[MUSIC] Hola, buenas a todos, mi nombre es Teresa López Pellisa. Y conmigo analizaremos algunos de los textos que aparecen en las performance, Prácticas suicidas. de Valeria Andrade. Valeria Andrade hace esta serie de prácticas suicidas que ahora analizaremos, es una artista ecuatoriana, nacida en Quito. Es bailarina, está especializada en la disciplina de la danza, aunque también tiene formación ligüística. Literaria y de artes plásticas. Es una performance activista que a través de la danza y el vídeo arte se plantea a los espacios públicos como lugares para llevar a cabo sus happenings e interactuar con la sorpresa del espectador espontáneo. Que termina siendo parte integrante de la performance. Por lo que de algún modo sus obras se convierten en un experimento sociológico en el que el teatro de calle, la performance, el happening y la danza crean un híbrido artístico con una potente carga conceptual. Aquí tenéis a Valeria Andrade, os facilito también el link de su blog donde podréis tener acceso tanto a todos los vídeos de estas performance que también se encuentran en Youtube como a varios de sus textos, artículos, entrevistas y digamos, podréis hacer un seguimiento de todos sus trabajos para ver a dónde va ir yendo en cada momento, etc. Valeria Andrade nos muestra las relaciones que hay entre el arte y la vida. Y más que una representación, lo que nos muestra son vivencias, you que participa con su cuerpo del espacio cotidiano. arte de acción y arte en vivo, sería un poco la idea que nos gustaría que tuvierais en mente cuando veas su trabajo. además utiliza diferentes metodologías, you que veréis que son textos muy lúdicos, hay un gran componente del juego. También veréis cómo es muy importante el contacto directo con la gente y también el humor, es algo imprescindible, el humor y la ironía para toda crítica social y para todo trabajo artístico pues es un componente fundamental del que no carece para nada Valeria Andrade. Prácticas suicidas, además, es un texto que se ha expuesto en numerosos países. Tanto en Quito donde se estrenó y se presentó en el 2006, como en Washington, en Nueva York. en México DF, y también vino aquí a Valencia. estuvo en España Valencia en 2012, en una exposición sobre arte y violencia en América Latina. Aquí podemos ver nueve de los textos que componen prácticas suicidas. "Oiga, qué le pasa pues", "Al vuelo", "Colchón verde", "Cañón de carne", "¿Y ahora?" hacen falta paredes", "Angelita atraviesa bajo la montaña", "El impedimento de la espera o Aguanta mamotreto", "La Torera" y "Transformer". En la dirección electrónica que tenéis abajo, podéis acceder a todos ellos Hoy solamente visualizaremos dos vídeos que comentaremos y analizaremos para entender el trabajo de Valeria. ¿En qué consiste exactamente y qué es lo que vamos a ver? Valeria nos muestra el cuerpo como un objeto vulnerado constantemente. Y se centra en sus experiencias como ser mujer. Sus temas principales son la subjetividad, la moral, los tabúes y la violencia hacia la mujer. Podemos decir que estos temas son el eje fundamental de su trabajo, se trata lo que veremos, de nueve intervenciones urbanas. En las que denuncia y lleva a cabo intervenciones sobre diversas cuestiones que tienen que ver con la representación del cuerpo y el uso del cuerpo en la ciudad de Quito. ¿Cómo viven nuestros cuerpos la ciudad?, la inseguridad, la violencia, los atascos, etcétera. Con estas performance evidencia la intervención del arte en el espacio público cotidiano, se trata de nueve secuencias sobre las prácticas corporales cotidianas como coger el autobús, ir dentro de un autobús, que no es lo mismo que cogerlo y subirse a él, you lo veremos, pasear siendo mujer por la calle, cruzar la calle por un paso de peatones etc. Veremos como todo esto se centra en la representación del suicidio que supone para el sujeto la exposición de su cuerpo al mundo urbano cotidiano. "Prácticas suicidas" se inicia con un manifiesto suicida escrito por Valeria, en él nos dice: Es entonces que retomando la carnavalesca liturgia iniciática de muerte y resurrección, extremos inseparables e imprescindibles, practico la franca desobediencia y liberación de deseo. me apego a la ruptura de las barreras del yo, en la afirmación de una estricta monomanía, e intervengo en el espacio conflictivo, con la voluntad de traspasar líneas con mi propio cuerpo. Retomo hábitos corporales urbanos para saltar el espacio público, y penetrar sin aviso sus traumas en forma de metáfora, juego o queja. Tomándome como un suicida, todos los riesgos, hasta sus últimas consecuencias. Claro, vamos a leer la última parte de nuevo juntos. Retomo hábitos corporales urbanos para asaltar el espacio público y penetrar sin aviso sus tramas en forma de metáfora. Cada uno de los nueve textos que nos proponen prácticas suicidas son esas metáforas que exponen su cuerpo al suicidio. Pero un sucidio al que muchos cuerpos se exponen diariamente, no porque, como nos dice ella, son hábitos corporales, urbanos y cotidianos Aquí tenemos La Torera, un aventura suicida a la que no exponemos en una ciudad que no contempla al peatón, nos dice ella. Vamos a ver el primer vídeo para poder seguir comentando el trabajo. [MUSIC] Espero que os haya gustado este vídeo de La Torera. Donde vemos cómo Valeria Andrade se dedica a sortear el tráfico de la ciudad de Quito. Como protesta ante el poco respeto a las señales de tráfico y a los cuerpos urbanos, a esos peatones que tienen los coches. Nos muestra como viven esos cuerpos el caos de la ciudad. Tácticas suicidas por tanto, son intentos de suicidio como protesta o método para salir del sistema. Un suicidio como salida del sistema para visualizar un malestar. El suicidio como actitud de protesta, es un método que emplean algunas personas. Que se declaran contra algún sector de la sociedad, o régimen imperante, para terminar sus días. Frente a un lugar público, durante un horario donde la concentración de la población sea significativa. Y en presencia de algún medio de comunicación. En el caso de Andrade, hay un vídeo filmado. Donde se refleja también y se plasma su interacción con unos espectadores, que sin saberlo, algunos tardan en darse cuenta. Y sin quererlo, vemos como en algunas ocasiones tapan sus rostros. Forman parte de un espectáculo activista. En el que la performer, expone su cuerpo representando los peligros de la sociedad en la que vive. En algunos casos, podríamos relacionar la exposición de Valeria Andrade desde el punto de vista simbólico, con el suicidio a lo bonzo. you que esta práctica tiene que ver con la desobediencia civil o la acción solidaria. Donde la protesta del suicida, se basa en la aniquilación de su cuerpo en público. Ésta expresión, la de suicidio a lo bonzo proviene del monje budista vietnamita Thich Quang Duc. Que fue el primero en prenderse fuego para protestar contra el primer ministro de Vietnam del Sur en 1963. Aquí en este texto que os incluyo, Valeria Andrade nos explica o nos dice un poco el sentido que tiene su trabajo. Es un texto que puedes encontrar también en su blog. Nos dice, llevé a cabo estas intervenciones porque me apasionan las calles y sus dinámicas, soy militante callejera. Tenía algo concreto que decir a Quito, que iba desde la denuncia y la queja hasta la travesura. Además, quería experimentar con los lenguajes del cuerpo. Fue así como intenté situar la anticipación en nuestro contexto caótico y contradictorio; ante el cual, solo la muerte es una anticipación. Y empecé a trabajar con la idea de muerte en el espacio público. De ahí nace lo "suicida". Realmente es suicida el trabajo que lleva a cabo con la torera. Y ahora veremos otros trabajos en los que veremos cómo experimenta con los lenguajes del cuerpo tal y como dice. Con travesura, de nuevo recuperando el tema del fuego y del sentido del humor en su trabajo. Pero también, y ahí incidiremos y nos centraremos En la denuncia que hace también a través de sus textos. Cañón de carne es el texto en el que sobre todo me centraré. Como vemos hasta ahora, Valeria Andrade ha colocado el sujeto en diversos contextos. Para revelarnos así comportamientos corporales públicos. Como el bajarse y subirse de un autobús, el torear a los coches, cambiarse de ropa dentro de un autobús, etcétera. Utilizando recursos como el humor y el juego. Vemos de esta manera cómo las performan, van cargadas de denuncia social. Aunque quizá, de manera mucho más evidente, en el último texto que vimos hacen falta paredes. En el que alude a esta Santa Marianita de Jesús. Pero, en cañón de carne, es el texto en el que nos gustaría detenernos con tranquilidad para poderlo analizar. Nos encontramos con otro tipo de denuncia. Aquí nos dice: Es el acto de suicidio moral femenino. Schneiderman clasifica la conducta suicida impulsiva en cuatro tipos. Uno, conducta suicida impulsiva, que generalmente se presenta después de una desilusión, de una frustración o de fuertes sentimientos de enojo. Dos, sensación de que la vida no vale la pena, sentimiento que suele resultar de un estado depresivo. Tres, una enfermedad grave, que puede llevar a pensar que no hay otra salida. Cuatro, el intento suicida como medio de comunicación, en donde la persona no desea morir pero quiere comunicar algo por medio del suicidio. Y así cambiar la forma en que es tratada por las personas que le rodean. Bien, este es el texto que encabeza el vídeo "Cañón de carne" que vamos a ver a continuación. Cañón de carne, es vídeo arte. Se trata de un trabajo conceptual, que nos sirve como registro sociológico para cuestionar la morbosidad asociada al cuerpo. Y las estructuras hegemónico patriarcales que representan la corporeidad femenina como pura carne de cañón. Aquí veremos como Valeria Andrade, lleva a cabo un acto de suicidio moral femenino en un sistema patriarcal. En esta intervención urbana de video performance veremos cuán cargado está el lenguaje de violencia. La protagonista camina por la calle acosada por las inquisidoras miradas masculinas. Mientras escuchamos una llamada real al teléfono de la esperanza quiteño. En la que ella dice, uno no puede salir a la calle sin que le estén diciendo porquerías. Vamos a escuchar esa llamada al teléfono de La Esperanza de Quito. >> [NOISE] Aló, buenas tardes. >> ¿Esta es la línea para personas que tienen así como problemas? >> Por favor, cuénteme. >> Sí, no sé, todo el tiempo estoy así bien triste y angustiada. No veo ningún futuro aquí. ¿Usted sabe por quién votar? >> ¿Perdón? >> Yo no sé por quién votar. Igual me siento todo el tiempo como vulnerable, como que todo el tiempo siempre estamos siendo abusados, ¿no? Y de eso no tengo unas, ganas de, de matarme ¿no?, porque... >> ¿Te dan ganas de suicidarte? >> Sí, sí dan ganas, así como, yo no sé por quien votar. Y todo el tiempo los hombres te están diciendo porquerías ¿no? Uno no puede salir a las calles, siempre está acechado por la violencia. ¿Qué va pasar después? No tendrá ganas de matarse. >> A ver, cuénteme a ver. >> Todo el tiempo te están ofendiendo, ¿no?, uno no puede salir a la calle sin que te digan todo el tiempo porquerías. >> Puta madre. >> El otro día me decían, venga mamita le mamo la rajita ¿Saben lo horrible que es eso? >> ¿Cuándo te pasó eso pues? >> Recién hace unos días, te están viendo asquerosamente, morbosamente. Creo que los hombres nunca se dan cuenta, nunca le creen a una, siempre fingen que es una exageración. Pero te sientes cosa, un pedazo de carne. >> ¿No fácilmente? >> Parece que sí y también siempre me ha enojado que traten de ligarme, ¿no? >> Pero ahora ¿qué opinas tú de los hombres? >> Que no hay que esperar nada, ¿cómo puede uno soportar? >> Cada quién es reponsable de caminar. >> Si es que yo camino en la calle me dicen, ven mamita rica. >> [INAUDIBLE] >> Si, me hacen así [SOUND] todo el tiempo. >> ¿Tienes coraje vale? >> A veces, pero me da más miedo es cuando me molestan cuando camino. >> Es que una niña es abusada sexualmente en el tiempo de la niñez. Tiene a poseerse un espíritu que se llama espíritu de seducción. Cada vez que esta persona camina, tiene instintos sólo de seducción. Le ven a uno como que uno fueron objeto sexual. >> Ajá >> Entonces eso se les activa y envían sus bituperios, sus patanadas y toda la cosa. Entonces, hay alternativas que tú puedas estar tranquila, que tú puedas salir a la calle por ejemplo. Si hay como ayudarte. >> O sea, que es como que hubiera un deseo oculto en mi. >> Es justamente válido. >> Y por eso después me dicen cosas. >> Es justamente válido, esa es la verdad. Medítalo, ¿vale? >> Está bien. >> Por favor, gracias por llamarme y sigue adelante, te pido de todo corazón. >> Lo voy a intentar, si. >> Podéis colgar vuestros comentarios sobre este vídeo en el foro. Hemos visto como el vídeo está constituido en torno a la respuesta que le dan cuando Valeria llama al teléfono de La Esperanza. ¿Pero es éste un teléfono de La Esperanza? Vemos cómo este teléfono de La Esperanza está absolutamente arraigado en patrones machistas que culpabilizan a la mujer. En el teléfono de la esperanza le dicen, una niña que es abusada en el tiempo de la niñez, viene a poseer un espíritu, que se llama espíritu de la seducción. Cada vez que esta persona camina, tiene instintos sólo de seducción. ¿Qué le está diciendo este hombre? Le está diciendo a esta mujer que de su cuerpo emana un espíritu de la seducción que la tiene absolutamente poseída. Una mujer que llama al teléfono de La Esperanza con ganas de querer morir. Que sale a la calle exponiéndose a todas esas miradas inquisidoras. Y lo que le pasa, es que está poseída por el espíritu de la seducción. Podréis incluir en el foro vuestros comentarios sobre este pequeño texto del vídeo. En Ecuador, la organización internacional para las migraciones, nos ofrecía el dato en 2012 de que hay más de 80 mil mujeres que sufren algún tipo de abuso. Tanto psicológico, físico o sexual. Por lo que hay 230 casos de violencia de género al día. En España, el Ministerio de Sanidad y Asuntos Sociales e Igualdad, publicó que entre enero y septiembre de 2013, hubo 94031 denuncias por maltrato de género. Sólo en denuncias. Otras cifras son aquellas que incluirían todas las denuncias por maltrato de género y todos aquellos casos que no llegaron a ser denunciados. Pero también encontramos Cañón de Carne en Italia. Donde en 1999 el Tribunal Supremo anuló la condena de un violador porque la víctima llevaba jeans. Todavía hoy en la red podéis consultar el artículo que salió en prácticamente todos los diarios de prensa del mundo. En este caso, el Tribunal Supremo consideró que para que se puedan sustraer unos jean, con la dificultad que ello conlleva, había una colaboración por parte de la víctima. Imaginad, esta mujer que fue violada, llamó al teléfono de La Esperanza del Tribunal Supremo ¿Y qué le contestaron?, pues le contestaron con el espíritu de la seducción. En una entrevista, Valeria Andrade explica su trabajo y nos dice las reflexiones planteadas en los trabajos, se centran en el ser, y en el ser mujer. En mi experiencia en sujeto con género, miro a un lado, miro a otro, me miro a mi misma, y constato la diversidad. Diversidad que se bifurca desde un plano simbólico, desde uno imaginario, un lenguaje, una genealogía propiamente femenina. Hacia mundos interiores marcados por la vivencia de ritmos lunares, hormonales, costumbres íntimas, las cuales me conducen a la noción de la diferencia, al territorio de lo otro. ¿Cómo se siente el cuerpo de Valeria Andrade expuesto en esas calles bajo esas inquisidoras miradas masculinas? ¿Cómo se sienten esos otros cuerpos masculinos expuestos en esa calle? Esa es la experiencia también que quiere mostrar con este texto. Presenciamos por tanto un cuerpo urbano que pasa a ser cuerpo de deseo, y cuerpo de delito. Un registro sociológico de la visión femenina, de sentirse en un cuerpo, ser mujer, para cuestionarse la morbosidad asociada al cuerpo, la doble moral y la hipocresía. El cuerpo es quienes somos, nos representa y se representa. El cuerpo de Valeria Andrade representa el cuerpo de una mujer. Un objeto de deseo al que la llamada de socorro culpabiliza por el hecho de tener un cuerpo de mujer y tener un cuerpo del que emana, le dicen, un deseo incontrolable, por el que está poseída. En Cañón de Carne, Valeria Andrade muestra cómo nos convertimos en un cuerpo bajo la mirada de todos esos hombres que la observan cuando ella camina. ¿Pero ella se siente el cuerpo que ven esos hombres? Meri Torras, en "El delito del cuerpo, De la evidencia del cuerpo al cuerpo en evidencia", nos dice que los cuerpos se constituyen con una suerte de metáfora de la sociedad a la que pertenecen. Por tanto, cabría preguntarse que simboliza el cuerpo de Andrade expuesto en esas calles de Quito, llenas de inquisidoras miradas masculinas. Podréis responder a esta pregunta y a todas aquellas aquellas otras que os hayan surgido tras ver el trabajo de Valeria Andrade en el foro. Muchas gracias.