[AUDIO_EN_BLANCO] Los directivos de la empresa no solo son responsables ante la ley, ante la sociedad, ante la empresa en la cual trabajan, sino que los ejecutivos también son responsables ante las exigencias éticas de su propia consciencia. Es importante tener claro que toda decisión directiva tiene implicancias morales you sea porque beneficia o daña a las personas y a la sociedad. Las prácticas anticompetitivas son un ejemplo de faltas graves que además de perjudicar a la sociedad, afectan negativamente a quienes incurran en ellas. Al actuar de modo corrupto, un ejecutivo se corrompe a sí mismo y se degrada como persona. Las acciones y las decisiones que toma un directivo reflejan su sello personal o lo que podríamos llamar su identidad moral. Las acciones pueden mostrar honestidad, preocupación por los demás, lealtad, confianza, espíritu de servicio o todo lo contrario, avaricia, envidia, mentira, engaño y codicia. Lo que hagamos muestra al final lo que somos y cómo pensamos. La práctica de acciones anticompetitivas degrada el sello y la identidad moral de las personas. Identidad que se forja a través de las acciones y decisiones que cada individuo toma. En la medida que uno pone en práctica sus principios y valores, su identidad y su reserva moral se van haciendo cada vez más fuertes y con ellos será más difícil que cometa faltas en el futuro. Y si las comete, tendrá mayor capacidad para enmendar y no perseverar en el error. Por el contrario, si se deja llevar por distintos vicios, su reserva moral se irá empequeñeciendo y así se hará más vulnerable ante las faltas. Mientras menor sea la motivación moral que tengamos, mientras menor sea esa fuerza que nos impulsa a hacer el bien, más fácil será que uno se vea vencido por otras motivaciones you sean económicas o de poder. Sin duda que podemos afirmar que cada persona se va moldeando y formando a sí misma con su actuar, con sus relaciones, con su vida, con su historia. Por lo mismo, necesitamos que nuestra vida diaria sea coherente y consistente con nuestros principios y valores. La puesta en práctica de acciones anticompetitivas degrada también la sensibilidad y el juicio moral de quienes las realizan, you que distorsionan sus valores. Al poco tiempo de estar actuando incorrectamente, la persona comienza a justificarse y como es un mal juez de sí mismo, en muchos casos comienza a torcer su forma de pensar. Como dice el dicho, quien no vive como piensa acaba pensando como vive. Este debilitamiento en sus valores aminora también su capacidad futura para evaluar si una acción es moralmente buena o mala. Cuando una persona hace cosas moralmente incorrectas, al poco andar termina cediendo en otros frentes y comete nuevas faltas. Las acciones cometidas por los directivos no solo los afectan a ellos como persona, sino que también impactan negativamente sobre su imagen, su reputación y también sobre su familia y sus colaboradores más cercanos. Veamos un ejemplo. >> Qué rico tomar el desayuno juntos. Hace mucho que no teníamos tiempo para estar los dos solos. Te noto un poquito preocupado. ¿Cómo estás? >> Anoche no pude dormir. A pesar de las pastillas que me dio el psiquiatra no logré conciliar el sueño. Estoy angustiado. Estoy reventado de cansancio. Y no me puedo sacar de la cabeza lo estúpido que fuimos al hacer una cosa así. Eché por la borda mi carrera profesional, mi honra, mi prestigio. Ahora nadie va a trabajar conmigo. Marcado para siempre. >> Ayer estuve conversando con la Catita. Me dijo lo decepcionada que está de ti. Ella te admiraba mucho. Y ahora está avergonzada. ¿Sabes qué me dijo? Mi padre manchó el nombre de nuestra familia. Los abuelos están destrozados. Ellos no merecían esto, nosotros tampoco. En el colegio, los compañeros le señalan con el dedo. Sí. No quiere ir más al colegio. Pobrecita está pésimo. No quiere saber nada de ti, nada. >> Yo me arrepiento mucho de lo que hice. En serio. Me avergüenza mirar a la cara a mi hija Además involucré a gente inocente en esto. La impulsé a meterse en algo que no quería. [AUDIO_EN_BLANCO] >> Mira, Juan. Te quería comentar que de ahora en adelante nos vamos a coordinar con nuestro competidor principal para reducir la competencia y poder también nosotros subir nuestros precios. Yo hace una semana que me reuní con ellos para afinar los detalles, you está todo listo, viejo. >> Pero, >> jefe, o sea, esto suena raro. Se supone que no tenemos que hacer este tipo de cosas. Veo complicado que implementemos este tipo de prácticas anticompetitivas. Nos podemos meter en un tremendo problema si nos pillan. >> Mira, no te preocupes, Juan, si no es para tanto. Es poca cosa. you tengo todo amarrado con nuestros competidores. No te asustes. Nadie nos va a pillar. Confía en mí. Además la única manera que yo veo de poder cumplir con la meta es ganando los bonos sin tener que trabajar tanto. ¿O no quieres ganarte el bono acaso? [AUDIO_EN_BLANCO] >> En el ejemplo anterior vimos que las personas >> que se involucran en acciones anticompetitivas son un ejemplo de liderazgo negativo, que no genera credibilidad y que termina siendo rechazado. Su actuar está basado en el engaño, en la mentira y en la deslealtad. Este modo de actuar también promueve la corrupción de otros colaboradores motivándolos a participar directamente en actividades delictivas que además los degradan como personas. Por el contrario, un liderazgo basado en principios y valores transforma positivamente a las personas you que transmite una motivación en los seguidores, a través de un cambio en sus actitudes y una buena disposición a mejorar. A continuación, revisaremos un último ejemplo de un liderazgo positivo basado en principios y valores. [AUDIO_EN_BLANCO] >> Jefa, me llamó mi par de nuestro mayor competidor >> para proponerme que nos juntáramos para ver la posibilidad de reducir la competencia. >> you. >> En un inicio yo me molesté bastante, me dieron hasta ganas de insultarlo, pero me controlé y le dije que le iba a consultar a usted primero y luego le iba a tener una respuesta más clara. Después estuve dándole varias vueltas al asunto y no me pareció tan mala idea. Y quizá me gustaría saber la posibilidad de si podíamos reducir un poco la competencia suavemente. ¿Qué opina usted? >> Mira, Mario, me parece una pésima idea. Porque eso va contra los valores de la empresa y contra mis propios principios también. Los dueños de esta empresa junto con la alta dirección siempre se han preocupado de que la cultura organizacional tenga valores y principios. Ser veraces, promover el bien común, ponerse en el lugar del otro, cuidar el medio ambiente y promover la competencia. Hacer un trato con la competencia o entregarle información a la competencia sería traicionar esos valores y principios, sería pegarle una puñalada. Y yo no estoy dispuesta a hacerlo porque yo creo en ello. No es lo más importante en la vida ganar dinero. Lo más importante es vivir bajo su propia consciencia, bajo lo que te dicta tu pensamiento porque eso te hace feliz, te hace mejor persona, finalmente te hace mejor trabajador porque con mi trabajo yo siento que promuevo que esta empresa crezca, que promuevo que la gente que trabaja conmigo se proyecte y se profesionalice y que también ayudo a los demás. Quiero ganar dinero, sí. Pero quiero hacerlo bien, sin engaño, sin falta, sin faltar a mis valores. >> Gracias, jefa, por todas sus palabras. Le voy a responder que por ningún motivo la empresa va a transar sus valores ni sus principios, ¿cierto? >> Cierto. >> you, gracias. [AUDIO_EN_BLANCO] [AUDIO_EN_BLANCO]