[AUDIO_EN_BLANCO] [AUDIO_EN_BLANCO] [AUDIO_EN_BLANCO] La llegada del presidente Trump está teniendo consecuencias you importantes, aunque solo lleva un año. Fundamentalmente, en una doble dirección. El presidente Trump es un presidente que, en el mundo en el que vivimos, un mundo multipolar, no cree en la gobernanza multilateral, es decir, que prefiere una relación bilateral con los distintos países en vez de hacerlo multilateralmente. Como se puede entender de manera fácil, es un cambio muy profundo porque el mundo, en sus últimos años, ha tratado de gobernarse de una manera multilateral para que la cooperación entre unos y otros sea la norma. Una situación como la que presenta el presidente Trump de no multilateralidad lleva más bien potencialmente una situación de confrontación más que una situación de cooperación. La multilateralidad es el instrumento que tenemos para la gobernanza por cooperación. En segundo lugar, yo creo que es muy importante señalar que Trump es una persona que ha dicho dos cosas, a mi juicio, muy malas. Una, el decir American first. American first o China first o Europe first es una frase o un concepto bastante malo desde la perspectiva del mundo cooperativo en el que queremos vivir. Si todos quisiéramos el first, pues, sería difícil vivir de una manera tranquila y coordinada, y diríamos más bien hacia situaciones de confrontación. Y la segunda cuestión que me preocupa a mí mucho es la posición que está teniendo con respecto al comercio. El comercio mundial ha sido una pieza fundamental del crecimiento económico, y gracias al sistema multilateral comercial, como la Organización Mundial de Comercio, todo eso para Trump no existe, y quiere tener todo tipo de relaciones solamente bilateralmente. Así ha puesto en cuestión situaciones comerciales tan solventes como NAFTA, por ejemplo, con México y Canadá, y está teniendo muchos problemas para hacer algo positivo en el mundo con sus relaciones en América con Asia. [AUDIO_EN_BLANCO] El contestar esta pregunta requiere primero recordar lo que he dicho anteriormente, que la figura de Trump es una figura compleja en el mundo de hoy, que no tiene un deseo aparente de liderar el mundo desde una perspectiva global, y ese vacío que deja puede ser ocupado por otro. Y el candidato más preparado, más predispuesto a ocupar ese espacio seguramente es China. China tiene un presidente, Xi Jinping, elegido de una manera muy importante y muy sólida en su último congreso. Es un presidente que tiene las características, desde el punto de vista constitucional, que tuvo Mao Zedong, por lo tanto, es una fuerte, y que tiene una voluntad no de hacer grandes cosas revolucionarias en el esquema mundial, pero sí quiere ser más asertivo. Quiere que se note más que China tiene también un programa o un proyecto para el mundo que es multilateralismo, que es cooperación y que quiere que vaya poco a poco dominando, esas dos ideas vayan dominando en contraposición con las ideas de Trump. Como ejemplo, podríamos recordarle lo que pasó en el año 17 en la famosa reunión de Labos, en que la representación americana fue inexistente, y realmente, el que apareció como gran líder mundial, que quería coordinar los grandes esfuerzos multilaterales, era el presidente de China. [AUDIO_EN_BLANCO] Bueno, las consecuencias de una carencia de liderazgo global son muchas. Estamos viviendo un mundo global, globalizado, un mundo donde hay problemas que no se pueden resolver por un solo país, problemas globales. Piensen, por ejemplo, en el cambio climático, y por lo tanto, la ausencia de liderazgo global no hará nada más que retrasar la solución de los problemas que este mundo tiene ahora que, como digo una vez más, y me gustaría que quedara claro, son problemas globales, requieren soluciones globales, y por lo tanto, son necesarios también instituciones globales para generar la solución de estos problemas. [AUDIO_EN_BLANCO] [AUDIO_EN_BLANCO] [AUDIO_EN_BLANCO] [AUDIO_EN_BLANCO] [AUDIO_EN_BLANCO] Yo creo que no vamos a ir en esa dirección. Aunque es verdad que todos dependemos, de una u otra manera, de dónde estamos geográficamente en el mapa mundial, quiénes son nuestros vecinos, qué relaciones tenemos con ellos, hay relaciones con vecinos próximos, hay relaciones con vecinos más lejanos, pero con todos ellos, lo ideal sería tener una relación en pie de igualdad. Es verdad que los países más grandes tienen a veces vocación de dominar a los que son más pequeños y próximos, pero yo creo que el mundo del siglo XXI tiene que ser un mundo donde todos los estados sean estados que tengan toda su soberanía y toda su capacidad para poder desarrollar su vida, su futuro en relación con sus vecinos de una manera coordinada y negociada. [AUDIO_EN_BLANCO] [AUDIO_EN_BLANCO] Bueno, es una afirmación que yo creo que es exageradamente simple. La globalización ha traído consigo enormes ventajas para la mayoría de la población mundial. Han salido de la extrema pobreza millones de personas, han subido de la pobreza hacia las clases medias muchas personas, y por lo tanto, en principio hay que reconocer que la globalización es un proceso positivo, pero es verdad que ha habido en algunas partes del mundo, y seguramente en los países más desarrollados, que sus capas medias han crecido a una velocidad más lenta. Es decir, no han dejado de crecer, pero han crecido a una velocidad más lenta y eso ha traído como consecuencia muy importante políticamente, es decir, es un ambiente más económico que ha tenido unas consecuencias enormemente importantes en la política. ¿Por qué esas capas medias de los países desarrollados, que han sentido que su crecimiento disminuía o que iba más lento, han sido los que han propiciado lo que hoy llamamos las fuerzas populistas? Y las fuerzas populistas, lo que quieren es un mundo muy cerrado donde no quieren nada más que el nacionalismo, donde no quieren pensar en los demás, y esa gente están teniendo un mayor crecimiento en algunos países europeos. Y yo creo que eso es malo. Yo creo que eso es no ver el mundo globalizado y entender lo que es hacer que este mundo sea un mundo mejor para todos, no solamente para unos pocos. [AUDIO_EN_BLANCO] [AUDIO_EN_BLANCO] [AUDIO_EN_BLANCO] Creo que la Unión Europea ha reaccionado bien. No tenía ningún interés en que el Reino Unido se separara, pero han sido ellos los que, a través de una decisión política, vía de un referéndum, han decidido separarse. Lo que sí que tenemos que hacer es que es esa separación sea real. Lo que no puede ser es que sea una situación intermedia. Tiene que ser una situación real, por lo tanto, al final del año 19, estaremos en una situación de que el Reino Unido no formará parte you de la Unión Europea. [AUDIO_EN_BLANCO]