En este segundo vídeo de esta tercera semana, vamos a estudiar la oración de predicado preposicional o adverbial de manera específica. Si os fijáis, de hecho esta es la primera entrega, porque volveremos a hablar de este tipo de oraciones en las próximas semanas. En este vídeo lo que vamos a hacer es estudiar la estructura esencial de las oraciones de predicado preposicional o adverbial. Como ya sabemos, porque lo hemos repetido en diversas ocasiones, en egipcio clásico el orden de los elementos de una oración es fijo e inalterable. Por lo tanto, ante cada tipo de oración lo que tenemos que hacer es ver en qué orden se colocan sus elementos. Pues bien, la estructura de la oración de predicado preposicional o adverbial es la siguiente: primero tenemos un auxiliar de enunciación, que es una partícula de la cual vamos a hablar inmediatamente; en segundo lugar tenemos el sujeto y en tercer lugar tenemos el predicado, y el predicado está formado, como ya sabemos, bien por una preposición y un sustantivo término de preposición, por ejemplo: "en casa". Bien por un adverbio, por ejemplo: "allí". Este orden de los elementos, es decir, primero el auxiliar, después el sujeto, después el predicado es, insisto, fijo e inalterable, siempre aparecerá de esta manera la secuenciación de estos tres elementos. Hemos dicho que la primera palabra de una oración de predicado preposicional o adverbial es un auxiliar de enunciación, para que podamos entender perfectamente qué es un auxiliar de enunciación, debemos hablar mínimamente de lo que en lingüística entendemos por teoría de la enunciación. ¿Qué es la teoría de la enunciación? pues bien, la teoría de enunciación estudia, podríamos decirlo así, cómo los enunciados caen en el mundo, es decir, cuál es el impacto que los enunciados generan al ser emitidos, al ser pronunciados, y también, cuál es la relación del emisor de un enunciado con el propio enunciado, con aquello que está diciendo. Es decir, si presenta el enunciado de forma objetiva, si constata un hecho o bien si de alguna manera se implica, se involucra en aquello que está diciendo, sí la subjetividad del emisor se hace patente en la manera de emitir su mensaje, en el mensaje que está emitiendo. Para comprender esto, me gustaría que vierais los tres ejemplos que os he puesto en esta diapositiva, ejemplos en español obviamente. En el primero: "El escriba viaja a la ciudad", lo que tenemos es la constatación de un hecho, el emisor simplemente describe de forma objetiva una acción que está teniendo lugar, un escriba estaba viajando a la ciudad y el emisor describe esa situación. Pero si os fijáis en el segundo caso, tenemos una exclamación, en español esto lo marcamos con los puntos exclamativos, pero si yo digo: ¡El escriba viaja a la ciudad! Ahí no tenemos la simple constatación objetiva de un hecho, sino que hay una implicación del emisor del mensaje, de quien habla, en aquello que está diciendo, porque aquello que está diciendo le suscita una ilusión, una sorpresa, una inquietud y de ahí que pronuncie esa oración con una entonación determinada que implica justamente esa exclamación. Y fijaros en el tercer ejemplo: "que el escriba viaje a la ciudad", en este caso tenemos una forma verbal que es el subjuntivo, que claramente nos indica esa implicación del hablante en aquello que está diciendo, porque justamente se trata de un deseo o de una orden. El subjuntivo es el modo verbal que en nuestra lengua sirve justamente para eso, para expresar deseo u orden. Por lo tanto el hablante, el emisor de ese enunciado, se implica en aquello que está diciendo, su subjetividad aparece en aquello que está diciendo, porque justamente lo que está haciendo es dando una orden o expresando un deseo. Pues bien, estas distintas modalidades de enunciación, que en español se expresan bien de forma plana, bien con una exclamación, bien, por ejemplo, con un subjuntivo, en egipcio la mayoría de las veces se expresan a través de auxiliares de enunciación, que son partículas que se colocan al principio de la oración y que precisamente dan estos matices enunciativos de constatación de un hecho, o bien de exclamación o bien de deseo, orden, etcétera. El auxiliar de enunciación más importante del egipcio clásico es "iw", que se puede describir con la "iod" y el polluelo o con la "iod" y el signo hierático equivalente al polluelo, como ya sabéis. ¿Cuál es el valor enunciativo de este auxiliar de enunciación, de "iw"? pues el valor enunciativo de este auxiliar de enunciación, es el de presentar el enunciado como una constatación objetiva, es decir, "iw" encabeza enunciados que el emisor presenta como constataciones objetivas, lo que se dice se presenta como objetivamente válido en el momento concreto en que el enunciado se emite, es decir, son constataciones objetivas vinculadas al momento de la emisión del mensaje, en ese momento, eso que se dice, es verdad. Viene a corresponder a la expresión latina "hic et nunc" es decir, "aquí y ahora", "aquí y ahora esto que digo es verdad". O a nuestro adverbio "realmente", "realmente esto que enuncio es verdad, en este momento". Pero atención, normalmente no se traduce. Antes de ver el ejemplo me gustaría comentaros algo que es muy importante, justamente es esta palabra la que hasta mediados del siglo pasado, como os explicaba en el vídeo anterior, se había considerado como una palabra copulativa, como el verbo copulativo. Hay que tener mucho cuidado, porque hoy sabemos por la investigación lingüística de las ultimas décadas que, esta palabra no es un verbo copulativo, no está haciendo la función de cópula, sino que es este auxiliar de enunciación que os estoy comentando con este valor enunciativo específico, que estamos viendo. Ahora si, veamos el ejemplo. Si yo digo "iw sh3 m pr", que es el ejemplo que os he puesto en esta diapositiva, lo que estoy diciendo es, "el escriba está en casa", "aquí y ahora esto es verdad", "realmente, aquí y ahora el escriba está en casa". Es decir, en el momento en que el emisor emite este mensaje, es verdad, que el escriba está en casa, se puede constatar que el escriba está en casa. Por lo tanto "iw" es un auxiliar de enunciación que implica constatación objetiva y que implica la descripción plana y digamos objetiva, de una situación. Algunas veces sin embargo, el auxiliar de enunciación "iw" puede no encabezar una oración de predicador preposicional o adverbial. Cuando "iw" falta es porque bien no se está constatando un hecho determinado, bien no nos estamos refiriendo a una situación concreta y específica. En concreto se pueden dar cuatro casos, en primer lugar "iw" falta si el enunciado no se refiere a una situación concreta, como digo, sino que presenta una verdad atemporal, una verdad universal siempre válida. Fijaros en el ejemplo que os he puesto en esta diapositiva: "r' m pt" sin "iw". Esta frase significa "el sol está en el cielo", pero de una manera atemporal, de una manera universal, es decir, el sol está en el cielo es la constatación de un hecho siempre válido. Si a esta oración le pusiéramos el auxiliar de enunciación "iw" delante y dijéramos "iw r' m pt", entonces estaríamos diciendo: "en este momento, aquí y ahora", "en esta situación concreta en la que nos encontramos, el sol está en el cielo". Es decir, la diferencia es entre, concretar en el tiempo del hablante aquello que se está diciendo o dar aquello que se está diciendo como una verdad atemporal, una verdad universal. En segundo lugar "iw" puede faltar si el enunciado tiene un matiz exclamativo, es lo que decíamos antes, "iw" es una auxiliar de enunciación constatavivo y objetivo, constata realidades objetivas. Pero si de alguna forma la ilusión o la sorpresa del hablante, del emisor del enunciado, se transmite en ese enunciado, si damos a ese enunciado, por tanto, un matiz exclamativo, entonces "iw" falta, porque "iw" insisto, sirve para constatar hechos objetivos. Por ejemplo, el nombre de un rey que todos lo conocéis muy bien, bueno de más de uno de la dinastía XII "Amenemhat", es en egipcio "Imn m h3t", esto es una oración de predicado preposicional sin "iw", con el sujeto "Imn" (Amón), y el predicado "m h3t", "en cabeza" literalmente, esta oración significa "¡Amón está en cabeza!", es una oración exclamativa, y precisamente falta "iw", porque "iw" habría sustraído a esta oración este matiz exclamativo, es decir, la ausencia de "iw" permite entender esta oración como una oración con este matiz exclamativo, con este matiz de ilusión que el emisor pone en aquello que está diciendo, en aquello que está comunicando. En tercer lugar "iw" puede faltar por factorización, ¿qué entendemos por factorización? Si suceden varias oraciones de predicado preposicional o adverbial, sólo la primera lleva "iw", que vale también para las demás. Es decir, la primera está encabezada por "iw" las demás no, porque en realidad el "iw" inicial vale para todas. Aquí os he puesto un ejemplo muy bonito, que procede de la Historia de Sinuhé, estamos al principio del cuento, cuando el rey Amenemhat I, precisamente, acaba de morir y entonces la Corte está de luto y se dice esto: "iw hnw m sgr, ibw m gmw". Esto significa, "hnw" es la residencia, es decir, el Palacio Real, donde vive el rey, la Corte, entonces "iw hnw m sgr" quiere decir, "la residencia está en silencio", "sgr", "silencio" y luego dice, "ibw m gmw", "los corazones están en la tristeza, en la aflicción". Fijaros que en este caso tenemos "iw" encabezando la primera oración, pero después no está encabezando la segunda, no está delante de "ibw", ¿por qué? pues porque el primer "iw" se ha factorizado, es decir, sirve también para la segunda oración. Por lo tanto, por factorización también podemos tener que alguna oración de predicado preposicional o adverbial no tenga "iw" en posición inicial. Y finalmente, una cuarta posibilidad de ausencia de "iw", es si el enunciado no es independiente, sino que depende de una oración que antecede. En este caso hablamos de oraciones de predicado preposicional o adverbial dependientes. Es decir, las oraciones dependientes que normalmente indican matices temporales, circunstanciales en general, son oraciones que no llevan "iw", precisamente para expresar esa dependencia respecto de la oración que antecede, que será su oración principal, digámoslo así. Fijaros que hablamos de oraciones dependientes en este caso, no de oraciones subordinadas. Atención con esto, porque este también es un error que se suele cometer frecuentemente. Estas oraciones no son subordinadas porque en lingüística cuando hablamos de subordinación, nos referimos a oraciones que tienen marcas específicas, conjunciones específicas, conjunciones subordinantes, que indican esa subordinación e indican también la semántica, el sentido semántico de esa subordinación. En el caso de estas oraciones, justamente lo que hay es ausencia de todo elemento introductorio, también de posibles partículas subordinantes, y por lo tanto no hablamos de oraciones subordinadas, sino de relaciones dependientes, lo cual no quiere decir que a la hora de traducirlas en español, en español esas oraciones puedan ser adverbiales subordinadas, circunstanciales subordinadas. Pero una cosa es lo que sea la traducción española y otra cosa es lo que es el original egipcio. Estas construcciones son algo más complejas y por eso hoy no os voy a poner un ejemplo, en este vídeo no vamos a ver un ejemplo, sino que las veremos más adelante.