Vamos primero a entender tres modelos generales,
tres modelos más bien amplios para entender la organización.
El primer modelo le vamos a denominar el modelo racional,
el modelo de administración científica,
el modelo de planificación
y tiene su origen básicamente en los procesos de industrialización
en los cuales era muy importante la producción en serie,
el escalamiento, era muy importante la regularidad de la producción.
En este contexto una organización racional científicamente
administrada, formalmente planificada,
pone su énfasis en los procesos de planificación,
de organización, de dirección, de control.
Las reglas son muy importantes, las personas conocen la estructura,
entienden la diferenciación de roles, existen procesos rutinarios,
permanentes, para los cuales la organización está bastante preparada, no
existen sorpresas en el terreno de aquello que constituye la rutina organizacional.
En este sentido los procedimientos son más bien estandarizados, cada individuo
cumple un rol, muchas veces con bastante repetición entre ellos,
existe una jerarquía, la información se distribuye de manera no
simétrica, las decisiones no se comparten
necesariamente por todos los miembros de la organización, algunos tienen
responsabilidades por niveles superiores y otros por procesos específicos.
Muchas veces este modelo,
el modelo racional puede ser visto como un modelo poco satisfactorio
para personas con un perfil más creativo, con un perfil más innovador.
Muchas veces las imágenes que se tienen del modelo racional y de
las organizaciones tienen que ver con la producción en serie
y la falta de individualización de la experiencia cotidiana.