Al visionar este video conviene que tengáis a mano la tabla del documento en PDF D4.3 que es, justamente, la tabla de los pronombres sufijos. Como hacemos siempre, también esta vez vamos a empezar por definir qué son los pronombres personales, de manera general. Cuando hablamos de pronombres personales, ¿a qué tipo de palabras nos referimos? pues bien, los pronombres personales son palabras gramaticales que expresan la categoría gramatical de "persona". Como todos sabéis, hay tres personas gramaticales: la primera, la segunda y la tercera persona. La primera persona hace referencia al emisor, es decir, a aquel que emite el mensaje, aquel que pronuncia el enunciado, al que lanza el enunciado al mundo. La segunda persona hace referencia al receptor, aquel que recibe el enunciado, al destinatario del enunciado. Y la tercera persona no hace referencia ni a uno ni a otro, es decir, se refiere a realidades distintas tanto del emisor como del receptor. Además, a veces, puede existir una forma impersonal o neutra, lo que en español sería el "se": "'se dice". En cuanto a las funciones sintácticas de los pronombres personales, pues, son las propias del sustantivo. Por ejemplo, la función de sujeto, la función de complemento directo, la función de término de preposición, dependiendo de los contextos. Como hacemos siempre, también esta vez vamos a ver cuáles son los pronombres personales en español, todos los conocéis perfectamente bien. Los pronombres personales en español son: "yo", "tú", "él"/"ella" (para las tres personas del singular); "nosotros"/"nosotras", "vosotros"/"vosotras", "ellos"/"ellas" (para las tres personas del plural); y sus correspondientes flexiones, porque todas estas palabras se pueden flexionar dependiendo de la función que tengan que desempeñar. Así, por ejemplo, si tomamos la primera "yo", "yo" es la forma que hace la función de sujeto; pero, luego, tenemos "me" para la función de complemento directo o complemento indirecto dependiendo de los contextos; "mí" (con acento) para la función de término de preposición; y "conmigo" que es esta forma específica para el complemento de compañía, característica del español. Con "tú" tenemos lo mismo: "tú", "te", "ti", "contigo", etcétera. Todos conocéis perfectamente las formas de los pronombres personales. Estas son las formas de los pronombres personales en español. Vamos a ver ahora cómo se presentan en egipcio. En egipcio existen tres series de pronombres personales, cada una de las cuales tiene unas funciones específicas. ¿Qué quiere decir esto? que si una serie tiene adscritas unas funciones determinadas, esas funciones son específicas de esa serie y las otras series no las desempeñan; ni esa serie desempeña las funciones que desempeñan las otras series, es decir, las funciones son específicas para cada serie. Por lo tanto, es muy importante saber, exactamente, cada serie de pronombres, qué funciones pueden desempeñar. Las tres series se definen en función de su colocación que, como siempre, es fija e inmutable. La primera serie es la de los pronombres sufijos. ¿Qué son los pronombres sufijos? son pronombres que se sufijan a una palabra que antecede. La segunda serie de los pronombres dependientes, que son pronombres que se apoyan, pero, atención, sin llegar a sufijarse en una palabra que también antecede. Y, finalmente, tenemos los pronombres independientes que no necesitan apoyarse en otra palabra, sino que son plenamente autónomos. Fijaros que la palabra "sufijos" y "dependientes" las he puesto en rojo, mientras que la palabra "independientes" la he puesto en negro. Esto es porque, en este curso, nosotros vamos a estudiar los pronombres sufijos y los dependientes, pero no vamos a ver los pronombres independientes. Entonces, es para que sepáis que son las primeras dos series aquellas en las que nos vamos a concentrar en esta semana y las siguientes. ¿Cuál es el corolario de esto que acabamos de explicar en cuanto a la colocación de los pronombres? que ni los pronombres sufijos ni los pronombres dependientes pueden encabezar oración. Esto es muy importante: si los sufijos se tienen que sufijar a una palabra que antecede y los dependientes se tienen que apoyar en una palabra que antecede, naturalmente siempre habrá una palabra delante de ellos y, por lo tanto, en ningún caso podrán encabezar oración. Quedaros con esta idea porque es muy importante y la retomaremos seguidamente, tanto en este vídeo como en vídeos siguientes en los que hablemos de los pronombres dependientes. Las funciones de los pronombres sufijos y dependientes dependen de las palabras a las que se sufijan o en las que se apoyan. Decíamos, hace un momento, que los pronombres se definen por la posición, por cómo se relacionan con la palabra que antecede, pues bien, las funciones de los pronombres dependen de cuál es la categoría gramatical de la palabra que antecede. Vamos a verlo con más detalle después de ver lo que es propiamente el paradigma de los pronombres sufijos. Para ello, como os he dicho, es bueno que tengáis a mano el documento en PDF D4.3, que recoge esta misma tabla que vamos a explicar en el vídeo. Fijaros, esta tabla está estructurada en cuatro columnas. En la primera columna tenemos el número gramatical, es decir, singular y plural. En la segunda columna tenemos la persona gramatical: primera, segunda y tercera de singular (en la parte superior); y primera, segunda y tercera de plural (en la parte inferior). Y, luego, tenemos una casilla para la forma impersonal del pronombre sufijo, que veremos al final de la explicación de la tabla. Luego, tenemos la tercera columna que es la del masculino y la cuarta columna que es la del femenino. Pero, si os fijáis, estas dos columnas solo están operativas, digamos, sólo están habilitadas, en la segunda y la tercera persona de singular. Porque sólo ahí tenemos oposición de género, sólo para la segunda y la tercera persona de singular tenemos una forma de pronombre para el masculino y una forma de pronombre para el femenino. En la primera persona de singular y en todas las personas del plural, tenemos una única forma (o dos, pero que son alternativas) para los dos géneros: tanto para el masculino como para el femenino. Esto es importante que lo tengáis presente por una razón fundamental, y es que hay una cierta diferencia con lo que ocurre en español. Fijaros que nosotros, en la segunda persona, decimos "tú" (en la segunda persona de singular, quiero decir) y "tú" es una palabra gramatical que vale tanto para "tú" masculino como "tú" femenino. En egipcio, esto no es así, podemos distinguir el género. Si digo "tú" masculino, la forma es "k"; y, si digo "tú" femenino, la forma es "t" o bien "t". Por lo tanto, tenemos oposición de género la segunda persona de singular. En cambio, en las personas de plural, donde en español tenemos oposición de género (porque podemos decir: "nosotros"/"nosotras", "vosotros"/"vosotras", "ellos"/"ellas"), en egipcio no existe tal oposición de género, y las mismas formas valen tanto para el masculino como para el femenino. Por ejemplo, la primera forma de plural, la primera persona del plural "n" significa "nosotros" y también significa "nosotras", porque es una forma común para los dos géneros. Y lo mismo sucede con las otras formas. Aunque veáis formas distintas, son formas alternativas, pero no formas por oposición de género. Vamos a ver la tabla con un poquito más de detalle. Fijaros, en primer lugar que, cuando el pronombre consiste en una única consonante, la "e" de apoyo la ponemos delante. Excepto en el caso de la primera persona del singular que, obviamente, sólo leemos como una vocal "i", las otras formas son consonantes, entonces, la segunda persona de masculino singular, por ejemplo, es una "k" y la leemos con la "e" de apoyo delante: "ek". La tercera persona: "ef". La segunda de femenino singular: "ech" o "et". Y la tercera de femenino singular: "es". Es decir, la "e" de apoyo siempre se coloca delante. Lo mismo sucede con la primera persona del plural: "en". Y, en cambio, en la segunda y la tercera persona del plural, tenemos dos consonantes y, por tanto, la "e" de apoyo la colocaremos en medio: "chen"/"ten", para la segunda persona; "sen" para la tercera persona. Finalmente, tenemos la forma impersonal, que es "tw", que leeremos tal cual. Insistamos un poquito más en la tabla. Primera persona de singular. La forma más utilizada, con mucho, de la primera persona de singular es el "hombre sentado". Y eso se translitera "i". Ahora bien, cuando esa primera persona, ese "yo", es una mujer, es un rey o un dios, es un difunto; el signo del "hombre" puede ser sustituido por el signo de la "mujer", o el signo del "dios sentado", o el signo del "halcón perchado", o el signo del "difunto sentado", respectivamente. Además, puesto que, fonéticamente, ese pronombre es una "i", es una "iod", a veces puede estar representado por la misma "iod", es decir, por la "caña en flor". Y, otras veces, por la combinación de la "caña en flor" y el determinativo del "hombre sentado" que, en realidad, vendría a ser, digamos, la forma plena del pronombre. Pero, no es la más utilizada ni mucho menos; la más utilizada, como digo, es la que tenéis en la línea superior, es decir, el signo determinativo del "hombre sentado". Es decir, en realidad, no es un signo fonético ese, es un determinativo. Justamente, en la última de las formas veis la explicación: la parte fonética se ha omitido y, por antonomasia, la primera persona se expresa a través de ese determinativo en concreto, del "hombre sentado". Como digo, a veces, cuando es una mujer, se pone el signo de la "mujer" y cuando es un dios el signo del "dios". Pero, otras veces, no. Es decir, a veces, la primera persona, cuando es una mujer, igualmente, el pronombre personal está expresado con el "hombre sentado"; y, otras veces, cuando esa primera persona es un dios, igualmente tenemos el "hombre sentado" como marca, como anotación de ese pronombre. Por lo tanto, insisto, el "hombre sentado" es, con mucho, la marca más habitual del pronombre sufijo de primera persona de singular. Segunda persona de masculino singular, tenemos "k", ya lo hemos visto; eso significa "tú" (hombre), "tú" (masculino). Segunda persona de femenino tenemos "t" o "t". Esto significa "tú" (mujer), "tú" (femenino). Y, para las terceras personas, tenemos oposición de género, igual que en español, y tenemos "f" para "él" y "s" para "ella". Fijaros que "s" se puede escribir con cualquiera de las dos eses. En plural tenemos "n" para la primera persona de plural, "tn" o "tn" para la segunda, y "sn" (que se puede escribir con cualquiera de las dos eses) para la tercera. Fijaros que las formas de plural tienen, además, el determinativo de los tres trazos de plural, como es normal. Debo deciros, sin embargo, que, algunas veces, ese determinativo puede no estar; sobre todo en los primeros tiempos. Por tanto, tened presente que estas son las formas más habituales, pero que, algunas veces, esos tres trazos pueden faltar. En este curso no van a faltar nunca, es decir, en los ejercicios yo os las voy a poner siempre. Porque eso son cosas, ya, digamos, para un segundo nivel. Y, finalmente, lo volvemos a repetir tenemos la forma impersonal "tw", que significa "se" (corresponde al español "se") y que se puede escribir con cualquiera de las dos formas del "w", como podéis ver en la tabla. Vamos a pasar, ahora, a ver cuáles son las funciones del pronombre sufijo. Porque el pronombre sufijo tiene unas funciones específicas que le son propias, es decir, como decíamos antes, las funciones que desempeña el pronombre sufijo son suyas, las desempeña él solo y no son propias de las otras series de pronombres que tienen las suyas, como iremos viendo, en el caso de los pronombres dependientes. Estas funciones específicas, como decíamos antes, dependen de la palabra a la que el pronombre se sufija, dependen de la categoría gramatical de la palabra a la que el pronombre se sufija. Vamos a verlo punto por punto. En primer lugar, si el pronombre sufijo se sufija a un sustantivo, entonces, hace la función de determinante posesivo; tiene un valor de posesión que viene a corresponder al valor del genitivo directo cuando se trata de un sustantivo. Por ejemplo, en las lecciones anteriores veíamos el sintagma nominal "hemet uab": la esposa de un sacerdote ("uab"). ¿Os acordáis de esta expresión? Era un genitivo directo. Pues, si quisiéramos decir "su esposa", entonces, tendríamos "hemet" y, en lugar del sacerdote ("uab"), en lugar de ese sustantivo, tendríamos el pronombre sufijo correspondiente, es decir, de tercera persona de masculino singular, y tendríamos "hemet f". Veamos otros ejemplos. "s3=i", esto significa "mi hija" y, como habéis visto, es el pronombre sufijo de primera persona. "pr=f": "su casa", "la casa de él", "f", fijaros, es la forma de masculino, por lo tanto, es la casa de "él". Y ahora fijaros en los últimos dos ejemplos de esta página. Os he puesto "dpt=sn" y "dpwt=sn". Fijaros en la diferencia. En el primero, "dpt=sn", eso significa "su barca", "la barca de ellos", o bien "de ellas". Fijaros, en este caso tenemos una sola barca, y tenemos muchos propietarios, ¿de acuerdo?. En cambio, en el último ejemplo, "dpwt=sn", tenemos que también la palabra "barca" esta en plural. Por lo tanto, tenemos muchas barcas y muchos propietarios. Y esto significa "sus barcas (de ellos o ellas)". Mucha atención con esto, fijaros bien en el número del sustantivo porque una cosa es el número de sustantivo y, otra cosa, es el número del pronombre, naturalmente. Entonces, en estos dos ejemplos podéis ver la diferencia: en un caso es una barca para mucha gente; en otro caso es muchas barcas, también, para mucha gente. La segunda función del pronombre sufijo depende de si se sufija a una preposición. Si el pronombre se sufija una preposición, entonces, hace la función de término de preposición. En este caso, atención, la preposición "m" se alarga en la forma "im", es decir, en una forma que parece mucho el adverbio "im" de lugar: "allí". Pero, fijaros que no se confundirá. ¿Por qué? porque, cuando es preposición, a continuación va a haber un sufijo y, en cambio, cuando el adverbio, a continuación no va a haber ningún sufijo. Por lo tanto, no hay confusión posible; aunque la palabra tiene, exactamente, el mismo aspecto. Bien, veamos algunos ejemplos. "im=s", esto quiere decir "en ella", o bien "por medio de ella" (dependiendo, naturalmente, de los valores de la preposición). Segundo ejemplo: "hn=k", ¿véis? con la "e" de apoyo de la "k" delante: "hn='ek'", eso quiere decir "contigo", siendo "tú" un hombre, siendo "tú" masculino. Y "n=n"; fijaros, la primera "n" es la preposición, la segunda "n" es el sufijo de primera persona de plural. Esto significa "para nosotros" (si es un dativo), o bien "hacia nosotros" (si es un complemento de dirección, de dirección hacia personas, como ya sabemos). Por lo tanto, la segunda gran función del sufijo es la de término de una preposición, la de palabra que sigue a una preposición cuando esta palabra no es un sustantivo, sino que es un pronombre. En tercer lugar, el pronombre sufijo puede sufijarse al auxiliar de enunciación "iw" en una oración de predicado preposicional o adverbial. En este caso, hace la función de sujeto pronominal de esa oración y esto lo vamos a ver en el próximo video, que estará dedicado, justamente, a esto: a oraciones de predicado preposicional o adverbial introducidas por el auxiliar de enunciación "iw", con sujeto pronominal; cuyo sujeto no es un sustantivo, como hemos visto hasta ahora, sino un pronombre; lo vemos, como digo, en el próximo vídeo. Y, finalmente, la última función del pronombre sufijo, depende de si se sufija a un verbo en forma personal. En ese caso, hace la función de sujeto pronominal de una oración de predicado verbal. Pero, esto lo veremos más adelante. Bien, estas son las funciones del pronombre sufijo. Conviene que las recordéis (las primeras tres). Esta os la pongo aquí para que la tengáis localizada, aunque la veremos más adelante, porque, como veréis, el pronombre sufijo es una palabra muy utilizada en egipcio y, por lo tanto, es una palabra que debéis conocer bien. Os aconsejo, realmente, que aprendáis de memoria la tabla de los pronombres sufijos porque, si la memorizáis, si la tenéis bien asimilada, os resultará mucho más fácil trabajar con ellos, obviamente.