[MÚSICA] Hola, bienvenidos a este día de lectura del libro de Miquel Missé, Transexualidades, otras miradas posibles. Como sabéis, tenéis como lectura obligatoria de esta unidad, el capítulo central de este libro, que se titula El Impacto de la patologización en la construcción de la subjetividad de las personas trans. Un poco en la línea de la guía de lectura que la presenté en la primera unidad con ese artículo de Meri, lo que voy a tratar de hacer es, señalar cuáles son las principales, digamos operaciones que realiza Missé en su libro y que nos pueden servir para aplicar al resto de temáticas del curso. Por otro lado aprovecho la ocasión para incluir en el Powerpoint algunas citas procedentes del primer capítulo y del último, del cual no disponéis para que podáis contextualizar un poco el capítulo que tenéis como lectura obligatoria y no os perdáis algunos aspectos especialmente importantes de ese primer capítulo y de ese último capítulo. Esta guía de lectura es un poco diferente a las demás porque incluye muchas citas, de hecho este Powerpoint tiene 30 diapositivas. Si me paro a leer cada cita vamos a estar más tiempo con la guía de lectura que con la lectura propiamente dicha. Y como no se trata de esto, voy a limitarme a señalaros porqué he ido escogiendo cada cita, ¿no? Y os voy a dejar para vosotros en casa la lectura tranquila y atenta de cada cita. Es decir que podéis, o bien ir parando el vídeo o bien después bajaros del PDF del Powerpoint y leeros las citas tranquilamente, ¿de acuerdo? Pues, vamos a empezar. Bueno y empezamos, no con una cita de Missé, sino con una cita procedente de un libro de Asun Pié Balaguer que se titula Educación Social y Teoría Queer, de la alteridad o de las disidencias pedagógicas y la he escogido porque me parece que apunta a muchas de las cuestiones que luego plantea Missé y muchas de las cuestiones más interesantes del libro de Miquel Missé. Os podéis sorprender que haya escogido una cita, procedente de un libro sobre educación social y sobre estudios de la discapacidad. Pero lo he hecho a propósito, porque creo que él plantea los planteamientos que estamos viendo aquí y los planteamientos del libro de Missé, a los que nos tiene que hacer pensar es que, pueden aplicarse a cualquier categoría identitaria que socialmente se asocie con la alteridad. O sea de lo que se trata precisamente es de ver cómo los discursos sociales producen la diferencia o producen el binomio normal anormal. Por lo tanto todas aquellas identidades que si sitúen del lado de lo anormal o de lo que se produce o se considera o se lee como anormal, se les va a poder aplicar esta otra forma de lectura o estas otras miradas posibles que nos propone el libro de Missé y como vamos a ver en la siguiente diapositiva, de alguna manera cualquiera de nosotros creo, tiene alguna dimensión de su identidad que puede situarse fuera de la norma o fuera de la normalidad. Por lo tanto de alguna manera estos planteamientos nos conciernen a todos o nos pueden hacer pensar a todos sobre nuestra propia identidad. Bueno, voy a leer la cita y luego comento muy brevemente cuáles son estos aspectos que me permiten enlazarla con el capítulo que tenéis de lectura obligatoria. Dice, si la construcción de la normalidad ha sido el inicio y el final de la construcción de la alteridad, de lo que se trata es de construir esta normalidad y volver a mirar bien aquello que se representa como alteridad deficiente. Se tratará como hacen los Disability Studies, de descolonizar y de construir el aparato de poder y de saber que gira alrededor de lo que se naturaliza como el otro deficiente. En este sentido, la mayoría de discursos que generan exclusión y sumisión se basan en la naturalización. La naturalización consiste en atribuir a la propia naturaleza de las cosas el origen de sus problemas, nos dice Bouamama. Los inmigrantes, los pobres, las pesonas con discapacidad, llevan en sí mismos los propios problemas. Así no hace falta cuestionar los procesos ni las desigualdades sociales. Las causas principales de los problemas están dentro de las personas que los sufren y la resolución de los mismos es una cuestión de signo individual. Precisamente lo que nos plantea Missé es ir a ver cuáles son o a cuestionar los procesos sociales y las desigualdades sociales. Porque el libro de Missé más que en identidades trans, en lo que se centra, es en los discursos que construyen estas identidades trans y en los discursos que las construyen como identidades patológicas identidades anormales. Por lo tanto se sitúa más bien del lado de construcción del binomio normal anormal que del lado más tradicional o más habitual de acercarse a las identidades otras o a las identidades consideradas otras que es precisamente el poner nuestra mirada sobre los sujetos que encarnan esta alteridad y considerar la diferencia como algo que está dentro de esos sujetos y que es una problemática de esos sujetos. Precisamente esto es a lo que, esta cita se refiere como proceso de naturalización o de interiorización de las causas, de las causas, de los conflictos o de las exclusiones que se asocian o que generan estas identidades pero que no están en esas identidades sino en los procesos sociales que nos permiten considerar a estas identidades como identidades otras. umm. Bueno, aparte el libro de Missé como ves, hace mucho énfasis en el concepto de transfobia. Pone el ojo en la transfobia y no tanto en la transexualidad. Identifican la transfobia el conflicto asociado a las identidades trans y no en la transexualidad propiamente dicha. Por lo tanto este concepto de transfobia, podría situarse bajo este concepto paraguas de anormalfobia. Del pánico social a todo aquello que se considera o se lee como anormal, como fuera de la norma. Sin embargo, como os decía y esta también es una propuesta de Missé, como veremos en la próxima cita, como os decía, lo anormal o fuera de la norma seguramente atañe a cualquiera de vosotros en alguna dimensión de vuestra identidad. Estoy segura que no todos sois hombres, que lleváis a cabo o performáis una masculinidad normativa o que os identificáis con una masculinidad normativa. Seguro que no todas sois mujeres que os identificáis con una feminidad normativa. Seguro que no todos y no todas, tenéis unas prácticas amorosas tradicionales que se sitúan dentro de la heterosexualidad. Seguro que algunas y algunos de vosotros, no tenéis un cuerpo estándar o no pertenecéis a la etnia hegemónica en vuestro contexto cultural o vuestro sexo de nacimiento no coincide con vuestro sexto sentido o vuestro género social o no tenéis un poder adquisitivo medio alto, etcétera, etcétera. Es decir, en algún aspecto, estoy segura que, vuestra identidad se puede situar del lado de aquello que socialmente se considera anormal, fuera de la norma, otro. Y en cualquier caso si no es así, lo que sí es cierto, es que estos discursos que construyen el binomio normal anormal, no solo constringen a las identidades que se sitúan bajo digamos la columna de la alteridad, sino que construyen en igual medida y por lo tanto constringen también las identidades que se sitúan dentro de la norma o de la normalidad. Es decir que en cualquier caso esta reflexiones atañen a cualquier persona que tenga una identidad, que tenga una identidad de género, que tenga una identidad asociada a la orientación del deseo, que tenga una identidad asociada a una etnia, etcétera, etcétera. Es decir, absolutamente a cualquiera de nosotros. Por eso, es especialmente interesante, leer el texto de Missé desde su propia propuesta, que se resume al final de esta cita. Dice, sea cual sea la identidad del género de quién lee, sería interesante que lo pudiéramos leer sin pensar constantemente que estamos hablando de los otros, porque el otro eres tú. En alguna dimensión de tu identidad, el otro, la otra edad, la encarnas tú. ¿Y cuáles son digamos estas propuestas conceptuales que nos propone Missé en su libro? Yo he escogido y os quiero señalar 4. Seguramente vosotros podréis encontrar más, pero estas me parecen las más importantes y las más aplicables a otras, a otros temas del curso. La primera, desenfocar a las personas consideradas otras y enfocar al sistema que produce la normalidad, la normatividad, y con ellas las fronteras entre lo normal, lo otro, dentro, fuera. Bueno, un poco en la línea de lo que os he comentado anteriormente, ¿no? Vamos a ver cómo el sistema produce esta diferencia entre normalidad, normatividad, y, o otroriedad o, digamos, marginalidad, o cómo sitúa a los objetos en un espacio fuera del espacio hegemónico social. Esto lo veremos sobre todo en un texto muy interesante de Diana Fuss, que se llama precisamente Dentro fuera. Bueno, segunda operación, revertir el proceso de interiorización de la problemática, del problema individual al problema social. Vamos a dejar como os decía antes, de fijarnos en cuáles son las diferencias encarnadas, o supuestamente encarnadas en los sujetos que se sitúan en estas identidades otras, y vamos a ver cuál es la problemática social que se asocia a estas identidades pero que no proviene de estas identidades sino de nuestra manera de ver y de entender las identidades. Tercer punto, tomar conciencia del protagonismo del vínculo entre poder saber y de la naturalización como principal mecanismo para mantener el status quo. Vamos a ver cómo ciertos discursos y precisamente los discursos de la interiorización de las causas y de la naturalización, que en el caso de las identidades trans tiene que ver por supuesto con la patologización, con la consideración de la transexualidad como una patología que se inscribe en el cuerpo, vamos a ver cómo estos discursos son unos discursos de saber, que tienen, perdón de saber, de saber y de poder que tienen, o que se asocian o se vinculan con la autoridad y con el desagenciamiento, es decir con el restar posibilidad de acción a los sujetos, sobre, o a los que se aplica estos discursos, ¿no?, o cuyas identidades tratan de explicarse a partir de estos discursos. Bueno, tercer punto, cuarto punto, frente a la consideración de las identidades como naturales, analizar la incidencia de los discursos en la construcción de las subjetividades y situar el discurso hegemónico como un discurso entre otros, es decir, lo estamos viendo a lo largo de todo el curso, las identidades están siempre en construcción y más que con la naturaleza, tienen que ver precisamente con los discursos sociales, ¿no? Lo que hace Michele en su libro, y lo veremos, es cómo ese discurso de la enfermedad mental y ese discurso de la patologización contribuyen a la construcción o incide en la construcción de la subjetividad de las personas trans, y cómo proponer discursos alternativos posibilitaría una construcción también alternativa y tal vez más feliz de estas subjetividades. Para ello, es necesario que nos demos cuenta de que ese discurso que se presenta como un discurso de saber, es decir, un discurso asociado con la verdad, en este caso el discurso de la medicina y el discurso psiquiátrico, es un discurso entre otros, es decir, está también atravesado por sus propios prejuicios, por sus propias digamos creencias, etcétera, etcétera. Y por lo tanto no necesariamente es el discurso de la verdad, sino un discurso entre otros discursos posibles. Bueno, seguimos. Vamos a ver ahora cómo Mise plantea estas operaciones. En el primer caso, ¿no?, desenfocar a las personas consideradas otras y enfocar el sistema que produce la normalidad y la normatividad. Bueno, el libro o el título del libro you nos lo dice, se trata de cambiar la mirada, ¿no? De plantear otras miradas posibles y plantear otras miradas posibles implica hacerse preguntas distintas, como por ejemplo pasar de la pregunta del por qué de la transexualidad como decía antes, a la pregunta del por qué de la transfobia y cómo se vincula la transfobia con el discurso patologizador. Frente al discurso patologizador y en general frente a los discursos normalizadores o normalofóbicos, que leen la diferencia como un error en el cuerpo, tal vez debamos nos propone Mise, poner la atención sobre los códigos que atraviesan nuestra mirada sobre los cuerpos y los discursos de poder saber que los producen, otra vez estamos mirando sin mirar como veremos de aquel momento, es decir, mirando de qué está hecha nuestra propia mirada. Para hacer este cambio de mirada, como os decía antes, en primer lugar tenemos que dejar de mirar las identidades o los sujetos que encarnan estas identidades para empezar a mirar cómo funciona, cuál es el funcionamiento social que la sustenta. Nos dice Mise, este funcionamiento social se basa en el sistema heteropatriarcal, ¿y en qué se basa o en qué consiste el sistema heteropatriarcal? Precisamente en una división binómica de los sexos, solo hay 2 sexos, masculino y femenino, y son como dice en la cita exclusivos y excluyentes, por otro lado se basa en la superioridad masculina y se basa finalmente en la heterosexualidad obligatoria. Mise lo dice en otras palabras, pero podemos you introducir este término de Adrianne Ritz. El cambio de mirada implica también como os decía antes atender a cómo está construida la propia mirada. En este caso nos dice Mise el error, insisto, no está en el cuerpo, no está en el cuerpo de las personas trans, sino en cómo miramos ese cuerpo, en los códigos de lectura que atraviesan nuestra mirada. Y no solo la mirada digamos, de los demás, ¿no? De aquellas personas que no se consideran, no se identifican, no encarnan la transexualidad, sino en cómo en los códigos que atraviesa la propia mirada de las personas trans sobre su propia realidad o sus propios cuerpos. Esto Mise va a ser mucha incidencia, esta mirada no es tampoco una mirada digamos ajena, por supuesto, a los códigos culturales, sino que está absolutamente atravesada por ellos, ¿no? Y de ahí un concepto también muy interesante que encontraréis en el capítulo que es el concepto de auto odio, ¿no? Como se interioriza cierto discurso, cierto discurso que nos considera otros, que nos considera anormales y cómo eso hace que nos percibamos a nosotros mismos desde la fobia. Finalmente este cambio de mirada implica también un cambio de óptica y un cambio de preguntas, como os decía, y nos lleva a situar el conflicto en un lugar, o el conflicto social, en un lugar muy diferente al que habitualmente o en el que habitualmente se sitúa, y le leo un trozo, un fragmento de esta cita. Dice, es el conflicto individual de haber nacido en este cuerpo, en este cuerpo trans, en este cuerpo supuestamente erróneo según el discurso patologizador, es el conflicto individual de haber nacido en este cuerpo o es el conflicto social de cómo abordar este fenómeno. Por un momento, podríamos cambiar de óptica y pensar que la disputa que genera el hecho trans en nuestra cultura es la transfobia, es decir, que no se trata de la existencia de las personas trans sino del rechazo que generan. Como es lo que os comentaba antes, vamos a atender no a la problemática inherente, a la supuesta problemática inherente, a las identidades trans, sino vamos a atender a la transfobia como el verdadero problema que tenemos que solventar, que tenemos que solucionar, o del que nos tenemos que ocupar. Si dejamos de ubicar el problema o el conflicto en el cuerpo individual, como se plantea en la primera cita, y empezamos a ubicarlo en el cuerpo social, you no se tratará de digamos modificar el cuerpo individual, sino de modificar el cuerpo social. Y como dice Mise esto no se hace en los quirófanos, leo este fragmento que me parece especialmente interesante de la segunda cita. Dice, la transfobia no se combate en los quirófanos haciendo leíbles los cuerpos de las personas trans, es decir, como os decía antes, normalizándolos, haciéndolos normativos, haciéndolos inteligibles, adecuándolos a los códigos hegemónicos o a los códigos normativos. Sigo, la transfobia no se combate en los quirófanos haciendo leíbles los cuerpos de las personas trans sino educando la mirada del otro ante la diversidad de cuerpos y géneros existentes. Lo que ocurre es que este discurso que pretende solucionar el problema en los quirófanos porque ubica el conflicto en el cuerpo individual, es un discurso de poder saber como decíamos antes, ¿no? Y es un discurso que se asocia con la verdad y que se presenta como el discurso hegemónico. En el primer capítulo de su libro, Mise nos explica una anécdota que ilustra perfectamente el funcionamiento de este discurso de saber poder, y las consecuencias que tiene sobre las personas trans, sobre todo el lugar en el que la sitúa. Aquí teneis la cita de donde se relata esta anécdota, la leéis tranquilamente en casa, pero os pongo un poco en contexto. Todo esto sucede cuando Michel Mise es invitado Para participar en una mesa redonda junto a otras personas trans, para debatir acerca de la, de la transexualidad. Bueno, las personas, las otras personas hacen sus intervenciones, él hace su intervención que evidentemente se sitúa en un punto totalmente alejado del discurso médico, y cuando Miquel termina su intervención, una persona al fondo de la sala levanta la mano. Esa persona es su propia psiquiatra, la psiquiatra de las otras personas trans que están en la mesa, y hace una intervención defendiendo pues todo el discurso médico. ¿Qué ocurre con esto? Me parece que Missé lo, lo explica muy bien, o lo resume muy bien, en una frase que encontráis en la mitad de esta segunda cita. Dice, yo dejé de ser una activista para pasar a ser un paciente y ella la especialista en transexualidad. Creo que todo se juega en este cambio de posición, en este cambio de posición digamos obligado o que tiene que ver con, con un discurso ajeno, ¿no? Desde la posición de activista que tiene que ver con la acción evidentemente, con la posibilidad de hablar, es decir con, con el ejercicio de la palabra, y con la transformación, ¿no? Con la transformación de la voluntad de transformación de la realidad y también de las palabras. Pasamos de esta posición a una posición de paciente, en una posición, y lo, lo véis en esta diapositiva, en esa sí, otra diapositiva, una posición que no tiene nada que ver con la autoridad y que no tiene que ver nada con la agencia; que no tiene nada que ver con la posibilidad de hablar porque, o de autodefinirse, porque esta posibilidad o esta autodefinición está a cargo del médico, y que no tiene nada que ver con la posibilidad de acción, sino con un papel absolutamente paciente o pasivo, ¿sí? Digamos que esta es la consecuencia de que el discurso médico se presente como un discurso de verdad y como un discurso, por tanto, dotado de autoridad. Se trata también pues de una cuestión de discursos del lugar que se da a estos discursos, de una cuestión de lenguaje, y ahora lo veremos de una cuestión, de una cuestión de narrativas, de qué clase de narrativas se proporciona a las personas para construirse. Y lo vemos con las siguientes citas que sienten, que introducen you la cuarta operación que realizan, o sea digamos que estamos tratando de aplicar cuando hablamos de identidades en este curso. Esta cuarta operación consiste en la, dejar de considerar las identidades como algo que tiene que ver con el orden de lo natural, y empezar a considerarlas o continuar considerándolas, porque you llevamos tiempo haciéndolo en este curso, como identidades en construcción, y que se construyen en diálogo con las narrativas y los discursos que tenemos disponibles. Esto digamos es la primera parte de esta, de esta, de este cuarto punto, ¿sí? La segunda parte, como nos comentaba al principio del vídeo, tiene que ver con considerar que aquél discurso que se presenta como un discurso único, un discurso de verdad, también está atravesado por una serie de, de prejuicios y de creencias. Vamos a ver ahora cómo lo presenta Missé en, en, en su libro. En primer lugar, nos explica de qué modo el discurso médico, precisamente porque es el único discurso que se presenta, llega a ser interiorizado por parte de las personas trans, ¿no? Esto no permite reflexionar sobre que todos necesitamos discursos para, para explicarnos, y ese es el que habitualmente, el discurso con el que habitualmente se encuentran las, las personas trans. Y se lo explica en esta, en esta otra cita de un modo muy, muy claro. Dice, a base de repetir una y mil veces cómo tiene y no tiene que ser una persona transexual, muchas de ellas, sobre todo las más jóvenes, han incorporado los discursos médicos para definirse y explicarse a sí mismas. Miquel Missé insiste en mucho, y muy oportunamente en su libro, en que el problema del discurso médico no es que no sea un discurso válido, porque de hecho primero ha servido para desarrollar toda una serie de tecnologías que han permitido acceder a, a muchas personas trans que así lo desean, a cambiar sus propios cuerpos, ¿no? Por un lado, esto. Por el otro lado, constituye pues una de las formas de explicar la propia identidad, una narrativo que si una, si uno o una escoge es una, una narrativa tan válida como cualquier otra. Por lo tanto, el problema no radica en el, en el propio discurso médico o en el propio discurso patologizador, sino en que se presenta como el único discurso posible, ¿no? Y esto lo vemos muy claramente, nos explica Missé, en precisamente las representaciones culturales de la transexualidad. Porque como se trasmiten estos discursos que nos permiten, o con los que tenemos que dialogar, cuando nos estamos construyendo como sujetos, como sujetos en el género, o como sujetos en la sexualidad. Lo estamos viendo a lo largo de todo el curso, de hecho es el tema del curso, ¿no? Precisamente se trasmiten a través de las representaciones culturales, a través de, de los más media y, y a través en general de los productos culturales. Missé nos pone entre otros ejemplos, el ejemplo de la película Transamérica, y el, y el ejemplo de la película Boy's Don't Cry, ¿no? En ambos nos explica es precisamente el discurso médico el que estructura la narrativa identitaria de los protagonistas. Sería cuestión para Missé de poder encontrar otras alternativas, ¿no? Porque considera, y estoy absolutamente de acuerdo, el hecho de presentar solo esta alternativa, que además se presenta como la alternativa verdadera, constituye de algún modo un acto de violencia simbólica. Por lo tanto, con lo que nos tenemos que quedar, y paso a la siguiente diapositiva, la siguiente cita, no es con la, digamos, invalidez del, del discurso médico, sino de que con, con el hecho de que precisamente se presenta como el único discurso posible, ¿no? Nos dice Missé que a diferencia de otros discursos trans, el médico se presenta como discurso oficial y hegemónico sobre la transexualidad, negando así otras posibilidades. Frente a esto, de lo que se, de lo que se trataría es de, como os decía, darnos cuenta de que el discurso médico es un discurso entre otros, ¿no? Y de que podemos presentar discursos alternativos, a partir de los cuales construir nuestras propias identidades y, o que ofrecer a las personas trans para que construyan sus subjetividades. Y en ese sentido, me gustaría acabar con una, con una cita de Missé, y esta sí que la voy a leer, que nos, nos, nos invita digamos, a situar la mirada y a situar el lugar de enunciación, pero nos recuerda, es decir de situar, nos invita a pensar que toda mirada o todo lugar de enunciación son lugares situados, es decir condicionales, ¿no? Por los discursos que envuelven ese, esos lugares o, o, o ese posicionamiento desde el cual se mira y desde el cual, y desde el cual se anuncia. Pero es importante que situemos todas las miradas y todos los lugares de enunciación. Lo váis a ver claramente con esta cita. Dice, la reflexión personal que presenta en el siguiente apartado está sin duda influenciada por el hecho de que yo mismo he vivido durante años las terapias de las que hablo y, por lo tanto, mi visión de estos procesos está atravesada por esta experiencia, así como por muchas otras. A menudo, oímos que las voces de los que hemos vivido estas terapias estaban demasiado condicionadas por la propia vivencia como para jugar un papel decisivo en este debate. Por eso, aprovecho para recordar que los psiquiatras que hasta ahora han decidido sobre nuestros futuros están atravesados por su perspectiva médica, y eso no les ha deslegitimado nunca; al contrario, han jugado y juegan todavía el papel de expertos. De esta manera, Missé nos viene a recordar que su psiquiatra al levantar la mano y al defender su discurso médico como un discurso de verdad y de objetividad, también estaba atravesada por una perspectiva, es decir no jugada, en lugar evidentemente de la objetividad absoluta sino una mirada, un, un, un lugar concreto desde el qué mirar, y desde el cual se pueden ver determinadas cosas, pero no otras, ¿no? Bueno. Y con esta, digamos, re-situación de los discursos, os dejo. Hasta la próxima ocasión. Pues muchas gracias, y hasta la próxima. [AUDIO EN BLANCO]