[MUSIC] Voces inapropiables. La definición médica que se da de la transexualidad es la siguiente. Persona que se siente del sexo opuesto al cual pertenece biológicamente. Aquí hay varias ideas que me gustaría subrayar. La primera es que se habla del sexo opuesto. Es decir, que se concibe de una manera dicotómica como sexo masculino, sexo femenino, sin posibilidad de habitar esta frontera. Por tanto si se habla de sexo se comprende únicamente en su acepción de órganos genitales. Y se alude por tanto al cuerpo. Y de ahí que de este discurso médico se derive todo un lenguaje. En torno al error, al síndrome, a la anomalía, al cuerpo equivocado. Que algunas personas transexuales se apropian de este discurso para poder hacer la reasignación de sexo deseado. Y luego hay otra idea que también me gustaría subrayar que es la de pertenencia biológica. Esta pertenencia biológica, Derrida, cambia esta idea por la de participación. La de participación en los dos géneros, en el género masculino y en el género femenino. La gran pregunta que se está implícitamente planteando aquí es, ¿Por qué no puede participarse de ambos géneros? ¿Por qué da tanto miedo esta ambigüedad? Judith Butler, en Cuerpos que importan, hace la siguiente reflexión. Las normas reguladoras del sexo, obran de una manera performativa. you desarrollamos esta idea de la performatividad. Para constituir la materialidad de los cuerpos, esa idea del sexo comprendido como un atributo biológico perfectamente perceptible en los cuerpos. Y más específicamente, para materializar el sexo del cuerpo, para materializar la diferencia sexual. En aras de consolidar el imperativo heterosexual. Es decir, que siempre se estaría comprendiendo, todas estas nociones de sexo, género, orientación sexual, prácticas sexuales. De acuerdo a la tabla que hacía referencia la cadena simbólica y a como teníamos un camino preestablecido de cual era nuestro sexo asignado. Cual era el género en que tendríamos que vivir, la orientación sexual que correspondía a este sistema de sexo género. De acuerdo a un código heterosexual y heterosexista. Hay que decirlo bien claro. Heterosexual y heterosexista. Por tanto, lo que hacen estas normas reguladoras del sexo es constituir la materialidad de los cuerpos. Estas normas al final si uno, una, se las apropia de acuerdo a como te lo exige la sociedad, acaban constituyendo esa evidencia biológica del cuerpo que es deconstruida en el artículo de Meri Torras sobre la evidencia del cuerpo al cuerpo en evidencia. Bien, seguimos con esta reflexión. Ahora vamos a adentrarnos en otra forma de comprender la transexualidad que proviene del ámbito de los activismos de las identidades trans. Y que yo he titulado aquí Desde la disforia a la euforia de género, que como you he aludido anteriormente. Se pasa del diagnóstico, del síndrome, de la anomalía, supuestamente diagnosticada por el ámbito de la medicina. A la euforia de género por querer participar de ambos géneros o por querer poner entre interrogantes la diferencia entre hombres y mujeres. Que aquí en este cartel generó mucho debate. Es un cartel que dice lo siguiente, está en catalán, [FOREIGN]. Que significa lo siguiente. Ni hombres, ni mujeres, el binarismo nos enferma. Es esta dicotomía, la de hombres y mujeres, la que constituye el fundamento para que se diagnostique la transexualidad de estas personas. Que quieren vivir justamente en el tránsito que existe, o en el continuum que existe entre el género hombre y el género mujer. El género masculino y el género femenino. En realidad si comprendemos este camino como un continuum. La voluntad de vivir en el tránsito, en medio, es diagnosticada como una disforia de género. Es decir, una mala comprensión del género que te corresponde al sexo que tienes en tu cuerpo. El trabajo en el cuerpo a través de estos activismos será muy importante. Porque hay todo un discurso médico que propicia el odio hacia el propio cuerpo. El autoodio por no tener el sexo adecuado para poder vivir en el género que uno desea, o una desea. Bien, la reflexión que hace aquí uno de los activistas que nosotros consideramos más interesantes del panorama actual. Miquel Missé escribe en una obra [FOREIGN], que es un ensayo breve sobre diferentes vivencias de la transexualidad. Y aquí hace una reflexión que nos parece muy interesante traer a colación ahora. No se indaga en por qué se vive con incomodidad determinada identidad de género. Y no se aborda el debate del coste que implica el conjunto de la población encarnar el género. De la violencia que genera y del sufrimiento que produce. A las personas que no pueden ser clasificadas según su estructura binaria. Es decir, las preguntas se invierten y se dirigen a ese marco del que hablábamos. Que es el marco cultural, el marco social, por qué no se amplían los limites. Y se intenta coger en el discurso. El discurso es lenguaje en uso. El discurso y en las distintas representaciones culturales a todas aquellas personas que quedan en este afuera. Ahora vamos a ver un reportaje que dura unos 10 minutos. De Miquel Missé, de la serie el test de la vida real del programa denominación de origen. Donde se habla de la transexualidad desde otros lugares discursivos a los que, bueno a los que estamos habituados a través de los medios de comunicación que como you hemos, denunciado antes. Tan solo se contempla un posible camino de la transexualidad cuando en realidad hay una pluralidad a contemplar. Vamos a ver este reportaje y después plantearemos una serie de preguntas. [MUSIC] >> [SOUND] No se valora el tránsito, por qué no sería interesante la gente que transita, que no es ni un hombre ni una mujer, porque no se siente. No pasa nada. No hay que construir constantemente hombres y mujeres transexuales. Ni para bien ni para mal, pero quiero decir que el entorno si que determina cómo tú vives tu cuerpo, cómo piensas tu cuerpo. Y creo que no todo el mundo tiene la posibilidad de pensarse su cuerpo. Creo que es un privilegio, no todo el mundo puede. Entonces no creo que sea justo juzgar, criticar, la gente que se opera, la gente que va al psiquiatra, la gente que cree que tiene un trastorno. Es porque no ha encontrado ninguna definición mejor para explicarse a sí mismo. El sistema de sexo género, está super bien armado, super bien armado. Si fuera más fácil escapar, la gente ni si quiera entraría en un quirófano. Por qué alguien se metería a un quirófano en una operación que se juega la vida a veces, si pudiera escapar. No sé, si lo hace es porque realmente no encuentra salida, y eso es lo que hay que pensar. ¿Cómo es que alguien no ve otra salida que un quirófano? Y no estamos juzgando a la gente que se opera, sino en qué sociedad de mierda vivimos porque alguien para ser feliz necesita operarse, qué fuerte ¿no? Prefieres adaptarte tú a la sociedad, que no la sociedad se adapte a ti, lógico. Lo entiendo, pero a mí me da muchísimo que pensar. Como mi perfil, hay muchos, hay gente que no se quiere hormonar de por vida, que se quiere operar pero no se quiere hormonar. Que se quiere cambiar el nombre pero no se quiere hormonar, que se quiere operar pero no se quiere cambiar. O sea, hay mil opciones. Y no sólo es la válida, te cambias el nombre, te hormonas, te operas, eres un hombre y rechazas toda tu vida. ¿Qué ha pasado antes? Hay otras personas que no la rechazamos y que no tenemos un problema con nuestro cuerpo. No queremos odiarlo, o sea, o hemos trabajado ese odio. Lo digo porque hay gente por ejemplo que se hormona, se opera, se todo. Y un día le dicen, tienes manos de chica, y se derrumba y cae en una depresión. ¿Por qué? Porque lo ha querido borrar todo. No o sea, todo es imposible. Yo nunca voy a ser un hombre por muchas operaciones que me haga. Probablemente tampoco sea exactamente una mujer. Pero, bueno, soy otra cosa sin más ¿no? Entonces este rollo de que uno utiliza las hormonas como para reconstruir su nuevo cuerpo. Y utiliza todo este lenguaje que me parece muy perverso de, me he operado, he renacido, he vuelto a nacer, he vuelto a la vida, mi vida pasada está muerta. Soy una nueva persona. Me parece que es super perverso. Y que no se lo han inventado los transexuales, para nada. Yo creo que esto tiene mucho que ver con como la medicina ha interpretado este fenómeno, ¿no? A los 18 años conseguí un certificado que ponía que tenía un trastorno de identidad sexual y que mi tratamiento era la hormonación y la operación. Por lo tanto podía empezar ese tratamiento. Y luego, con el tiempo fui conociendo a gente que había pasado por este camino. O incluso no había pasado y hacía su proceso completamente independiente del hospital y de como iba todo esto ¿no? Conozco a gente que se hormona de por libre, gente que bueno, se había operado en otro país no habia. Y esto me despertó curiosidad ¿no? Gente que ni se operaba, ni se hormonaba. Y me di cuenta que paralelamente a todo el proceso que yo había seguido, existían otros procesos que no es el psiquiátrico. No hay que ser super paternalista de, pues vamos a estar un año observándote para ver si realmente. ¿Porqué no se está un año observando a la gente que se aumenta el pecho, se opera la nariz por que no le gusta? ¿Y si se arrepienten? ¿Y si el día de mañana quieren su auténtica nariz? No pasa nada, esto no los preocupa. Tu te puedes poner diez tallas más de pecho pero no te lo puedes quitar. Es decir, no pienso ni que tenga que haber un seguimiento psiquiátrico para las hormonas. No creo que después del seguimiento uno, si you había empezado en A, acabe en Z. Entonces, el problema actual es que no hay otros mecanismos de información y toda la información la dan los psiquiatras. Claro, si tu quieres información tienes que ir al psiquiatra y tienes que pasar por el Test de la Vida Real. Falta la otra vía, la gente que quiera hacer el test y que quiera un diagnóstico, es su problema. O sea que lo tenga, pero yo no lo quiero, es que no lo siento, no quiero ir cada semana a explicar mi vida y no quiero llevar a mi familia. Y tengo el derecho de decir, no quiero. Yo decido lo que hago con mi cuerpo. El Estado no tiene que decir lo que hace con mi cuerpo. Evidentemente, desde una consulta psiquiátrica dudo que se trabaje el deseo estrictamente. Porque justamente es lo que cuestiona todo lo demás. Y es complicado, no se. Yo sin duda, tengo un esquema completamente distinto al que tenía antes en este sentido. Y me ha ayudado muchísimo, sin duda, conocer a gente trans, que tuviera una idea de su cuerpo positiva. Y yo creo que el bloqueo más grande que tengo, que he tenido y que bueno, es algo que forma parte de todo, ¿no? Es que no me gusta mi cuerpo, no me gusta hablar de mi cuerpo y no encuentro palabras para hablar de mi cuerpo. O sea, todas las palabras que conozco están tan ancladas en una lógica biológica, que me hacen sentir mal. Entonces no las puedo utilizar, por que no me siento bien. He tenido mucha suerte y me he encontrado con gente que. No se que me ha hecho pensar, no creo que haya dado toda la vuelta, pero me ha hecho pensar sobre, quizá tu cuerpo es bello, ¿no? Me estoy reconciliando con muchas palabras. Me estoy reconciliando con muchas partes de mi cuerpo también. Y creo que estoy encontrando un espacio, no se cuáles son sus límites, en los que yo me siento bien y no me siento violento por que exista mi cuerpo. El Test de la Vida Real es muy raro. Yo lo que he entendido, después de toda la gente que he conocido y de las veces que se lo he preguntado a ellos personalmente. El Test de la Vida Real es como, ellos evalúan si tu funcionas en el género que dices que quieres vivir. En tu vida real, lo evalúan. Bueno, y entonces qué haces para ser una chica y qué you no haces. No sé, me parece completamente surreal, ¿no? [MUSIC] >> Realmente me gustan los deportes bruscos como el fútbol y el rugby. Verdadero. >> Me gustaría ser florista [MUSIC] Falso. >> Me gustan las novelas de amor, falso. >> Me gustan las novelas de amor. >> Me gustaría ser florista, falso. [MUSIC] >> [INAUDIBLE] Falso. >> Verdadero. [MUSIC] >> Me gustaría ser piloto de competiciones automovilísticas, falso. >> En ningún momento de mi vida me gustaba jugar con muñecas, verdadero. >> En ningún momento de mi vida me gustaba jugar con muñecas, falso, verdadero. [LAUGH] [MUSIC] [SOUND] La propuesta por tanto, después de ver el reportaje es la de reflexionar sobre cómo las preguntas en torno al sistema sexo/género se han invertido. Es decir, en vez de estar dirigidas a una persona. A un cuerpo que no cumple la normativa y por tanto se considera un caso, un diagnóstico. Es esta persona trans. Quién las formula a la sociedad y quién desmonta y deconstruye el sistema sexo/género. Pues el propio reportaje, Miquel Misse plantea una serie de preguntas explícitas. Y os las dejamos a modo de sugerencia para reflexionar sobre estos temas.