[AUDIO_EN_BLANCO] [AUDIO_EN_BLANCO] Bienvenidos. Finalmente, entraremos a revisar las etapas 9 y 10 para realizar una correcta planificación estratégica. En la Etapa 9, la penúltima etapa, se trata de diseñar la estrategia, los objetivos estratégicos y definir las acciones estratégicas. Nuevamente un ejemplo que hemos aprendido en mentoría. Hemos visto muchos casos de empresas que afirman tener una estrategia pero que en realidad no es un plan estratégico, sino que es más bien una descripción de los objetivos de su negocio, o, como decíamos antes, que tienen objetivos vagos o mal definidos por errores en el diagnóstico. Recuerdo a un empresario que antes de entrar al programa decía, mi estrategia comercial es competir por precio. Incluso colgaba un menor precio que su competencia. Sin embargo, fruto del análisis junto al mentor, se dio cuenta que no tenía por qué competir en precio, al contrario, lo que tenía que hacer era subir sus precios porque su fortaleza estaba realmente en la calidad del servicio. Otro problema que hemos constatado es que en numerosas ocasiones no evalúan bien cómo van a alcanzar los objetivos que se han propuesto, qué equipos requieren, qué recursos y capacidades necesitan desarrollar, cuánto les va a costar y cómo lo van a financiar. A esta altura del análisis you conocemos el negocio, el mercado, los competidores, conocemos los consumidores, sabemos cuál es nuestra posición competitiva, conocemos el entorno, sabemos a dónde queremos ir, esas metas de largo plazo que nos hemos planteado. Ahora nos queda definir la estrategia que seguiremos para alcanzar los objetivos propuestos. ¿Qué tengo que hacer para moverme desde la posición en la que me encuentro hoy a la meta que nos hemos propuesto? ¿Cómo llego a la cima de esa montaña? Ahí es cuando empezamos a diseñar el plan y las acciones estratégicas que seguiremos para alcanzar los objetivos trazados. La estrategia que definamos hay que bajarla a un conjunto de objetivos y de acciones concretas. Por ejemplo, podemos preguntarnos, ¿qué tengo que hacer para llegar a la cima? Desde la perspectiva de los consumidores, ¿qué acciones concretas tengo que hacer? Desde la perspectiva de procesos, ¿cuáles tengo que redefinir? ¿Cuáles debo mejorar? Desde el punto de vista de organización interna de la empresa, ¿qué debo hacer? La experiencia nos muestra que los objetivos que nos planteamos deben ser específicos, medibles y alcanzables. Lo que no se mide, no existe, así de drástico. Junto con ser metas alcanzables, es importante que estén circunscritas a un periodo de tiempo acotado. ¿Qué es lo que vamos a hacer y qué esperamos lograr de aquí a un año? Por ejemplo. A dos, a tres años. Y después, evidentemente, tenemos que ir evaluando cómo nos va en eso. También tenemos que revisar la consistencia y la coherencia de los objetivos estratégicos, porque a veces nos vamos a dar cuenta que tenemos muchas ideas, muchas cosas que queremos lograr, y resulta que no es viable hacerlas todas porque no contamos con los recursos y capacidades. Incluso, puede sucedernos que algunos objetivos estratégicos no conversen entre sí. Para terminar, hablaremos de la Etapa 10, y es Adecuar la organización interna de la empresa al plan estratégico. Considerando que you conocemos el entorno, sabemos dónde estamos, dónde queremos llegar, y la estrategia que seguiremos, la pregunta que queda es analizar si contamos con las personas y la estructura organizacional adecuada para alcanzar la cima que nos hemos propuesto. Al final, si llegamos o no a la cumbre va a depender de la estrategia, de la organización interna y del entorno. Por lo tanto, el desafío es lograr el acomodo entre estos tres aspectos y mantenerlos en el tiempo. A veces nos encontramos en la mentoría con que el empresario Pyme hace de todo. Está involucrado en todas partes de la empresa y, por lo tanto, nadie se atreve a tomar decisiones porque todo hay que preguntárselo a él o a sus socios. Por lo tanto, las decisiones se dilatan, la gente se va desmotivando. Esto significa que es una organización que no está correctamente diseñada. Cuando era pequeña funcionaba bien, pero a medida que fue creciendo comenzó a transformarse en un problema. Entonces, una vez definida la estrategia, tenemos que preguntarnos, ¿tengo la organización adecuada? ¿Cómo son las rutinas al interior de la compañía? ¿Cuáles son los procesos formales e informales de toma de decisiones? ¿Cómo se trasmite la información? ¿Cómo se procesa esta información? ¿Cómo se asignan los recursos a los distintos proyectos? A veces tenemos buenas ideas, sabemos lo que queremos hacer, sin embargo, fallamos en que no somos capaces de comunicárselo a las personas que trabajan dentro de la compañía. Tengo que saber explicarle a las personas dónde queremos estar y cómo vamos a lograr esa meta, explicarles cuáles son sus responsabilidades, cómo los voy a medir y, por ende, la comunicación es importante. Nuestra experiencia nos indica que un alto porcentaje de los empresarios no se preocupan de informar y alinear a las personas con los objetivos de la empresa. Y cuando lo hacen, un alto porcentaje lo hace mal, porque explica con muy pocas palabras. Él cree que quedó todo claro, y después uno le pregunta a la gente y resulta que no comprendieron correctamente. Los empresarios tienen que ser capaces de comunicar, de motivar, de mostrarle a las personas que trabajan en la organización cuál es la estrategia de la compañía, y lograr que todos la comprendan y la hagan suya. En su calidad de gestor, el empresario tiene que lograr mover su organización, desde donde está actualmente hacia donde desea ir, y eso no lo logra solo, lo logra trabajando en equipo, con planes concretos, diseñando y modificando procesos, y con un control de gestión que le permita ir midiendo cómo van avanzando en función de los indicadores y metas propuestos. Respecto a esto último, nuestra experiencia nos muestra que un poco más de un 60% de los empresarios Pyme, no monitorea el avance en cumplimiento de metas. Cuatro de cada cinco empresarios encuestados no tienen definidos indicadores como rentabilidad, percepción de imagen, satisfacción. Los pocos que sí lo tienen no cuentan con ellos oportunamente, por lo tanto, no pueden corregir el rumbo. Con esto, ponemos término a este módulo y los animamos a trabajar en el diseño de la estrategia de sus empresas. Como han podido apreciar, no es un proceso simple. Pero si lo hacen bien, lograrán alcanzar una ventaja competitiva que además será sustentable en el tiempo. A continuación, te invitamos a responder la siguiente pregunta. Gracias. [AUDIO_EN_BLANCO] [AUDIO_EN_BLANCO]