Por eso dos principios básicos de la calidad es la prevención
y la mejora continua.
Esto también lo podemos encontrar dentro del ciclo Deming; el cual es planear,
hacer, controlar y actuar.
Planear es definir los objetivos y planificar las acciones.
Hacer es implementar las acciones correctivas.
Controlar: verificar que se logren los objetivos
y actuar; tomar medidas preventivas según los resultados.
Es por eso que encontramos que el pequeño saltamontes tiene
razón cuando dice: hay que hacer bien las cosas desde la segunda vez.
Porque tuvimos oportunidad de medir, de identificar,
de implementar correcciones y de hacer las cosas mejor.
Es por eso que la calidad es siempre una carrera hacia el resultado.
Hablar de calidad es un proceso y requiere la participación
no únicamente de los empleados o de los gerentes sino de toda la compañía.
Se van a producir cambios en los equipos de trabajo.
Puede ser que no todos quieran asumir este cambio, pero los procedimientos de
calidad también tienen que ser identificados en las personas,
en el lugar de trabajo y en los procedimientos.
Es por eso que el procedimiento de calidad es un sistema al progreso continuo en el
área de eliminación de defectos.
Es un proceso participativo, lo que significa que debe participar
toda la compañía, incluyendo el nivel jerárquico más alto.
Consiste en la implementación de programas, mecanismos,
herramientas y técnicas para que una empresa mejore la calidad del producto,
servicio e incremente la productividad.
El control de la calidad es ofrecer y satisfacer a los clientes
al máximo y conseguir los objetivos de la empresa.
El control de calidad puede aplicarse en todos los procesos de la empresa;
tanto los procesos básicos, sustantivos y en los de soporte.
¿Pero cuáles son los objetivos de la calidad?
Pensemos en los problemas.
No tener problemas,
no es un objetivo porque entonces no habrá lugares para mejoras.
Las contramedidas no son soluciones, por lo tanto tampoco es hablar de calidad.
La solución sería eliminar el problema, pero eso es realmente imposible.
Siempre encontraremos problemas internos o externos
y no tenemos la injerencia en todos ellos.
Un objetivo sería ser 100% eficiente.
Ese sería un objetivo de la calidad.
Podemos equiparar los objetivos de la calidad con una paradoja del iceberg,
lo que vemos es siempre la punta del iceberg y no sabemos lo que hay abajo.
Puede ser que el tamaño del iceberg sea tres o cuatro veces más grande
de lo que vemos como problema.
Es por eso que ver los problemas con actitud de calidad es enfocarse de forma
holística a todos los problemas de arriba a abajo.
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