Quisiera que viéramos ahora 2 escenas que he querido poner sobre la mesa, algunas de las cuestiones más interesantes de esta película en relación a este curso, ¿no? Y algunas de las cuestiones que you he ido señalando. Antes, sin embargo, quisiera remarcar que hay un aspecto muy interesante de la película que es el hecho de subvertir, digamos, el funcionamiento tradicional de las narrativas en torno al deseo femenino en el ámbito cinematográfico, convirtiendo a la protagonista en, digamos, sujeto de deseo, ¿no? Constantemente mediante la focalización, el uso de, la focalización mediante el uso de la cámara y del punto de vista, ¿no? Pero bueno, aparte de esto quisiera remarcar, ¿no?, que es una película que lo que nos plantea es, digamos, los posibles caminos del deseo y qué ocurre cuando nuestro deseo va más allá de los caminos marcados o de los caminos respecto a los cuales tenemos, precisamente, algún tipo de narrativa que nos ayude a transitarlos, ¿no? Y la necesidad, entonces, de buscar caminos relativamente propios o de reescribir esos caminos you existentes, ¿no? Es significativo, en este sentido, que la película se estructure mediante diversos capítulos, ¿no?, algunos de los cuales tienen precisamente nombres que se refieren a esta espacialidad, ¿no? El buen camino, las escaladitas del pecado, el pasillo limpio y recto, ¿no? Vamos a ver cómo la protagonista, perdón, transita por, transita y reescribe estos caminos, ¿no? En las escenas que veremos a continuación, nos encontramos también con esta reescritura, con esta parodia del discurso bíblico y también con una reflexión, que es lo que más nos interesa, en torno a las categorías de orientación, hetero, lesbiana, bisexual, ¿no? Veremos después cómo todos estos productos, que tienen que ver con Joven y alocada, se resisten a la categorización. ¿De acuerdo? Lo vamos a ver luego, pero sí que quiero que, en estas escenas, mediante la parábola, sobretodo, del pino y del queso y la que vamos a ver a continuación, veamos cómo se plantea, digamos, esta imposibilidad de encasillar el deseo, ¿no? El punto en el que se sitúan esas escenas es cuando la protagonista ha iniciado you una relación sexual, amorosa, con un compañero, por un lado, y simultáneamente con una compañera, ¿no? Nos hablan estas escenas de la confusión, pero no tanto de la confusión en relación a la identidad, sino de la confusión en relación a la ausencia de narrativas mediante las cuales vivir, no solo la bisexualidad, si queréis, o no solo la imposibilidad de encasillar el propio deseo en las categorías establecidas, sino también, por ejemplo, el discurso de la exclusividad o el discurso de la monogamia. ¿Sí?, bueno, vamos allá. >> El otro día escuché a un señor decir que creía que a otro señor le gustaban los hombres y las mujeres. Decía esto, le gustan las de pino y las de queso. Quise preguntarle, ¿Y quién sería el pino? ¿Quién sería el queso? Pero se bajó de la micro. Entonces pensé, haré la parábola del pino y del queso. Acá va. 1. Fornicación con ella. 2. Fornicación con él. 3. Fornicación con ella. 4. Fornicación con él. 5. Fornicación con ella. 6. Fornicación con él. 7. Amor con ella. 8. Amor con él. you. Sí sé. De nuevo una parábola. Pero tengo poco tiempo y, a diferencia de Jesús, yo nunca podré enseñar nada. [RUIDO] >> Atentos todos. Listos para grabar. 3, 2, 1, al aire. >> Hola amigos. Bienvenidos a su programa ricos en Cristo. En el día de hoy tenemos dos pequeños concursantes, nuestro participante número 1, Leo, viene de la iglesia bautista de Moñoa. Nuestro segundo participante Vicente, viene de la iglesia misionera cristiana. Chicos, saluden por favor. Vamos entonces con nuestra primera pregunta. Complete el versículo, porque de tal manera amó Dios al mundo. >> Ha creado a su hijo primogénito para que todo aquél que crea no se pierda más tenga vida eterna. >> Ha creado su hijo primogénito para que todo aquél que crea >> no se pierda, más, tenga vida eterna. >> Gané. >> Excelente Leo, muy bien. Vamos entonces con nuestra segunda pregunta. Dice así, atención. >> Hoy no hay parábola ni metáfora ni comparación, ni reescritura bíblica ni nada porque estoy hasta el pico con pichula con tula, perdón, perdón. Todos los días viendo a pino y a queso. Ando con la confusión y ni sé si quiero escribir, pero escribo. No sé por qué escribo, quizá es mejor si hablo de la biblia. Una vez Pablo en Corintios dijo, si no tengo amor nada soy, nada soy, si no tengo amor vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. [SONIDO] [RISAS] [RISAS] Y yo quiero preguntarle a Pablo, a Dios, a madre, a algún posteador, a alguien, ¿qué pasa si tengo demasiado amor, qué pasa si me gustan 2, si amo a 2, si me gusta hacer cosas cochinas con los 2? ¿Es mejor que no tener amor? ¿Qué chucha pasa Pablo, madre, Dios, posteador? ¿Pasa que nada soy, menos que nada soy? [AUDIO EN BLANCO] [AUDIO EN BLANCO] >> Pecado. >> Madre dice que lo del pecado es una cuestión escalada. Dice, >> Enemigo. >> cuando le abres la puerta al enemigo, él entra. Podría decir que yo he subido, aunque lo más correcto es bajado considerando que el ingenuo no está arriba, las escaleritas del pecado. En un principio yo decía, jamás culearía antes del matrimonio. you, nunca dije eso. Pero sí decía, jamás pondría el gorrito, cuando gorrito, hice listas infinitas de etcéteras pero siempre siempre supe cuando bajaba un peldaño y otro peldaño. Y el problema es éste, nunca dije jamás estaría con 2 personas, nunca supe que de pronto sería no pasito peldaño pasito peldaño, y sí porrazo, porrazo. Y ahora digo, Dios, quiero caminar por un pasillo limpio y recto, y eso, recto, ¿o no? >> Como no quiero desvelar por completo el final de la película, no os voy a poner más escenas ni os voy a revelar digamos qué ocurre con esta relación simultánea. Pero sí quisiera recuperar el último, la última intervención de la protagonista en la película, que se recoge también en el libro Joven y alocada. Vamos a leerlo y luego lo comentamos, dice, lo dijo Pablo en Corintios, cuando yo era niño, juzgaba como niño, hablaba como niño, pensaba como niño, bla bla bla como niño. Más cuando fui hombre dejé lo que era de niño. Lo digo yo en ninguna parte, cuando yo era niña, pensaba como niña, juzgaba como niña. Ahora que soy no niña, no he dejado nada, y no me importa porque no sé si creo en la felicidars, ni en la calma ni en la madurasound, ni en no sé qué. Solo creo en estar perdida. Amén y amén y amén. Bueno, esta renegación del estar perdida tendrá que ver con esta resistencia que os comentaba anteriormente en la asunción de una categoría identitaria, cerrada en relación al deseo que está planteando no solo la película sino también los otros productos que surgen alrededor de la película o del libro, las intervenciones mediáticas que os comentaba anteriormente, ¿no? Una resistencia que podemos observar también en la reescritura, you ahora no de este discurso bíblico, evangélico, sino de otro discurso normativo que es del que nos hemos estado ocupando a lo largo de este curso y especialmente a lo largo de esta unidad, que es el discurso en relación a las categorías del deseo, ¿no? Fijaros en el siguiente fragmento del libro Joven y alocada, lo leo. Dice, la psicóloga de Hugo Rueda dice que hay que saber si uno es radicalmente gay o radicalmente hetero a más tardar a los 21 años. tengo 20, quedan meses para que cumpla 21 y voy a la velocidad de un pudú, directo hacia la no claridad. Como mucha gente de mi generación de literatura, entro en la carrera siendo hétero y salgo cola. Simplificación para no decir que siempre tuve la homosexualidad en mi corazón. Leo una entrevista en que la Javiera Mena dice que se dio cuenta de que era lesbos como en kinder. Chucha pienso, y trato de escarbar alguna antigua colitud en mi. Me siento como historiador que busca los antecedentes del renacimiento en la baja edad media y dice, por esto por esto y por esto, este periodo se llamará protorrenacimiento. Hay algo anacrónico en el gesto y no pude evitar pensar en mi propio impulso al reconstruir una etapa protolesbos. El choro contra choro que hacía con N a los 9 años lo dejo fuera. No soy buena historiadora de mi misma y tal pienso que eso está en la etapa del sexo antes del sexo. No soy buena historiadora de nada y creo que prefiero darle un origen mítico a mis impulsos tortilleriles. Vemos aquí pues cómo se reescribe, cómo se parodia, cómo se pone en duda este discurso tradicional digamos, o normativo en relación a las categorías de orientación del deseo, ¿no? En la pureza de esas categorías, ¿no? En la necesidad de saber, de situarse de una manera estable y de una manera definitiva en un lugar o en otro de responder a esa interpelación binaria, también, que constituyen el binomio hetero homo, ¿no? Vemos también cómo se parodia esta necesidad de realizar una relectura del propio pasado en relación a esta supuesta identidad estable a la que se ha alcanzado, ¿no? Y vemos también cómo se pone de nuevo en duda o se problematiza el discurso de verdad a través de esta figura de la historiadora, ¿no? Que se rechaza como la figura paradigmática de la, del libro joven y alocada, ¿no? Camila Gutiérrez no es una historiadora de sí misma porque no busca digamos reconstruir una verdad sino generar una ficción de identidad que en definitiva tiene que ver con la ficción de identidad que constantemente generamos todos sobre nosotros mismo en, digamos, coautoría con los demás y con los discursos como you he insistido en numerosas ocasiones. De la constante interpelación social que nos obliga a situarnos en el espacio homo o en el espacio hetero de un modo digamos estable, nos habla también estas dos citas, una extraída de joven alocada y la otra de una entrevista a Camila Gutiérrez. Vamos a leerla. Dice, a veces me invitan a la tele con Marialy, la directora. Ahí entreno mi segunda convicción, soy gay, con muchas lesbopreguntas, ¿cuándo te diste cuenta de que eras lesbiana? ¿Cómo es ser lesbiana en Chile? ¿Sigue siendo discriminadora la sociedad chilena? No solo tengo que tener la seguridad de ser cola, sino que también la de las respuestas para preguntas que no tengo ni pichula idea. Fijaros en la segunda cita que parece muy interesante respecto a la normatividad de la que hemos estado hablando a lo largo de toda la unidad, dice, igual pasa que mucha gente heterosexual y gay, tiene rollos con los bisexuales porque piensan que son una suerte de impostores, si eres hombre bisexual tienden a pensar que eres gay encubierto, y si eres mujer bisexual tienden a pensar que estás viviendo una etapa loquilla que se te va a pasar. Todo eso al final tiene que ver con estar permanentemente encasillando la orientación sexual y eso me da una lata infinita. Al final es como que hubiera muchos closets posibles y todos igualmente agotadores. Me interesa mucho esta idea de los múltiples closets, los múltiples closets que generan los discursos normativos, que entienden la identidad de esta manera estable y pura y excluyente que hemos ido analizando a lo largo de la unidad. Lo que me interesa muchísimo tambié de este personaje, del personaje de la película, del personaje del libro y del personaje mediático es que esta digamos resistencia, al encasillamiento que no pasa siempre por negar la inscripción a la categoría homosexual porque muchas veces para por una autodefinición como gay, como lesbiana, otras veces por una definición como bisexual, es decir hay un tránsito entre estas categorías, ¿no? Pero en cualquier caso esa resistencia no implica a digamos la negación de la necesidad de la reivindicación, todo lo contrario, es una resistencia que a pesar de no digamos enarbolar la pertenencia a la categoría homosexual, implica un activismo y una visibilización y una reivindicación constante de la necesidad de dar un espacio central a los deseos no normativos digamos. ¿No? Esto lo podemos ver entre muchos ejemplos que podeis encontrar en entrevistas, en declaraciones como de Camila Gutiérrez como de Marialy Rivas, lo podemos ver en este fragmento extraído de un pequeño artículo de un blog en el que intervino joven y alocada en algunas ocasiones, en el magazine The Clinic, ¿no? Os sitúo, esa intervención en el blog titulada no quiero que ores por mi la escribió Camila Gutiérrez con motivo del asesinato homofóbico de un adolescente Daniel Zamudio, ¿de acuerdo? Respecto a esto entre muchísimas otras cosas, Camila Gutiérrez nos dice lo siguiente, dice, odio cualquier frase que empiece con la vida, pero la vida tiene sincronías raras. Eso pienso cuando sé lo de Daniel Zamudio. Lo pienso en colores, si su muerte hace que se hable de ciertas desde un hecho negro, joven y alocada lo hace o me gustaría que lo hiciera desde un lugar fucsia. La muerte de Daniel Zamudio coincidió con el estreno de joven y alocada, y me interesa cómo Camila Gutiérrez subraya el caracter profundamente político y profundamente reivindicativo de esta película, un caracter político y reivindicativo que se hace desde el fucsia, desde lo lúdico, desde la parodia pero que no por eso digamos es un espacio menos legítimo, ¿no? Para esta intervención política por este trabajo de activismo y de visibilización y de deconstrucción de todos estos discursos normalizadores que hemos ido viendo. Bueno, pues espero que estas reflexiones en torno a joven y alocada, en torno a los diferentes productos de joven y alocada, os haya despertado la curiosidad, que tengáis ganas de ver la película, de buscar el libro, que podeis encontrar fácilmente por internet, pues lo podeis descargar y que en fin, que os haya ayudado a acabar de reflexionar sobre todo lo que hemos ido viendo desde un punto de vista teórico en los vídeos anteriores. Muchísimas gracias. Adiós. [AUDIO EN BLANCO]