiene constante todo el año. En empresas con alta estacionalidad, el supuesto no es válido y, para conocer los valores máximos y mínimos de las NOF en el año, simplemente se deben proyectar estados financieros en su periodo más corto, por ejemplo, proyectar a cinco años estados financieros mensuales. Apliquemos esto a nuestra pequeña empresa textil. Podemos ver que la empresa en el año 2017 mantuvo en promedio un stock de mercaderías para abastecer 45 días de venta, que dio, en promedio, 66 días de crédito a sus clientes, que recibió, en promedio, financiamiento de sus proveedores a 15 días y que tenía, en promedio, un efectivo para cumplir con los pagos por gastos y compras cercano a los tres días. Es importante ver la tendencia en el tiempo de estos indicadores. Se puede observar que la empresa en el tiempo ha ido aumentando los días que invirtió en sus activos, conformado por clientes e inventario, y reducido los días que le financiaron sus pasivos, conformado por proveedores. Aumentar días de stock y días de cliente puede haber sido parte de una acertada estrategia comercial o de un empeoramiento de las condiciones del mercado, razón por la cual el analista financiero debe complementar este análisis con el contexto real de la empresa para obtener un diagnóstico correcto y completo. En cualquiera de los casos, es claro que, en términos financieros, demandó más fondos que el requerido por el mero crecimiento de ventas. Adicionalmente, la reducción de los días de financiamiento con proveedores también le generó a la empresa mayor inversión. Analicemos la caja. La reducción de los días de caja representa seguramente una realidad financiera complicada de la empresa, más que una estrategia o una eficiencia en reducción de activos para operar. Y debe ser regularizada para que la tesorería de la empresa no pase su tiempo cubriendo descubiertos financieros. Proyectaremos las NOF, basándonos en este diagnóstico. El supuesto que hemos asumido para proyectar es que las condiciones del mercado del año 2017 son las necesarias para competir. El escenario, entonces, será 60 días de crédito a clientes, 45 días de inventario, 15 días de financiamiento con proveedores y ocho días de caja promedio. Estos ocho días de caja son los que estimamos necesitar para operar eficientemente la tesorería y no incurrir en un estrés financiero. Para terminar de proyectar las NOF, nos queda pendiente proyectar las deudas fiscales-sociales, las cuales, generalmente, se establecen como un porcentaje sobre ventas. Consideraremos válido el promedio histórico que asciende al 1,3 por ciento de las ventas. Iniciemos proyectando el inventario para el año 2018. Para proyectar cada componente de las NOF, debemos despejarlo de la fórmula de condiciones operacionales en términos de días, que hemos visto. En este caso despejaremos inventario de la fórmula "días de inventario". Se pueden entender aquí la importancia de respetar el proceso de proyección de estados financieros. No sería posible calcular la inversión en inventarios si no se hubiera proyectado antes el cuadro de resultados operativo. El inventario proyectado del año 2018 asciende a 4 millones. A partir de haber proyectado el inventario y habiendo antes proyectado el costo de mercadería vendidas, se puede conocer la proyección implícita que hemos realizado sobre compras, elemento necesario para calcular las cuentas a pagar proyectadas. Veamos el resto. Las cuentas a pagar del año 2018 se estiman en 1,7 millones. Las cuentas a cobrar del año 2018 se estiman en 10,7 millones. La caja proyectada del año 2018 se estima en un millón. Y, por último, las deudas fiscales del año 2018 se estiman en casi 700.000. Habiendo calculado cada componente de las NOF para el año 2018, pasemos a determinarla y a comparar su evolución en el tiempo. La inversión en NOF acumulada ascendía en el año 2017 a 11,7 millones, con la siguiente apertura por año. La proyección de las NOF que hemos realizado para el año 2018 totaliza 13,5 millones, lo cual significa la necesidad de invertir en el año 2018, 1,8 millones. Aplicando esta misma metodología de proyección, obtendremos que se necesita invertir 2,7 millones en el año 2019 y 3,2 millones en el año 2020. Para mantener el activo neto proyectado, sumamos a la reciente proyección de las NOF, la proyección del activo fijo desarrollado en la lección anterior. Si calculamos la rotación del activo neto, podremos entender la eficiencia esperada de la inversión respecto del nivel de actividad proyectado de la empresa. Hagamos un análisis aquí. Reducir la rotación de activos siempre es un aspecto negativo en términos de inversión, pero recordemos que estábamos teniendo una caja no adecuada para operar, por lo cual el indicador anterior no es un indicador válido para comparar respecto del nuevo indicador en el cual ya regularizamos la caja. Y, adicionalmente, esperamos que traiga mayor eficiencia y rentabilidad. Finalizada la proyección del cuadro de resultados operativo y de las inversiones necesarias, estamos en capacidad de poder evaluar y validar la eficiencia operativa proyectada medida por los retornos sobre el activo neto o RONA. Recordemos que, según nuestro diagnóstico, los accionistas fueron perdiendo rentabilidad, en parte por la caída de la eficiencia operativa, y debemos controlar que este indicador mejore sustancialmente, caso contrario, deberemos proyectar escenarios más desafiantes. Podemos ver que si se cumplen nuestras proyecciones, se regulariza este objetivo, logrando eficiencia operativa por encima de sus valores históricos. Es momento, entonces, de proyectar los recursos que financiarán este plan. Última observación, también es importante entender que la eficiencia operativa influye en la eficiencia financiera, por lo cual deberemos esperar que el costo de los recursos sea menor al RONA proyectado, caso contrario, deberemos proyectar nuevos escenarios para no caer en zonas de eficiencia operativa e ineficiencia financiera. Resumiendo, proyectamos las NOF habiendo proyectado cada uno de sus componentes dentro del activo corriente y dentro de los recursos espontáneos. Para ello, utilizamos una técnica, hicimos la proyección de las condiciones operacionales con el ejemplo basado en tiempo. Y, por último, evaluamos si validamos la eficiencia operativa (RONA) proyectada.