Bienvenidos. En esta clase conoceremos las estrategias de mediación parental que pueden ser utilizadas al interior de la familia al momento de usar los medios. Distintos estudios muestran que los padres y las madres somos irreemplazables en la educación de nuestros hijos, en lo que concierne al uso de los medios y las tecnologías en el hogar. [AUDIO EN BLANCO] Cuando mediamos al interior de la familia en el uso de los medios, estamos generando dinámicas familiares en las que reproducimos estilos de comunicación y formas de relacionarnos. Podemos entonces encontrar distintas maneras de mediar. La mediación restrictiva, la mediación compartida y la mediación activa. La más simple es la mediación restrictiva porque se limita a que los adultos establezcamos normas y regulaciones que tienen que ser solamente cumplidas. [AUDIO EN BLANCO] La mediación compartida avanza un paso mas, porque consiste en que empleemos juntos un medio o una tecnología. La mediación activa implica en cuanto a ella, que conversemos con nuestros hijos, según su edad, sobre el uso de los medios, que los hagamos participar, pensar y tomar decisiones compartidas con las que todos aprendemos. En este caso, la relación de comunicación es más horizontal y se basa en el diálogo. La mediación activa permite generar confianza, una mejor comunicación, y orientar de una manera más adecuada a nuestros hijos. Como no todos los padres y madres crecieron en la sociedad multipantalla, audiovisual o digital, es importante conocer las percepciones y creencias previas que tienen sobre los usos cotidianos que hacen sus hijos, de manera de entregarles recursos apropiados de mediación parental. De acuerdo a un estudio que hemos realizado, la mayoría de los adultos cree que internet tiene en general efectos positivos en sus hijos para educarlos, que accedan a información, el esparcimiento y la recreación. También creen que ayuda al derecho a la opinión y a la expresión de los hijos. Sin embargo, no manifiestan igual preocupación por las relaciones sociales que las personas menores de edad pueden establecer a través de estos medios. En esa misma investigación, encontramos buenas prácticas de mediación parental. Cuando los padres comprueban lo que sus hijos hacen en internet, y emplean programas y aplicaciones para bloquear contenidos inadecuados, decimos que recurren a un estilo de mediación restrictivo positivo. Mientras más pequeños son los hijos, más debemos preocuparnos de filtrar los contenidos. En cambio, usar los medios y a las tecnologías como un factor de recompensa o de castigo, o como cuidadores en reemplazo de los adultos, son malas prácticas. [AUDIO EN BLANCO] Veamos ahora algunas recomendaciones de mediación parental que son específicas, considerando las tecnologías móviles, la multiplicación de los espacios en los que las usamos, y las edades de los niños, niñas y adolescentes. Una de las principales recomendaciones es que los niños, las niñas y los adolescentes, tengan la oportunidad de estar con sus padres mientras usan los medios. Las investigadoras Laura Robert y Mercel Otela, recomiendan a los adultos llenar dos tablas. Una con las actividades y tareas cotidianas que realizamos, y la otra sobre nuestra comunicación diaria con nuestros hijos. A partir de estas tablas, las investigadoras interpelan a compararlas, y agregar el trabajo de mediación en nuestro tiempo de conversación con los hijos. Ellas afirman que nuestro reto es lograr que nuestros hijos sean personas autónomas y responsables al momento de usar las tecnologías. Lograr que nuestros hijos sean autónomos desde edades tempranas es cada vez más importante. En los ambientes conectados dejamos huellas, que son aprovechadas por algoritmos matemáticos pagados por las industrias culturales y por las empresas, para perfilar comportamientos, preferencias, y crear publicidad personalizada en las redes sociales. La cultura móvil hace posible que se acceda a los medios en vacaciones, durante un viaje, en un restaurante o en la locomoción colectiva. Se recomienda definir los espacios, los tiempos de exposición y las situaciones de uso. También, describir la razón de uso ayuda a organizar y a planificar. Algo muy importante también es que evaluemos que es lo que estamos dejando de hacer por el uso de los medios. Los niños y los adolescentes hacen lo que ven de sus padres, por eso es importante no contradecirnos en las propias normas, y modelar. No tener prendidas las panatallas si no se están usando. Ser respetuoso y riguroso al momento de aplicar las normas. Dejar al lado el celular, la televisión, el computador, la tablet, o cualquier otro dispositivo, cuando su hijo quiere comunicarse con usted. Forme una opinión crítica en los niños sobre el contenido de internet. Enséñeles a discriminar aquello que puede llegar a ser perjudicial. Ayúdeles con preguntas, a hacer enlaces con sus vidas cotidianas. Pregúnteles también sobre lo que ven. En el caso de los adolescentes, hay que saber combinar el respeto a la vida privada con la enseñanza de prácticas de auto cuidado, de respeto a la propia vida privada y la de los demás. Para finalizar, los queremos invitar a responder las siguientes preguntas. ¿Qué sé sobre las múltiples pantallas que utilizan mis hijos? ¿Cuáles son mis creencias previas, y cómo me acerco a ellos de acuerdo a su edad, para conversar? ¿Cuál es el estilo de mediación que utilizo, restrictivo, compartido, activo? ¿Qué acuerdos sobre el uso de los medios y las tecnologías establezco con ellos? Y finalmente, ¿cómo los ayudo yo a reflexionar sobre el contenido al que acceden, y el tipo de uso que hacen de los medios y las tecnologías? Hasta pronto. [AUDIO EN BLANCO]