Comencemos explicando cómo una organización implementa la planeación estratégica a través de los portafolios, programas y proyectos. Vamos a mirar que la planeación estratégica es la base para determinar los proyectos que la organización va a realizar en el mediano y largo plazo, y que le permiten cumplir con los objetivos estratégicos que se definieron. La gestión del portafolio se va a enfocar, entonces, en potenciar las inversiones de la organización, priorizando los programas y los proyectos para invertir en aquellos de mayor potencial y de mayor rentabilidad. Como habíamos dicho acerca de un portafolio, éste está compuesto por programas y proyectos. A diferencia de éstos, los portafolios no son temporales, pues todo el tiempo están apoyando las iniciativas estratégicas de la organización. A su vez, los programas están compuestos por proyectos y otros trabajos, lo que llamamos nosotros la parte de las operaciones o el día a día. Si una persona está trabajando en un proyecto y, adicionalmente, tiene que hacer su labor diaria, pues realmente está trabajando en un programa que nosotros vamos a llamar un proyecto complejo. En el caso de los proyectos, los proyectos van a alimentar los programas y los portafolios. ¿Cuál es entonces la interacción de los componentes de un portafolio, un programa y un proyecto? En la gráfica podemos ver que esa interrelación implica que nosotros tenemos diferentes formas de esquematizar los programas que nosotros vamos a gestionar. La gestión del portafolio nos va a garantizar que se identifiquen directamente los proyectos y programas que necesitan recursos, por ejemplo, recursos humanos o recursos de financiación. Se deben asignar, también, de acuerdo con las prioridades que nosotros hemos establecido en la planeación estratégica y de acuerdo con las limitaciones que tenemos en las posibilidades de invertir. Los programas se van a centrar entonces en lograr los beneficios específicos de portafolio, según lo determinado en la planeación estratégica. Estamos enfocados más en los resultados a través de la minimización de lo que son los posibles riesgos que se pueden presentar en la ejecución. Los proyectos se ocupan, principalmente, de lograr los resultados específicos que apoyan los objetivos estratégicos. En este caso, estamos mirando que son las salidas, tal como se ve en la gráfica, que apoyan entonces a los programas y los portafolios. En el siguiente cuadro vamos a ver las diferencias de cómo vamos a determinar el alcance para un proyecto, para un programa y para un portafolio. En un proyecto, estamos enfocados en objetivos claros y definidos. El alcance se va a elaborar usando planificación gradual a través del ciclo de vida del proyecto. ¿Qué es esto? Esto es: tenemos bastante detalle a corto plazo, menos detalle a mediano plazo y muy poco detalle a largo plazo. Al avanzar en el ciclo de vida, en la ejecución, mejoramos y detallamos la información con la cual se hace la planeación. En un programa el alcance es mayor al de un proyecto y proporciona beneficios específicos. Nosotros decimos que un programa no será exitoso si no logra los beneficios que se definieron para cada uno de los componentes del programa. Y en un portafolio se tiene un alcance, que es un alcance de negocio que cambia con el cumplimiento de los objetivos estratégicos de la organización, a medida que vamos avanzando en la gestión del portafolio pues vamos cumpliendo los objetivos, y se van priorizando otros proyectos y otros programas. Los resultados en el caso del portafolio, tenemos que resaltar, se miden con base en la rentabilidad del portafolio.