[MÚSICA] La raíz de los verbos fuertes permanece inalterada en todas las formas de la conjugación. Es decir, si yo tomo un verbo fuerte y quiero construir las distintas formas de la conjugación, veré que la raíz permanece inalterada en todas ellas. Las distintas formas de la conjugación de los verbos fuertes se diferenciaban ¿por qué? Pues, por patrones distintos de vocalización que, como sabemos, la escritura jeroglífica no anota y nosotros reconstruimos de manera teórica pero no podemos ver en la escritura. ¿De acuerdo? O, eventualmente, por el añadido de morfemas de tiempo y voz, cuya parte consonántica sí que aparece anotada en la escritura. Es decir, lo que se podía hacer para conseguir una forma verbal es tomar la raíz y ponerle un morfema que expresara tiempo o voz. Vamos a ver tres ejemplos. Tomamos el verbo modelo, sdm, y vamos a ver cómo era el infinitivo. El infinitivo, escuchar, ahora sí. Esto que vamos a hacer ahora es el infinitivo. Pues era así, sdm, es decir, coincidía perfectamente con la raíz. ¿De acuerdo? Y la pronunciación original era [EXTRANJERO] En este caso os he puesto las pronunciaciones originales para que veáis un poco su comportamiento. Os recuerdo que el asterisco delante de una transcripción fonológica significa que no la tenemos documentada, lógicamente. Y también os diré que los dos puntos detrás de una vocal quieren decir que esa vocal es larga. Luego la tenemos que pronunciar un poquito más larga. Entonces, eso se pronuncia [EXTRANJERO] y [EXTRANJERO] era realmente el infinitivo del verbo sdm, que quiere decir escuchar. Luego fijaros, una cosa es la raíz, la raíz es s, d, m, simplemente las tres consonantes con la significación genérica escuchar y otra cosa era el infinitivo you hecho, you construido, que era justamente esto, sonaba así, [EXTRANJERO] Esta era la palabra you terminada. Nosotros, como digo, no tenemos escrita la vocalización, luego cuando leamos ese infinitivo, leeremos tal cual la transliteración, leeremos sdm. Bueno, pues, como veis, ese infinitivo cuenta con la raíz que gráficamente está inalterada. Es decir, la raíz se presenta tal como la conocemos, en la forma de sdm. Si ahora tomamos el subjuntivo, pasa lo mismo. ¿Veis? El subjuntivo es sdm=f. La raíz ha quedado inalterada, sigue siendo sdm. Lo que pasa es que aquí, en este caso, se le añade el sufijo. Eso es el subjuntivo. Luego quiere decir que él escuche. La pronunciación original de este subjuntivo era [EXTRANJERO] con acento en la segunda a. Así se vocalizaba este subjuntivo que, una vez más, ponemos con un asterisco delante porque es una forma reconstruida, es una reconstrucción teórica de esa vocalización. Sabemos que se vocalizaba así, pero lo sabemos por reconstrucción teórica, no porque esas vocales estén escritas, como you hemos repetido tantas veces. Y finalmente, la última forma que os he puesto en esta diapositiva es el perfecto, la forma del pretérito perfecto, sdm.n=f. Fijaros qué ha paso aquí. La raíz una vez más está inalterada, sdm, pero hemos añadido un morfema. Esa n separada por un punto de la raíz es un morfema de tiempo perfecto. Y luego tenemos el sufijo. Luego esto quiere decir él ha escuchado. La pronunciación original de esta secuencia era [EXTRANJERO] Fijaros que en este caso tenemos un patrón algo distinto de vocalización y tenemos naturalmente la n incorporada a esta estructura fonológica. [EXTRANJERO] con esa n que es la marca de perfecto. Por lo tanto, si os fijáis, en los tres casos tenemos que la grafía de la raíz es inalterada, pero naturalmente a la hora de pronunciar estas formas verbales, los egipcios las pronunciaban cada una con la vocalización correspondiente, con los patrones de vocalización correspondiente. Y en algunos casos, además, añadían morfemas para marcar tiempo y voz de las distintas formas verbales. ¿Nosotros en la práctica qué vemos cuando leemos? Vemos la raíz inalterada y, si hay esos morfemas, vemos la parte consonántica de esos morfemas, como en este caso la n de sdm.n=f, que así es cómo leeremos la forma de perfecto directamente a partir de la transliteración. En cambio, mucha atención, la raíz de los verbos débiles y geminados sí que puede cambiar ligeramente según las formas verbales. Es decir, también en las grafías jeroglíficas, las raíces de los verbos débiles y geminados pueden tener una ligera variación. En concreto, pueden presentar dos patrones distintos, cada raíz dos patrones distintos. O temas, a cada uno de estos patrones lo llamamos un tema. Los temas de los verbos débiles y geminados pueden ser no geminados o geminados. Tanto para los verbos débiles como para los verbos geminados, los temas pueden ser no geminados o geminados. Entonces, fijaros. ¿Cómo es el tema no geminado del verbo débil mrr? Pues es mr sin reduplicación del segundo radical. ¿Cómo es el tema no geminado de un verbo que sí que es geminado como mAA? Pues es mA sin que se produzca la geminación. Veamos los temas geminados. El tema geminado de un verbo débil es mrr. Es decir, lo que se hace es geminar el segundo radical. Atención, no el radical débil. El radical débil desaparece, digamos. No está. Sino lo que se hace es tomar el radical inmediatamente anterior al radical débil, que en este caso es la r, y geminar ese radical. Por lo tanto, fijaros en la grafía, tendremos una repetición de la r. Fijaros que en realidad, en este caso, tenemos el biconsonántico mr, tenemos la primera r que es complemento fonético del biconsonántico mr y luego tenemos la segunda r que es el radical repetido. El radical r repetido. Y luego, naturalmente, el determinativo del hombre que se lleva la mano a la boca. En el caso del tema geminado de un verbo geminado, bueno, pues la raíz y el tema geminado coinciden lógicamente, porque puesto que la raíz you es geminada, pues el tema geminado es idéntico. Es la raíz tal cual. Es decir, en pocas palabras, fijaros en los comportamientos de los verbos. Un verbo geminado tiene una raíz geminada. Luego su tema geminado es igual que la raíz, pero su tema no geminado es distinto de la raíz porque pierde uno de los dos radicales geminados. En cambio, fijaros qué ocurre con los verbos débiles. El tema no geminado del verbo mr se presenta idéntico a la raíz, en el sentido de que tenemos una m y una r igual que en la raíz que es mr, con una m y una r. En cambio, el tema geminado gemina el segundo radical de la raíz. Por lo tanto es distinto de la raíz, puesto que, como digo, la raíz es simplemente una m y una r, mientras que el tema geminado presenta una m, una r y otra r. Es decir, tenemos geminación del segundo radical. Así, en este caso, es decir, en el caso de los verbos débiles y geminados, las distintas formas de la conjugación se diferenciaban por tres cosas en este caso. En primer lugar por el tema, porque unas formas de la conjugación tenían un tema no geminado y otras formas de la conjugación tenían el tema geminado. También por patrones distintos de vocalización, como pasaba con los verbos fuertes. Y eventualmente también por el añadido de morfemas de tiempo y voz. En este caso, os lo he ejemplificado con el verbo mAA, pero en este caso no os he puesto la fonología real, digamos, de estas formas. Simplemente os he puesto la forma en transliteración. En primer lugar tenemos el infinitivo, mAA, que como podéis ver, coincide perfectamente con la raíz, este infinitivo significa ver y tiene el tema geminado. El tema geminado coincide con la raíz. En cambio, el subjuntivo es mA=f, significa que él vea y, en ese caso, como podéis ver, tenemos el tema no geminado porque hemos perdido uno de los dos radicales idénticos de la raíz. Y en tercer lugar tenemos el perfecto, una vez más, que es mA.n=f o mAA.n=f. Es decir, en este caso, excepcionalmente, porque esto no es muy normal, la misma forma verbal se puede hacer bien con el tema geminado, bien con el tema no geminado. Esto, como digo, no es muy habitual, pero a veces ocurre, como en este caso. Luego podemos tener tanto mA.n=f como mAA.n=f. Y esto significa igualmente, él ha visto, puesto que es un pretérito perfecto. Y you para finalizar, os diré que a las tres clases de verbos que hemos visto, verbos fuertes, verbos débiles y verbos geminados, hay que añadir una cuarta clase verbal, que son los verbos causativos. ¿Qué son los verbos causativos? Lo decíamos al principio del vídeo, son verbos derivados de verbos de las otras tres clases por prefijación de s, que se puede escribir tanto con la s tejido como con la s cerrojo. Este prefijo aporta el matiz de hacer hacer la acción que describe el verbo base. Entonces, fijaros. Les he puesto dos ejemplos, uno de un verbo fuerte y otro de un verbo débil. En primer lugar tendríamos que el verbo base es 'nh, lo tenéis a la derecha, vivir. Bueno, pues si yo le añado una s delante, formo el verbo s'nh, que quiere decir hacer vivir. Por lo tanto, revivir. En segundo lugar, os he puesto el verbo débil hp(i) a la derecha, que quiere decir caminar. Si yo le pongo el prefijo s delante, lo convierto en el verbo shp(i), que quiere decir hacer caminar, luego conducir. Fijaros que, en este caso, también en la transliteración del verbo causativo ponemos la i entre paréntesis porque, una vez más, no aparece escrito. [MÚSICA]