[MUSIC] Identidades trans, trayectorias de la transexualidad. Hemos querido, siguiendo la tendencia de todo este bloque y del curso en general, pluralizar porque consideramos que hay multiplicidad de formas de vivir la identidad trans. Queremos dar voz como veremos a lo largo de este tercer bloque a diferentes personas trans. Que viven su transexualidad de un modo distinto. Desde el grupo cuerpo y textualidad. No nos decantamos por ninguna de ellas, sino que simplemente queremos subrayar que hay una pluralidad y diferentes formas de vivir esta identidad, y las damos a conocer. Cuando hablamos de la transexualidad, desde el punto de vista de la sociedad, de una ruptura entre la correspondencia del concepto de sexo y género. Como you estudiamos, en el primer bloque de esta segunda unidad, a un sexo asignado. Le correspondía la representación o la interpretación social de determinado género. Entonces hay una ruptura en las identidades transexuales entre este sexo asignado, que puede ser hombre o mujer. Y el género en el que uno quiere o una quiere socializarse, para simplificarlo. Y para que nos entendamos. Se trataría de que a un sexo asignado, dicotómico, como vimos, sea hombre o mujer. Esta persona en cuestión querría socializarse en el género opuesto en el que supuestamente le corresponde por el sexo asignado en su cuerpo. Cuando hablamos de la identidad, que you lo hemos hecho en la primera unidad de una manera tangencial, y profundizaremos mucho más en la cuarta unidad de este curso. Cuando hablemos de identidad, en realidad estamos hablando de identidad de género. Porque si una persona no se reconoce en ninguno de los dos géneros establecidos, sea el masculino o el femenino, socialmente no se le reconoce una identidad. Es decir, una persona no puede vivir en tránsito. Sí que puede, pero no se le es reconocido socialmente o en la frontera que existe entre los dos géneros, porque esa ambigüedad, socialmente, no es interpretable y no es admitida o asumida. De ahí que tengan sentido los activismos que veremos a continuación. Pues bien. Cuando hablamos por tanto de identidad, se está hablando en todo momento de identidad de género. Y el cuerpo es el referente de nuestra identidad, porque en función de los supuestos atributos que you deconstruiremos este sentido del atributo corporal. Según los supuestos atributos y la forma de entender el sexo de una manera simplificadora, como vimos en el primer bloque de esta segunda unidad. El sexo se suele comprender como el sexo genital y no se consideran otros factores que también intervienen a la hora de determinar el sexo de una persona. Porque yo daría como resultado una ambigüedad que socialmente, insisto en ello, no es admitida o no es aceptada. [NOISE] El cuerpo, por tanto, es el referente de nuestra identidad. Si un cuerpo no es socialmente reconocido como un sujeto de pleno derecho, y me estoy refiriendo a las personas transexuales, que la transexualidad sigue siendo considerada una enfermedad mental. Y así está diagnosticada, por tanto hay un contexto normativo que no reconoce a estas personas como sujetos de pleno derecho, los deja en un afuera. El contexto normativo, lo voy a representar de este modo, reconoce a una serie de sujetos que sí representan la correspondencia entre sexo y género. Al sexo macho, hembra como se suele decir, le correspondería un género, este es el sexo y este es el género masculino y femenino. ¿Qué sucede con las identidades trans?, que se situarían en un afuera del contexto normativo, ¿por qué esta correspondencia queda rota? ¿En qué sentido?, en que a los genitales, entendiendo el sexo como órgano genital masculino, quisiera, esa persona, vivir en el género femenino, de ahí que una posible trayectoria de la transexualidad. Sobre todo la que viene exigida por el contexto sociocultural es la de corregir el cuerpo, porque a determinado género le tiene que corresponder un cuerpo sexuado de acuerdo a este género. De ahí que Judith Butler repita e insista que toda identidad en realidad es una identidad de género. Porque si socialmente no vives en un género reconocido, la sociedad no te reconoce tu propia identidad, no la acepta. Aquí estarían las personas transexuales o las identidades trans, las personas transgénero y las personas intersexuales. A las que se sigue considerando como enfermas mentales, es decir, quedan en el afuera del contexto sociocultural. Para ilustrar esta voluntad de vivir en tránsito. He elegido una reflexión, aquí la he puesto en forma de verso, aunque en realidad el texto de María Lugones está en prosa, si lo conocéis se trata de este artículo "Pureza, Impureza y Separación". Que juega justamente con el lenguaje y que mezcla varios idiomas como el inglés y el español para ilustrar esta ambigüedad que tienen en este caso las personas mestizas que viven en la frontera entre Estados Unidos y México. A raíz de este artículo y reflexión sobre la frontera, se podría aplicar también a la voluntad que tienen las personas o algunas personas transexuales de vivir en tránsito. Transexuales o transgénero. Lo voy a leer, "si algo o alguien no es ni esto/ni lo otro, sino un poco de los dos, pero no del todo. Si algo está en medio de esto o lo otro, si es ambiguo con relación a la clasificación convencional de las cosas. Si es mestiza, si amenaza con su misma ambigüedad la ordenación del sistema, de la realidad esquemática. Si dada su ambigüedad dentro del orden unívoco, es anómalo, desviado- y acá van puntos suspensivos para dejarlo en suspenso. Creemos que esta cita es muy conveniente para ilustrar la sensación que puede tener una persona que quiera vivir en tránsito. Y que pueda, por ejemplo, como se dice aquí, participar de los dos géneros, no es ni esto/ni lo otro. Es decir, no pertenece al género masculino o al femenino, sino que quiere participar de los dos. De ahí que haya, por ejemplo, uno de los grupos activistas [SOUND] más transgresores del año 99, que fue la Guerrilla Travolaka. [SOUND] Que hablaba de ni hombres ni mujeres y que después le hicieron una acción donde no se hablaba de disforia de género. [SOUND] Que es como se diagnostica o bajo el nombre en que se diagnostica esta enfermedad mental, sino que se hablará de euforia porque se participa y se vive de los dos géneros, ¿de acuerdo? Bien, vamos a continuar, ¿cuál es la representación, mayoritariamente, de estas trayectorias transexuales en los medios de comunicación? Hay una pluralidad, se le da voz a ciertos activismos o a ciertas personas transexuales que quieran vivir en tránsito en la frontera. Y que apuesten, no tanto por apropiarse del discurso de la enfermedad y asumirlo como propio. Sino girar, invertirlo, subvertirlo y lanzar todas esas preguntas a la sociedad. Damos a todo el mundo la representación más de los medios de comunicación, podemos contestar con un rotundo no. [SOUND] La representación que se hace de la transexualidad en los medios de comunicación es unívoca. Desde aquí vamos a leer un extracto de un artículo de Lucía Sánchez Mellado, "Quiero mi sexo" que apareció en el periódico de El País. Y os recomendamos, con este enlace, que visualicéis el vídeo adjunto al reportaje que se hizo, que lo tenéis publicado en la web, que aquí no me voy a detener en él. Pero es muy recomendable y sería muy interesante que lo vieráis por la sencilla razón de ver qué discursos y de analizar el modo en que esta persona transexual se apropia del discurso médico. Aquí no lo queremos juzgar, para nada, simplemente queremos subrayar como este discurso médico a veces sirve. O incluso el diagnóstico y la medicalización hormonal que sigue a ciertos procesos de la transexualidad, sirve para que estas personas puedan acabar en el lugar deseado. Viviendo en el género que ellos pues creen apropiado y en el que desean vivir. Y por tanto aceptan la necesidad de cambiar sus propios cuerpos. Y se apropian de toda esta narrativa que habla de los cuerpos equivocados, de los cuerpos del error de la naturaleza, etcétera. No es cuestión de juzgar, sino es cuestión de dar a conocer las diferentes trayectorias de la transexualidad que existen. [SOUND] Una de ellas es esta. Lo que sí que nos parece criticable es que tan sólo se quede en una de las formas posibles de vivir la transexualidad. Me refiero al artículo de Lucía Sánchez Mellado, "Quiero mi sexo", como you he dicho, publicado en el país del 24 de enero de 2010. ¿Qué sucede? Sucede que se le hace una entrevista a cinco adolescentes transexuales y en modo aparentemente empoderador que tienen de vivir su transexualidad. ¿Qué es lo que ocurre o qué es lo que nos parece destacable de este artículo?. Nos parece destacable que en todo momento se diagnostique y se considere que padecen una enfermedad mental a los cinco adolescentes. Por tanto no sería un artículo empoderador desde mi punto de vista, que es bastante discutible. Bien, os leo el párrafo y lo comentamos. Es el extracto del reportaje que hace Lucía Sánchez, dice así: "Alexandra es una mujer transexual. Tiene disforia de género, un síndrome identificado en el DSM IV y el ICD-10. los catálogos de enfermedades por los que se rigen los facultativos del mundo. Los investigadores aún no saben cómo ni por qué. Pero ocurre. Alexandra nació con pene, testículos- el bultete que camufla entre sus piernas- y el cromosoma masculino XY en su cariotipo. Todo un hombre, el mayor de tres hermanos, pero su sexo biológico y psicológico no coinciden. En sus pensamientos y en sus sentimientos, siempre fue mujer. Ahora acaba de emprender el viaje sin retorno para, además, parecerlo. Su proceso de reasignación de sexo." Vamos a comentar este curioso extracto del reportaje. Primeramente, Alexandra es una mujer transexual, se le reconoce por tanto el género en que esta persona quiere vivir. Pero inmediatamente aparte de asignarle una identidad con la que la persona en cuestión puede estar mas o menos de acuerdo, se le diagnostica inmediatamente tiene disforia de género. Un síndrome, es decir, caemos de nuevo en las narrativas de la enfermedad mental del síndrome de la anomalía, de la desviación. Si recordáis en la primera diapositiva, hablábamos de un concepto socio normativo y de una afuera donde se situarían estas identidades trans. Con este reportaje que aparentemente haría este movimiento de incorporar las identidades trans dentro del contexto normativo. Lo que está haciendo con esta afirmación la periodista en cuestión, tiene disforia de género un síndrome identificado en los catálogos de enfermedades mentales. Lo que está haciendo justamente es consolidar este afuera. Los enfermos mentales no se admiten dentro de lo que se considera la normalidad, por eso se considera que esa persona tiene una enfermedad mental. La normalidad es todo aquello que se rige por unas normas y en este caso, si esta persona padece un síndrome, no se rige por las normas adecuadas. Además, el reportaje incurre en una suerte de contradicción. Y esto es cierto, los investigadores aún no saben ni cómo ni por qué, no se lo explican. El porqué de la transexualidad, tal vez por ello lo que habría que cambiar no es tanto a estas personas que se les reasigne un sexo determinado y se les intervenga en el cuerpo para ajustarse a la correspondencia entre sexo y género. Sino tal vez lo que habría que hacer es cambiar este marco y ampliarlo a diferentes formas posibles de vivir esta dicotomía o que no fuera una dicotomía, sino que se ampliara y se pluralizara. Entonces se ensancharía el marco, y estas personas quedarían dentro del contexto sociocultural. Y esta normalidad sería comprendida de una manera mucho más creativa y mucho más divertida, podríamos decir con un poco de ironía. Seguimos con el comentario del reportaje, "todo un hombre, el mayor de tres hermanos"- ¿qué es ser un hombre y qué es siempre fue mujer? ¿A qué se refieren estas identidades? Porque a veces planteamos preguntas a las personas transexuales de ¿tú por qué quieres ser un hombre? ¿Qué es ser un hombre para tí? Como si fuera un proceso que se acabara, que pudiera finalizarse y que tuviera una encarnación o una materialización perfecta de lo que es ser hombre o ser mujer. Pues es un proceso de creación, como dijimos you en el primer bloque de esta segunda unidad, son actos performativos, una serie de gestos, de comportamientos de normas. Que podemos encarnar más perfectamente o menos perfectamente que repetimos incorporando la diferencia pero en todo caso no sabemos lo que es ser un hombre o ser una mujer. Qué significado tienen esta serie de preguntas, que aquí, además, se incluyen con una taxatividad, bastante destacable. Ahora acaba de emprender el viaje sin retorno y esto es muy importante, porque la duda y la vuelta para atrás no se consienten en este caso. Es un viaje sin retorno, un viaje identitario que lo tiene vuelta atrás. Porque una vez operado el cuerpo, intervenido el cuerpo, no puedes deshacer todo ese camino que has emprendido identitariamente hablando.