[MÚSICA] [AUDIO_EN_BLANCO] Hola a todos y todas. Bienvenidos al módulo Formación docente basada en la práctica. Como hemos visto en módulos anteriores, las pedagogías de la práctica ofrecen un marco para orientar la formación de profesores con un foco en comprender las acciones pedagógicas al observar modelaje de las mismas, ser capaz de identificar sus componentes fundamentales y aproximarse a esas acciones en un contexto formativo. En esta sesión, trabajaremos en torno a metodologías asociadas a ese marco. Esta es nuestra ruta de aprendizaje. Partiremos por dar contexto al problema que nos atañe, guiaremos un análisis de ese problema explicando cómo podemos abordarlo y las implicancias de esta forma de abordarlo para terminar sintetizando los principales puntos trabajados. Comencemos. En esta sesión, aprenderemos a aplicar metodologías para la formación docente basada en la práctica. Entonces la pregunta que nos hacemos es, ¿cómo enseñamos a enseñar basados en la práctica? Es usual que los que educamos a los nuevos profesores tengamos un discurso alineado con la pedagogía participativa con centralidad en el estudiante y la creación de ambientes de colaboración. Y usamos estrategias y metodologías, que no necesariamente aportan a la comprensión de esos contenidos, mediante mecanismos expositivos y que pueden confundir a los estudiantes. Notemos que estos mecanismos pueden ser poco coherentes con el contenido e impedirles aproximarse a qué significa enseñar con centralidad en los estudiantes, pues los nuevos profesores no lo viven en su propia experiencia de aprendizaje. Entonces, ¿cómo enseñamos a enseñar basados en la práctica? Como se ha señalado en el curso, la enseñanza de la enseñanza basada en la práctica puede ser abordada considerando pedagogías que implican practicar lo que estamos aprendiendo antes de aplicarlo. Todo esto siempre con el foco en apoyar a los estudiantes en su aprendizaje. Esta forma de enseñar comienza con un modelaje o representación de la práctica, continúa con la identificación de los elementos constitutivos de dicha práctica, o lo que Grossman y colegas llaman descomposición de una práctica, y se cierra con oportunidades para implementar lo aprendido, ensayando la práctica, aproximándose a la actividad real, pero en un contexto protegido y con la posibilidad de recibir retroalimentación. Este marco aporta a un aprendizaje de la enseñanza basada en la práctica de esta enseñanza, también llamada las pedagogías de la práctica. Veamos ahora cómo este marco se vincula con metodologías específicas. Como explicamos antes, estas son las tres pedagogías de la práctica, que se denominan representaciones, descomposiciones y aproximaciones. Intentemos especificar un poco más lo que hemos estado explicando en un ejemplo de enseñanza que profesores en formación deben dominar para favorecer la construcción de sentido en torno a ideas centrales de una disciplina usando la discusión guiada entre los estudiantes. En la primera pedagogía de la representación, la práctica compleja de facilitar una discusión es representada mediante un video que muestra a una profesora con cierta experiencia facilitando una discusión. Los profesores en formación observan este video y describen lo que la profesora hace al facilitar la discusión. En este video, puede verse como la profesora hace una pregunta abierta que permite obtener diversas respuestas de los estudiantes. A medida que los estudiantes contribuyen a la conversación, la profesora les pide en forma breve que expliquen más su idea. Usando una transcripción del video también es posible representar la práctica de esta manera. En la transcripción leemos la pregunta que inicia la discusión productiva, la que usa la profesora. ¿Cómo se produce el ciclo día y noche? Y sus estudiantes van respondiendo. Podemos leer cómo la profesora le pide en forma breve que explique más su idea. También realiza conexiones entre las ideas de los estudiantes, como fue visto en la parte final del video. En la segunda pedagogía, la descomposición, los profesores en formación, con su formador o formadora, reconocen los componentes particulares que forman parte de la práctica observada, el tipo de preguntas que le hace a los estudiantes la profesora, cómo los invita a participar, de qué forma conecta las ideas de varios estudiantes y cómo los empuja a que expliquen su razonamiento. Algo similar a lo que acabamos de revisar. Finalmente, las aproximaciones acercan a los profesores en formación a la práctica en estudio, otorgando oportunidades para ensayarla y recibir retroalimentación, así como poder analizar la implementación con el objetivo de mejorar. Ahora que hemos revisado metodologías que se alinean con una formación de profesores con foco en la práctica, veamos qué nos puede orientar al pensar cómo utilizarlas. Una de las prácticas más complejas de estas tres es la de aproximarnos a la práctica, es decir, llevar a la acción lo que sabemos sobre enseñar, implementando la práctica, cuando los formadores de profesores utilizan esta orientación metodológica con los profesores en formación. Ellos, entonces, pueden guiar sus decisiones en principios desarrollados por formadores de profesores con vasta experiencia en esta práctica. Y esto implica un cuidadoso razonamiento de los formadores de profesores cuando toman decisiones para seleccionar las actividades a realizar y las metodologías que les permitirán aproximar la práctica pedagógica en estudio a los nuevos profesores. Estos principios son la identificación de prácticas relevantes a ser aproximadas, esto involucra seleccionar prácticas que están al centro de la actividad pedagógica, también llamadas prácticas generativas. Por ejemplo, conducir una discusión productiva, como la que veíamos anteriormente, o entrevistar a los estudiantes para acercarse más a su razonamiento. Luego, el segundo principio es el desarrollo de una secuencia en las aproximaciones para graduar el nivel de desafío que estas involucran. En este sentido, no es lo mismo comenzar a aproximarse a la práctica de facilitar la participación de todos los estudiantes que hacerlo a la práctica de conectar de una forma coherente las ideas que varios estudiantes han compartido. Un tercer principio es el de alcanzar una comprensión compartida sobre las prácticas con los profesores en formación, de manera que lleguen a aproximarse a la práctica habiendo comprendido bien de qué se trata. Para esto puede ser beneficioso utilizar múltiples representaciones de la práctica en videos, modelaje por parte del formador de profesores, planificaciones, entre otros. Finalmente, el principio de comprender el poder de la pausa durante una aproximación para ofrecer retroalimentación resulta muy central en la implementación de aproximaciones. Es en estas pausas que el formador de profesores puede dirigir al profesor en formación hacia la mejora de la práctica, ofreciendo indicaciones precisas y en contexto. Ahora, esto no se da de forma automática no fácilmente y requiere de la creación de un ambiente protegido, donde ambos, profesor en formación y formador de profesores, se sientan cómodos con esta interrupción. Veamos qué aprendimos en este video. En este video nos centramos en las estrategias y metodologías basadas en la práctica que podemos implementar en las aulas de formación de profesores que ponen al centro de su actividad la práctica pedagógica. Aprendimos sobre la importancia de ser coherentes entre lo que enseñamos y cómo lo enseñamos, y que aunque esto resulta obvio en las aulas universitarias de formación de profesores, suele existir un desajuste entre este contenido y forma. También aprendimos sobre el poder de las pedagogías de la práctica y sobre cómo aplicar estas pedagogías de la representación, descomposición y aproximación a una práctica específica como es la facilitación de discusiones productivas. Finalmente, vimos cómo podemos orientar decisiones utilizando algunos principios, en particular referidos a las aproximaciones. Muchas gracias por su atención. Nos vemos en una próxima oportunidad. [AUDIO_EN_BLANCO] [AUDIO_EN_BLANCO]