Hola de nuevo, les doy la bienvenida a este segundo video del tema "Cómo dar una conferencia en el ámbito médico". El éxito de una conferencia dependerá de su organización y del uso de cuatro elementos fundamentales. El primero de ellos es la claridad de la presentación. También están las ayudas audiovisuales adecuadas, la capacidad del profesor para exponer de manera atractiva y persuasiva y de la utilización de la audiencia como un recurso educativo adicional. En el video anterior, nos enfocamos en la forma en la que debemos de organizar una conferencia para hacerla más accesible a nuestro público y también en aspectos del diseño gráfico de nuestra presentación para hacer más efectiva la enseñanza. En esta ocasión, nos enfocaremos en estrategias para involucrar a la audiencia en el proceso de aprendizaje y en la forma en la que nos comunicamos durante una presentación con el objetivo de optimizar el aprendizaje de nuestra audiencia. El mismo formato de una conferencia promueve la pasividad de nuestra audiencia. Si como presentadores no logramos captar la atención de nuestra audiencia o no la mantenemos, quien nos escucha no aprenderá. Un modo de romper con la pasividad y de recobrar la atención de nuestra audiencia es involucrar a los que nos escuchan. Al promover su participación, podemos hacer que nuestros escuchas encuentren una aplicación práctica del conocimiento presentado o también permitirles tiempo para que razonen lo que se ha expresado. Estrategias que pueden involucrar la audiencia incluyen el utilizar ejemplos para ilustrar conceptos abstractos. También podemos dar resúmenes de nuestras presentaciones, los cuales tengan espacio suficiente para que los escuchas puedan hacer notas. Por último, se pueden hacer discretas pausas para que la audiencia pueda tomar notas. Incluir una sesión de preguntas dirigidas a la audiencia durante la plática puede ayudarnos a saber si la audiencia está reteniendo los conceptos presentados, pero también sirve para resaltar puntos clave y para recobrar la atención de la audiencia. Estas sesiones pueden realizarse cuando se pasa de un tema a otro o hacia el final de la conferencia. Cuando alguien conteste, hay que procurar llamar al estudiante por su nombre, reforzar positivamente el aprendizaje y utilizar ocasionalmente el método de contra preguntar para estimular el razonamiento del estudiante. Es importante dejar tiempo al final de la conferencia para preguntas por parte de la audiencia. El inicio de la sesión de preguntas tiende a ser difícil y esto es por inseguridad o timidez de los miembros de la audiencia. Después de solicitar preguntas al auditorio, es aconsejable contar en silencio diez segundos antes de dar por sentado que no se formularán preguntas. Cuando las preguntas surjan, es importante estimularlas y darle seguridad a quien hace uso de la palabra. Con el fin de mejorar las presentaciones, hay que conocer cuáles son algunos de los errores más comunes en los que podemos caer: el hablar muy rápido, el ser inaudible, ser incoherente durante la presentación, brindar poco apoyo visual, dar demasiada información, suponer que la audiencia sabe más de lo que realmente sabe, excederse en los tiempos y no dar resúmenes del tema expuesto. Como conferencistas hay que procurar ver a los ojos de distintos miembros de la audiencia y estar al pendiente de las distintas reacciones. Hay que mantener una buena postura sin parecer rígido. Si el auditorio le permite caminar, se puede hacer para reducir la tensión y mantener la atención. Sin embargo, no hay que caminar en exceso. Otra forma de romper la rigidez es utilizar las manos y expresiones de forma natural. Hay que evitar tener las manos en las bolsas. Sobre la voz, es importante hablar lento, fuerte y claro, dándole distintas inflexiones a la voz para no resultar monótono. Hay que pensar que es mejor que una presentación oral tenga un tono similar a una plática entre amigos. Mostrar entusiasmo en el tema, ser expresivo y confiar en nuestra calidad como expositores, hará que la audiencia se interese más en nuestra presentación. Un buen ejercicio es leer y grabarse para encontrar defectos en la pronunciación y mejorarlos. Este ejercicio también nos permitirá estar conscientes de un defecto común que debe evitarse: el uso de muletillas como "eh" o "este". Con la práctica podemos mejorar nuestra forma de dar presentaciones. Por último, les daré algunas recomendaciones para reforzar cualidades deseables en un buen expositor. Entender a la audiencia y decidir qué argumentos pueden inducir su interés es lo que necesitamos tener en mente en todo momento. Hay que recordar que la gente nos escuchará y atenderá nuestras ideas en la medida que demostremos credibilidad y experiencia. Es una buena práctica dar argumentos a favor y en contra de la idea que estamos expresando. Si los argumentos que presentamos pueden ser contradichos por otros, hay que brindar otros puntos de vista y demostrar dónde están equivocados. En general, no hay que comer mucho antes de la presentación, ya que resta entusiasmo y fuerza. La puntualidad es indispensable. Es recomendable llegar 15 minutos antes para conocer el auditorio, ver dónde se presentarán nuestras diapositivas y si es posible, interactuar con algunos miembros de la audiencia para saber qué expectativas tienen y valorar el nivel al que se encuentran. Dar una conferencia puede generar nerviosismo, sobre todo si es ante una audiencia grande. Antes de iniciar, caminar un poco, respirar profundamente y pensar en soledad cómo iniciaremos y cómo finalizaremos nuestra presentación, puede darnos seguridad y tranquilidad. Al final, es posible hacer un ejercicio de autocrítica para saber cuáles fueron los aciertos y las áreas de oportunidad. En caso de ser posible, podemos invitar a un colega con el propósito de darnos una crítica constructiva al final de nuestra presentación. En conclusión, hay algunos aspectos que tenemos que considerar para dar una conferencia exitosa. Mantener la atención de nuestra audiencia es fundamental y una buena manera de hacerlo es involucrar a la audiencia. La participación de nuestros escuchas puede ir desde darles tiempo para resumir o razonar aspectos de nuestra presentación, hasta sesiones de preguntas. Es importante hacer que nuestra audiencia se sienta cómoda participando. Por último, la forma en la que presentamos es importante para que el mensaje se transmita de forma adecuada. Hay que procurar hablar claramente y proyectar seguridad, naturalidad en nuestros movimientos y dominio del tema. La práctica y la crítica constructiva son piezas clave para mejorar nuestra manera de dar conferencias.