Vamos a ver ahora cuándo son útiles los primeros auxilios psicológicos, cuándo no, cuáles son como los principios que deben seguirse y qué deberíamos evitar cuando hacemos unos primeros auxilios. Además, veremos unos pasos básicos para llevarlos a cabo y las bases, muy puntuales, de lo que llamamos una intervención basada en la motivación con enfoque comunitario. Los primeros auxilios son muy útiles para disminuir el riesgo de que las reacciones que mencionamos hace un rato y que deberían desaparecer pronto, se mantengan por mucho tiempo y se conviertan en problemas o trastornos de la salud mental. Para lograr esa meta y conseguir que la persona salga de su crisis, deberíamos pensar en que la intervención debe ser oportuna. Por ejemplo, en nuestro caso, cuando la enfermera se acerca a Amina, le habla despacio, la anima a sentarse, a respirar y a contarle sobre su preocupación, y con eso consigue que Amina se calme. También es necesario que si vamos a hacer un primer auxilio psicológico, debemos sentirnos capaces de llevarlos a cabo. Debemos concentrarnos en unos objetivos básicos, como evitar que la persona se haga daño, por ejemplo, evitar que Amina se autolesione o que se produzca daño en su cuerpo. En el caso de Carlos, lo que hace Ana es intervenir para evitar que él tire las cosas, agreda a Don Juaco y, de pronto, eso termine en una pelea. Por otra parte, es necesario que la intervención sea muy corta para que la persona pueda seguir haciendo su vida y no se vuelva dependiente de quien le está practicando los primeros auxilios. Por ejemplo, la enfermera, cuando logra que Amina se calme y pueda hablar de lo que le preocupa, le da la orientación necesaria para que ella pueda tomar su decisión junto con su familia. Como ya dijimos, para hacer los primeros auxilios se deben seguir unos pasos que ayuden a ofrecer la ayuda adecuada a la persona que está en crisis. Lo primero es asegurar a la persona. Como ya dijimos, no queremos que se haga daño o haga daño a otros. Por ejemplo, la idea de que la enfermera tome a Amina del brazo y evite que ella salga corriendo, está tratando de protegerla y de evitar un daño para ella. Después de eso, debemos lograr lo que se llama la estabilización emocional. Eso es que la persona se calme. Para eso es muy útil, por ejemplo, mirarla a los ojos, hablarle despacio, decirle pocas cosas que la persona pueda entender para seguir instrucciones. También ayuda que le enseñemos a respirar despacio, Por ejemplo, dándole una instrucción, como por ejemplo, "quiero que tomes el aire por la nariz y lo hagas como yo. Tomamos el aire, lo retenemos y lo expulsamos completamente. Nuevamente, tomamos el aire por la nariz, lo retenemos y lo expulsamos completamente". Le pedimos a la persona que haga esto cuatro o cinco veces, hasta que vemos que se está recuperando y está tomando control sobre la situación. A veces, en las situaciones de crisis, las personas se sienten como idas, inclusive, a veces pareciera que no están escuchando lo que pasa. La gente le llama a eso "estar como en shock". Para ayudar a la persona a salir de ese estado es muy útil hacerle preguntas que le permitan saber que está atenta y que está escuchando, mantener el contacto visual, observar para evitar reacciones de riesgo, como, por ejemplo, que salga corriendo o se lastime. Después, es necesario que busquemos la manera de poner a la persona en contacto con su red de apoyo. La enfermera, por ejemplo, le habló a Amina de conversar con sus papás; Ana buscó a doña Rosa para poder ayudar a Carlos. La red de apoyo puede ser la familia, pero también pueden ser los amigos, el servicio de salud o los agentes comunitarios. Finalmente, la ayuda debe llevar a que la persona tome sus decisiones. Por ejemplo, que Amina pueda conversar con su familia y su comunidad para afrontar la situación de su embarazo; o que Carlos pueda decidir qué quiere hacer frente al consumo de la marihuana. Si los primeros auxilios se hacen bien, la persona pasa su reacción de crisis y puede enfrentar la situación desafiante por el camino de la oportunidad y no del daño, como lo mencionamos al inicio de esta unidad. Finalmente, como en todas las intervenciones, es importante ver lo que debemos hacer y lo que no debemos hacer en la intervención de primeros auxilios. Miremos para eso la siguiente tabla y veamos las cosas que debemos hacer y las que deberíamos evitar en los primeros auxilios psicológicos. Hay otras formas de intervenir también en algunos problemas, por ejemplo, cuando queremos sugerirle a alguien que acepte ayuda para resolver un problema, podemos usar lo que se llama la intervención basada en la motivación. Pensemos en lo que haría Ana para hablar con Carlos, entender la motivación que tiene para el consumo, así como el interés que tiene por Patricia para intentar mostrarle lo valioso que puede ser aceptar la ayuda profesional para poder dejar el consumo que lo aleja de su familia, de su trabajo y de la persona que tanto le gusta. Eso se llama una intervención motivacional. Esta estrategia es una entrevista o una conversación que sigue unos pasos muy puntuales, Primero, evaluar el problema. En el caso de Carlos, le podríamos preguntar, qué hace que consume, cuánto hace que consume, si le cuesta trabajo estar sin consumir marihuana, pero también le podríamos preguntar si quisiera dejar de consumir, qué beneficios vería en eso, pero también qué dificultades percibe para terminar con su consumo. Y si quisiera que le ayudáramos a dejar de consumir. Después de tener más claridad sobre el tipo de problema, en este caso, el consumo de la marihuana, así como los factores que lo llevan a consumir, las sensaciones que le produce, etcétera, es necesario que le ayudemos a Carlos a pensar en alternativas para el manejo. Aquí Ana puede apoyarse en las posibilidades existentes en su comunidad, por ejemplo, proponerle vincularse al equipo de fútbol o asistir a las charlas que se están dando en las brigadas en el colegio sobre sustancias psicoactivas. También puede asistir a una consulta experta con el médico y pedir ayuda para un servicio de desintoxicación y rehabilitación. Luego, es muy importante que le ayudemos a Carlos a que pueda implementar esas acciones, por ejemplo, vinculando a su mamá para que asista con él, o a sus amigos, incluida Patricia, para que lo acompañen, ya sea a la consulta o a las charlas. Y, finalmente, es necesario hacer seguimiento al plan, ver si está funcionando, revisar los obstáculos previstos y las maneras de resolverlos, y también animar los pequeños cambios, por pequeños que estos parezcan. La efectividad de la intervención va a depender del juicio con que llevemos a cabo cada uno de estos pequeños pasos.