Bienvenidos a este nuevo tema en el que revisaremos qué es el crédito y su importancia en las finanzas personales, así como una herramienta para adquirir bienes y servicios de manera responsable. Empecemos por definir qué es el crédito. John Stuart Mill lo define como "el permiso para usar el capital de otro". Sin embargo, Joseph Fred Johnson nos dice que es "el poder para obtener bienes y servicios por medio de la promesa de pago en una fecha determinada en el futuro". Pero nos podemos remitir a la raíz latina que es credere, y significa confianza. Porque todas las relaciones de crédito se basan en la confianza. La confianza que tendrán en prestarnos el dinero o usar el capital de alguien más. De esta manera, el crédito es una cantidad de dinero que obtenemos con la obligación de pagarla en un plazo determinado, más una cantidad adicional por el concepto de intereses. El crédito es una herramienta que nos permite adquirir bienes y servicios, algunos de los cuales no podríamos adquirir de inmediato, ya que no ahorramos lo suficiente o no disponemos de la totalidad del efectivo para poderlos comprar en ese momento. Es cuando tenemos que solicitar un crédito. El ejemplo más fácil es comprar una casa. Porque tendríamos que ahorrar por mucho tiempo, incluso toda una vida, para poderla adquirir. En caso contrario, siempre podemos recurrir al crédito. Podemos encontrar créditos con plazos tan cortos desde los 30 días hasta algunos tan largos que pueden durar 30 años, como los préstamos hipotecarios. Así como los créditos nos pueden ayudar a adquirir algún artículo que necesitamos en ese momento, o que no ahorramos para adquirirlo, también puede contraer problemas severos si no los pagamos a tiempo o los pagamos fuera de tiempo. Nuestras finanzas se verán afectadas, y vamos a cerrar la puerta del crédito en un futuro. Antes de solicitar un crédito, debemos valuar si lo podemos pagar conociendo nuestra capacidad de pago. Debemos restar los gastos de los ingresos, incluyendo el ahorro y las cantidades destinadas a pagar otras deudas. Lo que quede será la cantidad máxima que podemos destinar al pago de nuevas deudas sin riesgo de caer en morosidad o no cumplir con los pagos. El precio de un crédito es la tasa de interés. En cuanto más alta sea esta, será más caro el crédito. Por eso, debemos siempre de cuidar que la tasa de interés sea la más favorable. Al solicitar un crédito, la institución financiera evaluará los siguientes aspectos: Carácter, Capacidad, Capital, Colateral y Condiciones. Esta herramienta se llama las cinco C del crédito y es una herramienta que utilizan las instituciones para poder evaluar al solicitante. La primera es Carácter, y se refiere a la apariencia, responsabilidad, honradez e integridad del solicitante. La institución financiera realizará una investigación a través de agencias, referencias personales o comerciales, boletines y una consulta en el buró de crédito. Así sabrá si puede depositar su confianza en nosotros para prestarnos un capital. Determinar la capacidad de pago del solicitante es evaluar si puede o no pagar el crédito. En este sentido, la institución financiera analizará los flujos de efectivo que tiene el solicitante. Tendrá que comprobar a través de instituciones financieras anexas si tiene algún otro compromiso o alguna otra deuda. También va a solicitar los comprobantes de pago del patrón o de cualquier otro ingreso que tenga de forma mensual, semanal o quincenal. Para determinar la capacidad que puede prestar al solicitante, es necesario considerar las entradas de efectivo, así como las salidas. Pueden ser los gastos de manera recurrente que vimos en el presupuesto familiar. Debemos observar que, en este sentido, los créditos no sean más del 25% de los ingresos mensuales. Una vez que la institución financiera ha determinado si el solicitante puede pagar, debe considerar cuánto puede pagar. Esto se determina a través de aquellos activos, o qué es lo que el solicitante tiene de capacidad de pago a largo plazo. Es decir, una casa, un automóvil, o cuáles son todos aquellos activos que pueden respaldar al solicitante en un largo plazo y convertirse en efectivo. La cuarta C del crédito es el Colateral, y es la forma en la que la institución financiera se va a asegurar de que reciba el pago por lo que nos prestó. ¿Cómo vamos a ejercer el colateral? A través de la garantía, la fianza o al aval. La garantía es un bien, puede ser mueble o inmueble, que se queda en prenda por el monto que nos han prestado. Generalmente, el valor de esta cosa debe superar la proporción de tres a uno. Es decir, si nos van a prestar 100.000 pesos, la garantía debe ser 300.000 pesos. La fianza es un contrato en el cual una compañía afianzadora resarcirá los daños patrimoniales del afianzado a cambio del pago de una prima. Por último, el aval es una persona física o moral que absorberá la deuda de su afianzado. Esto será de manera solidaria y subsidiaria. La quinta C del crédito son las Condiciones. En este sentido, la institución financiera tendrá que analizar cuáles son las circunstancias externas que pueden afectar de manera directa o indirecta al solicitante y por ende no pagar el crédito. Entre ellos encontramos los riesgos hidrometeorológicos, las condiciones de la economía nacional y local e incluso un análisis político, económico, social y tecnológico que pueda afectar directamente al solicitante. Este es el momento de tener una pequeña retroalimentación. Así es que, contesta las preguntas que aparecen en pantalla. Ahora que sabemos la forma en la que la institución financiera analizará el crédito, también debemos saber cuáles son los tipos de crédito que existen. Entre ellos está el crédito a la vivienda o hipotecario, el crédito personal, crédito al consumo, crédito ABCD para la adquisición de bienes de consumo duradero, el crédito automotriz, la tarjeta de crédito y el crédito a nómina. Ahora revisaremos cuáles son todos estos tipos de crédito. El crédito a la vivienda o hipotecario es un préstamo a mediano o largo plazo que se otorga para la adquisición, ampliación, remodelación de un bien inmueble. La propiedad adquirida queda en garantía o hipotecada a favor del banco para asegurar el cumplimiento del crédito. Los plazos pueden ser desde ocho hasta 40 años, aunque lo habitual pueden ser unos 20 años. Los costos y las tasas de interés son muy variables. Así es que te recomendamos hacer una inspección antes de solicitar un crédito hipotecario. En el crédito personal, la entidad financiera pone a disposición del cliente una suma de dinero, la cual podrá usar libremente, sin necesidad de destinarlo al consumo de un bien o asunto específico. El crédito al consumo permite adquirir bienes o servicios que satisfacen necesidades cotidianas y específicas. Los más utilizados son la tarjeta de crédito departamental o de crédito de alguna tienda de autoservicio. Las tasas de interés van desde el 36% hasta el 46%, generalmente. El crédito ABCD es para la adquisición de bienes de consumo duradero. De ahí, sus siglas. Estos créditos otorgan a las personas físicas para que adquieran bienes muebles que normalmente se consumen por varios años, como son los electrodomésticos, un refrigerador, un horno de microondas, un televisor o incluso computadoras. El costo de estos bienes se cubrirá con pagos fijos semanales, quincenales o mensuales. La tasa de interés varía desde el 25 al 50%, y la garantía del pago es la cuenta de nómina. El crédito automotriz es el financiamiento para la adquisición de vehículos nuevos de uso particular dirigido a personas físicas con o sin actividad empresarial. Este financiamiento cuenta con planes de pagos fijos mensuales durante la vigencia del crédito que puede ser desde seis hasta 60 meses, según la institución que otorga el crédito. En algunos casos se requiere de un aval que fungirá como co-responsable en el pago de la deuda. El crédito de nómina es un préstamo que toma como respaldo el salario que recibe una persona por su trabajo. Los pagos del crédito se descuentan directamente de la cuenta en donde depositan el sueldo. La tarjeta de crédito es la forma más socorrida de acceder al crédito. Con ella se pueden realizar compras en establecimientos comerciales sin la necesidad de pagar inmediatamente en efectivo. Cuando se contrata una tarjeta de crédito, el banco nos va a abrir una línea de crédito, lo cual es un monto que debemos pagar mes tras mes. Por usar este crédito, debemos pagar la cantidad prestada más los intereses acumulados en el período. En la actualidad, la tarjeta de crédito tiene un enorme uso, ya que representa un excelente medio de pago sin la necesidad de traer dinero en efectivo. Pero, recuerda, este dinero no es tuyo. Debemos pagarlo. Con la tarjeta de crédito, podemos tener acceso a un sinfin de establecimientos afiliados, hacer compras por internet o por teléfono, realizar reservaciones en hoteles o disponer de efectivo en cajeros automáticos. Pero recuerda, las comisiones pueden ser muy altas. También podemos pagar servicios como telefonía celular o televisión de paga, y también podemos tener acceso a ciertos descuentos en tiendas comerciales. La apertura de otros créditos, siempre y cuando tengamos un buen historial de crédito, puede ser más rápida y puede ser favorecida si nuestra tarjeta de crédito tiene un buen manejo. Recuerda que es importante revisar las comisiones de la tarjeta de crédito. Pueden ser muchas y diversas, y también por qué concepto las están cobrando. Las comisiones aparecen detalladas en el estado de cuenta. Por lo que te recomendamos siempre revisar de manera cuidadosa los conceptos y los cargos de manera mensual. También te invitamos a revisar de manera cuidadosa la tasa de interés ordinaria, que es la que cobra el banco por el total de los consumos realizados en un periodo de tiempo. Generalmente, de 28 días. La tasa de interés moratoria también es importante conocerala y ésta se aplica cuando hemos dejado de pagar de forma puntual. La tarjeta de crédito está conformada por diferentes elementos, y estos son: fecha de corte, saldo, la cuota o pago mínimo, intereses, beneficios, límite de crédito o cupo. Todos estos elementos aparecen en tu estado de cuenta. Los analizaremos para que los puedas interpretar y entender de mejor manera. La cuota o pago mínimo es determinada por el banco cada mes y es en relación a la deuda, para poder determinar el monto mínimo que debe pagar el crédito. En caso de que no se realice el pago mínimo, el saldo se acumula y generará intereses que se acumularán mes tras mes. Ésta es una forma de perpetuar el crédito. Si no pagamos el interés mínimo, la deuda se acumulará de manera constante. El interés es el costo que se debe pagar por el uso de la tarjeta de crédito, es un valor adicional calculado sobre el saldo de la tarjeta. Los beneficios adicionales, dependiendo de la entidad financiera, nos pueden traer algunos muy buenos beneficios como: seguros de viaje, cobertura nacional, puntos o millas. El límite de crédito o cupo es el tope máximo de nuestra línea de crédito, es decir, lo más que puedes gastarte con la tarjeta de crédito. Fecha de corte o corte es la fecha mensual que calcula el banco para poder determinar el monto de la deuda en un periodo de tiempo, es decir, puede ser que tengamos que pagar nuestras deudas a partir del día 5, el 15 o el 20. Esta fecha de corte también considera todos los cargos que nos han hecho a la tarjeta de crédito durante ese periodo más los respectivos intereses de los saldos anteriores, en caso de que no se hayan pagado. El saldo es el monto que se le debe al banco después de efectuar los pagos mensuales de intereses, cuota mínima o abono a capital. Por ejemplo, si la deuda de la tarjeta es de 200 mil pesos, el pago mínimo puede ser de 30 mil y los intereses de 10 mil. El saldo son 170 mil pesos, resultantes de restar 200 mil de 30 mil. Los intereses no se restan porque corresponden al costo que se está pagando por el crédito. Otro elemento que se debe considerar es el costo anual total: el CAT. Es la cantidad que se paga por el financiamiento, está expresado en términos porcentuales anuales y es con fines informativos y de comparación exclusivamente. Éste incorpora la totalidad de los costos y gastos inherentes a los créditos que otorgan las instituciones financieras. En otras palabras, el costo anual total (CAT) es el precio del crédito que incorpora en una sola cifra todos los gastos relevantes en los que se incurre al contratar un crédito, los intereses, comisiones, y el plazo del pago son homogeneizados sobre una base anual, a fin de tener una base de comparación de diferentes productos con las mismas características. Así, el CAT más bajo es el costo más bajo, y puede ser la mejor opción para solicitar un crédito. La forma y los tiempos en los que se pagan los créditos, siempre son registrados, si se realizan de forma puntual, retrasada o incluso si no pagamos, este registro es el historial crediticio. Es importante pagar los créditos a tiempo ya que existen sociedades de información crediticia que reúnen toda la información de los créditos, es decir, si pagamos a tiempo o incluso no pagamos, puede ser que seamos penalizados en un futuro cerrándonos la puerta del crédito. Debemos mantener un historial impecable para poder tener el acceso al crédito en el futuro, ya que estos podrán ser negados en caso de que no paguemos de forma puntual. Para más consejos sobre el crédito, ve el siguiente video con recomendaciones de este tema.