Con el paso del tiempo la psicología ha ido evolucionando y dentro mismo del psicoanálisis las ideas han ido cambiando. ¿Cuál es el cambio más importante que ha tenido la psicología al entrar al siglo XXI? Para evidenciar el cambio de paradigma que ha sobrevenido en el siglo XXI, Robert Stolorow, psicoanalista americano actual, señala que en la época de Freud predominaba el mito de la mente aislada. ¿Qué quiere decir Stolorow con esto? A través de este concepto se quiere puntualizar que la visión que tenía Freud de la mente era como una máquina impersonal que procesa energía instintiva que proviene desde dentro del individuo y, por el contrario, hoy en día se reconoce la importancia de la experiencia con otros como fuente de energía en los sistemas relacionales que nos constituyen. El psicoanálisis freudiano tradicional considera que lo que mueve o motoriza la mente son los instintos. Posturas psicoanalíticas más actuales sostienen que puede haber diferentes motores, como el equilibrio de la estima, los instintos o la búsqueda del sí mismo. Así, aquel motor del psiquismo se lo llama hoy en día "motivación de la conducta". Esta idea también cambió lo que se considera hoy en día cómo ser un buen psicólogo o un buen profesional. Antes, el ideal del buen psicólogo era tener una postura sabia, neutral, objetiva e impenetrable. Y esta postura es contraria al compromiso emocional que todo analista debe tener con sus pacientes. Progresivamente, el psicoanálisis ha desplazado su foco de atención desde las pulsiones a los afectos y desde la mente concebida como una identidad individual hacia el campo intersubjetivo. De este modo, el proceso terapéutico pasa a ser un encuentro entre dos subjetividades, en donde en la situación de una terapia también entra en juego la personalidad del analista. Estos conceptos son confirmados con hallazgos aportados desde la neurología, en donde los circuitos neuronales para la socialización hace que esta se inicie en el primer momento del nacimiento y que se forme el "Yo - Nosotros". Con lo cual, el "Yo - Individual" se podría considerar casi una entelequia. Edward Tronick es un psicólogo e investigador americano contemporáneo que señala que al niño se lo concibe desde su nacimiento como un sistema abierto que debe nutrirse de energía del medio ambiente con alimento, información o emoción. Cuando el sistema es exitoso porque está bien nutrido hay crecimiento en coherencia y en complejidad y, si no, el sistema se disgrega y se genera caos. Entonces, lo importante es la concepción de la terapia que hoy en día el vínculo con los demás es lo más importante. Es así que el cambio de paradigma del siglo XXI implicó concebir al hombre como un ser inserto en la sociedad. Desde allí y hacia allí debe ser dirigida la comprensión y la cura terapéutica. No se trata de resolver el problema entre el "Superyó" y el "Ello", entre el "Yo" y la realidad ni siquiera tampoco entre el "self" de forma aislada, sino el "self" con los otros.